Los sismos hacen temblar a los precandidatos ¿Cómo les pega?
A más tardar la tercera semana de noviembre deberán renunciar a su cargo público todos los funcionarios que aspiran a la candidatura presidencial en 2018.
Es decir, a pesar del sismo que sacudió al país el 19 de septiembre de 2017 y que ocasionó 324 muertos (al corte del 25 de septiembre a las 7:30 de la mañana), la ley es la ley y tiene plazos muy claros en materia electoral.
El artículo 226 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales deja claro los tiempos que se deben cumplir para la selección de candidatos hacia las elecciones federales en julio de 2018.
“Durante los procesos electorales federales en que se renueven el titular del Poder Ejecutivo Federal y las dos Cámaras del Congreso de la Unión, las precampañas darán inicio en la tercera semana de noviembre del año previo al de la elección”, indica la legislación.
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Recordemos cómo fueron las cosas hace seis años: el entonces exgobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, se registró como precandidato único a la presidencia por el PRI el 27 de noviembre del 2011 -había dejado la gubernatura poco más de dos meses antes-; Andrés Manuel López Obrador hizo lo propio, por el PRD, el 9 de diciembre de 2011. En ambos casos se trataba de políticos sin cargo públicos.
Según la SEP, 10 mil escuelas en el país tuvieron algún tipo de daño y 400 deberán ser reconstruidas.
En contraste, Josefina Vázquez Mota pidió licencia como diputada federal el 6 de septiembre de 2011, mientras que el 9 de septiembre Ernesto Cordero renunció a la Secretaría de Hacienda para buscar la candidatura presidencial del PAN; el 13 y 16 de diciembre, respectivamente, se registraron como precandidatos y el 5 de febrero se confirmaba que la diputada con licencia sería la abanderada del blanquiazul.
Es decir, tanto la ley como el antecedente de la elección anterior hará que muchos de quienes aspiran a una candidatura presidencial y que aún tienen cargos en el gobierno deberán decidirse entre formar parte de las tareas de reconstrucción o privilegiar sus aspiraciones políticas.
El escenario actual
Igual que hace seis años Andrés Manuel López Obrador, quien ahora será el candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no tendrá presión por los tiempos legales de renunciar a cargo público alguno en sus aspiraciones presidenciales.
Contrario a lo que sucedió en el proceso electoral anterior, los aspirantes del PAN -Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y Ricardo Anaya- tampoco tienen la urgencia de decidir si renuncian a puestos público o se quedan para enfrentar las consecuencias de la tragedia.
La cosa se complica en el PRI y en el PRD.
Más de 110 mil viviendas deberán recibir algún tipo de atención tan solo en Oaxaca y Chiapas por los sismos del 7 de septiembre.
En el PRI, hay al menos cinco integrantes del gabinete presidencial que “suenan” como posibles abanderados del partido en las elecciones de 2018: José Antonio Meade, secretario de Hacienda, José Narro Robles, de Salud; Miguel Ángel Osorio Chong, de Gobernación; Aurelio Nuño, de Educación, y Enrique De la Madrid, en Turismo.
Todos estos funcionarios, en mayor o menor medida están involucrados con las tareas de apoyo a los damnificados por los sismos y de reconstrucción que vendrá en los días por venir.
José Antonio Meade, quien hace unas semanas “sonaba” como una de los más serios aspirantes a la candidatura presidencial del PRI, pues el partido quitó el candado para que los no militantes pudieran ser sus abanderados- ahora deberá encabezar las negociaciones con los diputados federales para hacerle “cirugía mayor” al presupuesto del próximo año.
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El 24 de septiembre, los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados informaron que, en principio, se buscará redirigir el destino de al menos 50 mil millones de pesos para hacer frente a los sismos tanto de 7 como del 19 de septiembre que afectaron los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Morelos y Ciudad de México.
Preliminarmente, se anunció la creación de un fondo para apoyar las labores de reconstrucción en las entidades afectadas, pero para ello será necesario recortar el gasto en otras áreas y el negociador de ello por parte del gobierno federal será el titular de la Secretaría de Hacienda.
