México puede sumar $2 mil 600 millones para enfrentar daños por terremoto
Ironía, tal vez o previsión, lo cierto es que 34 días antes del sismo de 8.2 grados Richter que generó enormes daños en los estados de Chiapas y Oaxaca, el gobierno mexicano contrató una especie de seguro para obtener recursos adicionales en caso de un terremoto de gran magnitud.
El 4 de agosto de 2017, el Banco Mundial daba a conocer que a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) emitían un bono catastrófico para brindar protección a México por 360 millones de dólares ante los desastres ocasionados por terremotos, huracanes e inundaciones.
No se trataba de algo nuevo, pues desde hace 10 años México fue punta de lanza en la contratación de este tipo de protecciones debido, en gran medida, a su vulnerabilidad ante desastres naturales.
“Aproximadamente un tercio de su población habita en áreas expuestas a huracanes, tormentas, inundaciones, terremotos y erupciones volcánicas. En términos económicos, esto se traduce en que 71% del PIB del país se encuentra expuesto a dos o más peligros naturales” reconoce el Banco Mundial.
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La protección contratada por el gobierno mexicano es de 150 millones de dólares para cubrir daños por terremotos, 110 millones de dólares para huracanes del océano Pacífico y otros 100 millones para huracanes provenientes del océano Atlántico.
De acuerdo con el convenio firmado entre el gobierno mexicano y el Banco Mundial, para activar estos recursos es necesario que se cumplan ciertos requisitos, como la magnitud del sismo y la ubicación del epicentro, o bien la categoría del huracán en la escala Saffir-Simpson.
Los requisitos para acceder al dinero
En el caso del sismo de 7 de septiembre de 2017, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, informó que se analiza activar este bono catastrófico.
“Estos bonos se pagan al gobierno federal cuando cumplen los parámetros de riesgo; en este caso, uno de los riesgos que cubrimos con los bonos catastróficos es el de los sismos. Estamos evaluando si la magnitud y la ubicación del sismo implican que se active el bono catastrófico y recibamos algún recuso”, detalló el funcionario dos días después de la catástrofe.
Aún no han sido cuantificados los daños, pero el gobierno federal reconoce que la reconstrucción de casas requerirá de un esfuerzo adicional.
De acuerdo con el Banco Mundial, en caso de ocurrir un desastre natural con derecho a cobertura, parte o todo el importe del bono se pondrán a disposición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Para este año, el Fonden tiene una asignación presupuestal de 6 mil 36 millones de pesos, pero si se activa el bono podría aumentar la cantidad de recursos disponibles en 2 mil 600 millones de pesos adicionales, dado el monto contratado en el bono y el tipo de cambio actual.
“Los desembolsos se producirán cuando un temblor o huracán cumpla con los criterios paramétricos de ubicación y severidad estipulados en los términos y condiciones del bono”, señala el Banco Mundial.
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El Fonden es la bolsa del presupuesto federal creada para mitigar los efectos que produzca “un fenómeno natural perturbador”, así como para apoyar a las entidades federativas, y dependencias de la administración pública federal cuando los daños ocasionados superen su capacidad financiera y operativa.
Aun no se ha informado oficialmente si México ya solicitó al Banco Mundial la activación de este bono catastrófico, pero lo cierto es que desde 2006, el país se convirtió en el primer Estado soberano en contar con una protección de este tipo.
Historia que se repite
En caso de activarse el bono catastrófico, sería la tercera vez en la historia del país en que se hace uso de este seguro, pero la primera por un terremoto, ya que en 2014 y 2015 se obtuvieron recursos adicionales para enfrentar los daños ocasionados por los huracanes Odile y Patricia, respectivamente.
El bono por un terremoto se activa cuando la magnitud del sismo rebase los 8.1 grados en la escala Richter, y el del jueves 7 de septiembre fue de 8.2 grados; para el caso de un huracán, debe de ser superior a la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson que implica vientos superiores a 210 kilómetros por hora.
Juchitán, Oaxaca, fue el municipio más afectado; en algunos lugares los heridos están siendo atendidos en las calles.
“Los bonos del Banco Mundial no son únicamente una innovación financiera -también son un hito en nuestra alianza con México, y en nuestra búsqueda conjunta por prevenir el daño humano y financiero de los terremotos e inundaciones-.
“Estamos aprovechando el liderazgo mexicano en el desarrollo de mecanismos de seguros de riesgo ante desastres naturales, y el uso innovador que hace el Banco Mundial de instrumentos del sector privado para transferir riesgos a los mercados de capitales”, explicó el vicepresidente y tesorero del Banco Mundial, Arunma Oteh, el 4 de agosto cuando se contrató el bono con México.
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Y es que México es uno de los gobiernos con más experiencia en la gestión de riesgos catastróficos, de acuerdo con Gerardo Corrocchano, director del Banco Mundial para México y Colombia, pues las autoridades del país tienen un conocimiento profundo de los riesgos que enfrentan, lo que les perite acceder de manera exitosa a los mercados internacionales de reaseguros y capitales.
MÁS INFORMACIÓN: Bonos del Banco Mundial proporcionarán a México US$360 millones en protección ante catástrofes, Banco Mundial, 4 de agosto de 2017.
MÁS INFORMACIÓN: Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, análisis funcional programático económico, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 2017.
