Dar a luz sigue siendo un riesgo mortal para indígenas en México
Dar a luz sigue, en el siglo XXI, siendo un peligro para las mujeres latinoamericanas.
La Organización de las Naciones Unidas quería que para 2015 la mortalidad materna fuera una cosa del pasado, no obstante, esto no ha podido ser en ninguna región del mundo y Latinoamérica y África son los continentes peor parados.
Malo como ya es, la situación es doblemente peor para las mujeres indígenas de la región.
En Latinoamérica de cada 100 mil madres que dan a luz, 60 mueren en promedio durante el parto, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero esa cantidad se duplica cuando se trata de mujeres indígenas, que dependiendo del país, mueren a razón de 100 a 130 por cada 100 mil.
Miles de mujeres son víctimas de la mortalidad materna en Latinoamerica.
Lo anterior no niega los progresos, solo no los esperados para llegar a la meta de que el número de muertes maternas en todos los países sean de 70 por cada 100 mil. Actualmente mueren alrededor de 830 mujeres de manera diaria por complicaciones del embarazo en el mundo.
Las razones son médicas y de costumbres. La OMS señala que principalmente son la pobreza; la distancia, la falta de información, la inexistencia de servicios adecuados y las prácticas culturales las responsables de que aún hoy la mortalidad materna sea un problema de salud.
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De hecho, en este rubro el avance de México tampoco es el esperado. Dentro de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es el que tiene el porcentaje más alto de muertes de mujeres, en general, y de indígenas en particular bajo estas circunstancias.
En estos países, la mortandad materna es de solo 12 por cada 100 mil según la OMS. En México, específicamente, esa tasa pasó de 88.7 por cada 100 mil a 34.6 en el periodo que va de 2000 a 2015, sin embargo, el país sigue atorado en lo que a la población indígena se refiere.
En ese mismo año, donde se tiene un corte en las mediciones debido a que desde 2015 está en vigor otra agenda estratégica de salud mundial, 96.7% de todos los partos fueron atendidos por personal médico calificado, ya sea en un hospital o en casa con una partera. El resto no recibieron la atención necesitada.
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Medicina rural a la baja
La meta de bajar la peligrosidad del parto es clasificada como “no alcanzada” por la OMS en el caso de México, pues lo que se buscaba lograr era llegar a 22 mujeres fallecidas por cada 100 mil que daban a luz.
Igualmente, el 3% de mujeres que tuvieron a sus bebés sin atención médica se relaciona con la falta de medicina rural, en donde la mayor parte de los indígenas viven, de acuerdo con el organismo internacional.
A nivel mundial, el 56% de la población rural no tiene cobertura de salud en comparación con el 22% que vive en zonas urbanas, debido en parte a que la infraestructura hospitalaria está concentrada en grandes ciudades y dificulta el desplazamiento de médicos a comunidades alejadas.
En las zonas rurales la mortalidad materna amenaza con mayor frecuencia.
En México, a la fecha, el 20% de la población rural, 4.9 millones de habitantes, no tienen acceso a servicios de salud a una distancia menor de cinco kilómetros, de acuerdo con la OMS.
Además, los hospitales rurales tienen capacidad para 22 camas y 96 médicos por cada 100,000 habitantes, mientras que en zonas urbanas son 109 camas y 179 médicos por cada 100,000 habitantes.
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