Otro presidenciable del PRI, José Narro, fue designado desde el 11 de noviembre como uno de los representantes del gobierno federal para atender la emergencia generada en Oaxaca por el sismo de dos días antes.
Los desarrolladores de los inmuebles colapsados el 19 de septiembre estarán bajo la lupa, porque algo les falló.
Además, a cargo del funcionario y exrector de la UNAM está la atención de todos los heridos generado por el sismo; en su balance más reciente, del lunes 25 de septiembre, la dependencia a cargo de José Narro informó que se ha brindado atención médica a 5 mil 404 personas en la Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, de los cuales aún hay 307 hospitalizados, 56 de ellos en condición grave.
Aurelio Nuño, el titular de la SEP, actualmente se encuentra organizado el regreso a clases en las miles de escuelas que fueron cerradas tanto el 7 de septiembre como el 19 de septiembre.
En entrevista radiofónica, el funcionario -y otro aspirante a la candidatura presidencial del PRI- estimó que la reapertura total de escuela podría tomar dos semanas, pero además deberá comenzar la reconstrucciones de cientos de planteles que resultaron inutilizables tras los sismos, lo cual va a llevar más tiempo.
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Situación similar enfrenta el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de quien depende la Coordinación Nacional de Protección Civil, organismo encargado de las labores de rescate y ayuda a los damnificados.
Menos problemas tendría para renunciar el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, quien ha mantenido un bajo perfil desde el sismo del 7 de septiembre. Otros priistas que sonaron en algún momento como posibles candidatos presidenciales son el exgobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, y el exlider priista, Manlio Fabio Beltrones, quienes no tienen cargo alguno y no tendría que renunciar el caso de ser los ungidos en el partido tricolor.
El escenario más complicado parece ser el del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, pues la ciudad que gobierna ya rebasa los 180 muertos por el sismo, los edificios afectados se cuentan por miles y requerirá de una inversión histórica para la reconstrucción.
Miles de capitalinos participaron en las labores de remoción de escombros y en el acopio de víveres para los damnificados.
De hecho, el fin de semana reconoció que no pedirá licencia, como se había especulado, para buscar la candidatura presidencial, ya que se quedará en el cargo mientras dure la emergencia en la capital del país.
“Sobre algunas especulaciones que hemos escuchado. Si vamos a solicitar licencia, si nos vamos a retirar del Gobierno de la Ciudad. La respuesta es: ‘no’. Voy a seguir en el gobierno de la Ciudad durante toda la emergencia, hasta cuando sea necesario, porque nos preguntan hasta qué día, si hay una fecha marcada”, declaró.
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Y es que en el terreno meramente político, el frente que negocian PAN, PRD y Movimiento Ciudadano sería la principal plataforma de la eventual candidatura presidencial de Mancera, pero la realidad es que tiene pocas posibilidades de ser el abanderado de esa coalición.
A Mancera le quedaría la alternativa de una candidatura independiente, pero de cualquier manera tendría que dar aviso a la autoridad electoral.
Sin precampaña, los tiempos se amplían
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que uno de los requisitos para ser presidente de la República, es no ser secretario o subsecretario de Estado, Fiscal General de la República ni titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, a menos de que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección.
Ello significa que quien vaya a ser el próximo presidente de México deberá renunciar antes del 1 de febrero de 2018, a fin de que inicien las campañas electorales el 30 de marzo.
De momento no se ha cuantificado el monto de los daños por los sismos del 7 y 19 de septiembre en México, pero serán millonarios.
Este escenario sería posible sólo para quienes no hubieran tenido que pasar por un proceso de selección en su partido, cosa que se ve complicada, pues no ocurrió así en elecciones anteriores.
El caso es que el dilema que tienen muchos políticos es si prefieren su aspiración o continuar su trabajo hasta que termine la emergencia.
MÁS INFORMACIÓN: Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, Cámara de Diputados, actualización 2017.
MÁS INFORMACIÓN: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Cámara de Diputados, actualización 2017.