Se envejece a prisa la Ciudad de México con fuerte caída de niños
No hay otra entidad en el país con más adultos mayores; no hay otra ciudad en la que nazcan menos niños. La Ciudad de México lleva la delantera en el cambio de la llamada pirámide poblacional.
En el país 27% de la población tiene menos de 14 años, pero en la Ciudad de México el porcentaje es de 20%, de acuerdo con datos de la encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En contraste, el porcentaje de mayores de 65 años que habita en la Ciudad de México es el más elevado del país con 10%, uno de cada 10 habitantes, mientras que la media nacional es de 7%.
Ambos indicadores han aumentado considerablemente en 15 años. En 2000, según el INEGI, 26% de los capitalinos tenía menos de 14 años y solo 6% más de 65. Es decir, mientras el porcentaje de niños cayó seis puntos, el de adultos mayores aumentó cuatro, casi en la misma proporción.
¿Dónde están los niños?
En 2000 el promedio de hijos de las mujeres de entre 15 y 49 años en la Ciudad de México era de 1.5, en tres lustros disminuyó a 1.2, mientras que a nivel nacional este indicador se mantiene en 2.3, el doble.
Esto significa que cada vez hay más mujeres que deciden no tener hijos, y quienes lo hacen tienen menos. Por rango de edades, las mujeres de entre 25 y 29 años tienen un promedio de 1.3 hijos mientras que en 2000 el indicador se ubicaba en 1.6.
En muchos hogares, los adultos mayores se quedan al cuidado de los niños.
Las políticas públicas que se diseñan en todos los niveles de gobiernos deben tomar en cuenta estos indicadores para hacer frente a las consecuencias que tendrán.
Uno de los primeros efectos en este cambio de la dinámica poblacional es que, por ejemplo, la demanda de escuelas tanto públicas como privadas disminuirá al mismo ritmo que la población infantil, lo mismo sucede con los servicios de pediatría.
“La población que demanda escuelas ya no crecerá, lo que debería generar un ambiente más favorable para la mejora en la calidad de la educación”, considera la demógrafa, socióloga, académica y presidenta de El Colegio de México, Silvia Giorguli Saucedo.
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El que cada vez haya menos niños en la Ciudad de México abre la posibilidad de ofrecerles mejores condiciones para su desarrollo.
Las escuelas tendrán que cambiar, no sólo en cuanto a calidad, sino también en un punto básico, sus instalaciones.
“Se observa que ciertas construcciones que se utilizaban como jardines de niños o escuelas primarias han empezado a usarse como áreas administrativas y en unos años podrían ser centros de atención para personas de la tercera edad.”, adelanta el estudio Los Grandes Problemas de México elaborado por el Colegio de México y coordinado por la socióloga y demógrafa Brígida García y el actuario Manuel Ordorica.
Los hogares también se transformarán ya que el cambio demográfico “permitirá que la mayoría de los niños que nazcan tengan vivos a sus padres, abuelos y aun a sus bisabuelos. Un niño podrá convivir con sus padres de cinco a seis décadas, cuando a principios del siglo XX sólo convivían 10 o 20 años . Será común observar a tres o hasta cuatro generaciones vivas al mismo tiempo”, aseguran los académicos.
Con el cambio demográfico en la Ciudad de México, será común observar cuatro generaciones vivas al mismo tiempo.
¡Bienvenidos adultos mayores!
Los adultos mayores cada vez están más presentes en el diseño de políticas públicas debido a que es una realidad el incremento en la esperanza de vida.
La Ciudad de México es líder en cuanto al porcentaje de personas de la llamada tercera edad. Apenas hace cinco años 7.8% de los habitantes de la capital tenía 65 años o más; ahora subió a casi 10%.
De hecho, las delegaciones Iztapalapa y Gustavo A. Madero tienen el mayor número de adultos mayores en el país, ya que entre ambas acumulan 270 mil habitantes con más de 65 años.
Otro dato que llama la atención es que la delegación Benito Juárez tiene el promedio de edad más alto de cualquier municipio del país con 38 años, once años más que la media nacional.
Esto se explica en parte porque el porcentaje de menores de 14 años es prácticamente igual al de mayores de 65: 13%, siendo la demarcación con la mayor proporción de personas de la tercera edad sobre el total de la población.
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Este cambio poblacional también tiene consecuencias. Uno de ellos tiene que ver con las finanzas públicas, ya que año con año el gobierno capitalino deberá destinar más recursos al programa de pensión universal para personas de la tercera edad.
Por ejemplo, este año, la cantidad de adultos mayores beneficiarios es de 520 mil, por lo que el gobierno capitalino destinará casi 7 mil 500 millones de pesos, pero si la población beneficiaria aumenta a 600 mil el costo sería de 8 mil 600 millones de pesos, 15% más presupuesto.
Este escenario no es muy lejano, estimaciones del Consejo Nacional de Población apuntan a que, en 2030, el porcentaje de personas con 65 años y más en la Ciudad de México será cercano a 15%.
Otro asunto a resolver para el futuro inmediato será la salud de los adultos mayores, ya que hasta 2012 se tenían registrados sólo 450 geriatras -médicos especializados en atender a personas de la tercera edad- cuando los estándares internacionales sugieren que haya uno por cada 50 mil habitantes.
Este es el paquete que tendrán que recibir las próximas autoridades de la Ciudad de México: menos niños, más adultos mayores.
MÁS INFORMACIÓN: Encuesta Intercensal, INEGI, 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Paquete Económico de la CDMX para 2017, Secretaría de Finanzas, enero de 2017.
