El fisco mexicano fomenta la desigualdad
La forma de cobrar impuestos en México fomenta la desigualdad.
La Hacienda es como un padre de familia que -para sostener el gasto del hogar- le carga la mano a unos cuantos de sus hijos y exige más a quienes ayudan con las labores del hogar, que al resto.
México es el décimo país más desigual de entre 101 naciones, de acuerdo con la medición realizada por el Grupo del Banco Mundial.
Es también el único de esta decena donde la desigualdad creció en 2013 con respecto a años anteriores, lo revela el informe Sobre la Desigualdad, Pobreza y Prosperidad Compartida, elaborado por el organismo.
A lo largo del informe, el Banco Mundial insiste en dos características de la regulación fiscal mexicana que fomentan la desigualdad.
La primera de ellas es la reforma fiscal de 2014: El Banco Mundial señala que con los cambios, la clase media y rica terminó pagando más en términos absolutos y relativos que los pobres.
Luego, comparó las reformas que emprendieron Chile y México. Con los mismos objetivos obtuvieron impactos muy diferentes, enfatiza el documento.
En Chile la reforma al impuesto sobre la renta recayó en el 3% de los chilenos más ricos, mientras que en el país la clase media soportó en gran medida el costo de la reforma, pues se recargó en los bolsillos del 40% de los mexicanos con mayores ingresos.
“Los puntos finos del diseño de las políticas importan mucho a la hora de garantizar que la intervención (gubernamental) iguale, sin comprometer su eficiencia,” cita el documento, antes de poner como ejemplo a ambos países.
La segunda característica de la regulación fiscal que fomenta la desigualdad es el impuesto sobre la nómina.
“Los impuestos afectan la generación de ingresos en los mercados de trabajo y capital […] La introducción de altas tasas de impuestos sobre el trabajo y las utilidades puede desalentar el esfuerzo laboral de los individuos, así como reducir el grado de ahorro e inversión,” señala el Banco Mundial, luego pone como ejemplo al país.
La elevada cotización de la seguridad social y los impuestos sobre la nómina hacen menos atractivo al trabajo formal en las economías con alta informalidad como México y Colombia, completa.
El país es uno de los pocos donde existe un impuesto sobre la nómina, es decir, donde se grava la generación de empleos formales. Sin contar que -desde 2014- las prestaciones sociales ya no son deducibles al 100% de impuestos para los empleadores, en un entorno laboral donde casi 6 de cada 10 mexicanos trabaja en la informalidad.
Programa Prospera, un ejemplo para el mundo
México tiene un gran reto en materia redistributiva sobre el cobro de impuestos, sin embargo, el combate a la desigualdad desde los programas de desarrollo social como Prospera -antes Oportunidades- ha sido un caso de éxito -en varios aspectos- retomado como ejemplo por el Banco Mundial.
Prospera es el segundo programa de apoyos condicionados que más ha ayudado a reducir la desigualdad de entre cinco evaluados por el organismo, sólo después y muy cerca de un programa llamado 4P de Filipinas.
El programa que inició hace casi tres décadas ha ayudado a reducir la mortalidad infantil y materna hasta en 11%; ha logrado incrementar el crecimiento de los lactantes en 16% de la tasa de crecimiento medio por año, también ha mejorado la tasa de matrícula, principalmente reduciendo la deserción entre el término de la primaria y el ingreso a la secundaria o en los últimos grados de éste último.
OPINIÓN: La desigualdad y la crisis de las políticas, Samuel García, Arena Pública, 3 de octubre de 2016.
A FONDO: La pobreza y la prosperidad compartida (Poverty and shared prosperity 2016. Taking on inequaliity.) World Bank Group, 2016
MÁS INFORMACIÓN: Mercado laboral mexicano reproduce la pobreza. Arena Pública, 28 de septiembre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: A los patrones se les carga la mano con el pago de la seguridad social en México. Arena Pública, 27 de septiembre de 2016.
