Del norte al sur, disminuir la profunda desigualdad es la reforma pendiente
Como el agua y el aceite, sin mezclarse, las desigualdades conviven en el territorio mexicano.
México son dos países, el que vio crecer la fortuna de Carlos Slim, hoy uno de los hombres más ricos del mundo, y el otro, que vio a la pobreza reproducirse, el mismo que hoy alberga a más de 55 millones de personas en esa condición.
Eso que los analistas han dado en llamar brecha de desigualdad lo personifican bien historias como la de Paulina y Miguel Ángel.
La historia de Paulina se desarrolla en el estado con menor rezago social del país, Nuevo León.
A los 27 años, Paulina Garza Lagüera Gonda ya formaba parte del máximo órgano de gobierno de la embotelladora y distribuidora más grande de refresco de cola en América Latina, la misma que opera las más de 14 mil tiendas OXXO y está expandiendo su red de gasolineras por el territorio nacional, Fomento Económico Mexicano, con sede en Monterrey, Nuevo León.
Su padre, el difundo Eugenio Garza Lagüera, le heredo a ella, a su madre y a sus hermanas, cuantiosas acciones del corporativo que cotiza en la bolsa de valores de Nueva York.
Paulina forma parte de un linaje de empresarios regiomontanos apodados tiempo atrás los Rockefeller mexicanos. Su madre es hoy la cuarta persona más rica de México, Eva Gonda Rivera, quien acumula una fortuna valuada en 6,100 millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes.
La heredera del prominente negoció estudió administración de empresas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, una universidad que fundó su abuelo, Eugenio Garza Sada.
La historia de Miguel se desarrolló en Guerrero, el segundo estado con mayor rezago social, después de Chiapas, en el otro México, a kilómetros de distancia, servicios y recursos de Paulina.
A los 23 años Miguel Ángel Mendoza Zacarías ingresó a la normal rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en el municipio de Ayotzinapa, en Guerrero, no lo hizo antes porque “no tenía feria,” eso dicen sus amigos, pero antes de llegar a clases trabajaba en una peluquería.
Miguel Ángel es originario de un pueblo llamado Apango, ubicado en el municipio de Mártir de Cuilapa, llamado así en honor al general insurgente Vicente Guerrero, quien fue fusilado en ese lugar.
Antes de formarse como maestro tuvo la intención de ser médico, pues ingreso a la carrera de medicina en la Universidad Autónoma Latinoamericana Caribeña de Ciencias y Artes, ubicada en el municipio de Tixtla, muy cerca de su pueblo, pero no pudo concluir sus estudios.
Más tarde migro a California, Estados Unidos, para alcanzar a su papá, quien llevaba algún tiempo trabajando al otro lado de la frontera. La suerte no los cobijó y fueron deportados, fue en ese momento cuando ingreso a la normal de Ayotzinapa, un centro educativo asociado a las luchas sociales y la guerrilla de los años 70.
En una noche que se inscribió ya en la historia del país, Miguel Ángel y 42 de sus compañeros estudiantes desaparecieron a manos de policías locales, luego de un enfrentamiento, cuando se dirigirán a un mitin en la ciudad de México, el 26 de septiembre de 2014.
Inclusión social, la reforma pendiente
A México le falta una reforma social, asegura el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el informe "Diferencias Regionales y Locales en México," que tiene -entre otros objetivos- revelar las disparidades regionales del país relacionadas con la exclusión social.
“Todavía falta llevar a cabo la gran reforma social en que se aseguren mínimos de bienestar para la población,” cita el documento, haciendo referencia a las grandes reformas que se lograron en el país al inicio del sexenio, como la energética, educativa y fiscal.
El documento busca dotar de información a México para que tenga las herramientas necesarias para alcanzar las 169 metas de desarrollo sostenible que se planteó ejecutar a partir de enero de 2016, junto con los países adscritos a la Organización de las Naciones Unidas.
Las metas tienen por objetivo poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático, y deberán cumplirse hacia el año 2030.
Para enfatizar el reto que México tiene por delante en los próximos 14 años, el documento elaborado por el PNUD, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la presidencia del país, escribieron un capítulo que revela las profundas desigualdades entre esos dos países que integran México.
Tomaron como referencia al estado norteño de Nuevo León y al sureño de Guerrero, separados no sólo por miles de kilómetros de distancia, sino por profundas brechas en salud, educación pública y pobreza que el país necesita cerrar.
En Nuevo León ningún municipio está clasificado con un grado muy alto de rezago social, mientras que en Guerrero casi el 60% de los municipios se ubican en ese grupo.
En el estado del norte el 4.1% de los hogares no tiene acceso a servicios básicos en su vivienda, en la entidad del sur esta proporción de familias se eleva a 66%.
El 22% de los matrimonios en Guerrero corresponden a niñas y adolescentes menores de 18 años, en Nuevo León esta proporción es de 8%.
Más de la mitad de los guerrerenses continúan cocinando con leña o carbón, contra el 1.3% de los neoleoneses.
De ese tamaño es el reto en México, el segundo país con la mayor desigualdad social entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sólo después de Sudáfrica.
A FONDO: Diferencias regionales y locales en México | Análisis de indicadores de inclusión social para la Agenda 2030. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 27 de septiembre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Mercado laboral mexicano reproduce la pobreza. Arena Pública, 28 de septiembre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Zonas Económicas Especiales no serán el hito de la política pública: The Economist. Arena Pública, 27 de junio de 2016.