Política monetaria de EU podría presionar liquidez en México

Con apretada liquidez lo más grave sería no contar con recursos para proyectos de gran alcance.
5 Enero, 2015 Actualizado el 19 de Enero, a las 13:08
 Los recursos públicos destinados a pagar la deuda podrían aumentar en 2% o 3% y restarse a otros proyectos.
Los recursos públicos destinados a pagar la deuda podrían aumentar en 2% o 3% y restarse a otros proyectos.
Arena Pública

La política monetaria del país está provista de una serie de fortalezas que le permitirán sortear con mayor ventaja —que otras economías emergentes— el inicio del alza a la tasa de interés de referencia en Estados Unidos que comenzarán este año, coinciden analistas.

Sin embargo, el alza de tasa de interés en Estados Unidos podría comenzar a implementarse en compañía de una serie de circunstancias que colocarían a las finanzas públicas del país en una camisa de fuerza que podría reducir su liquidez.

Se trata de la caída de los precios internacionales del petróleo en poco más de 50% de junio pasado a la fecha; del crecimiento del gasto público y del nivel del déficit que será de 4% del PIB en 2015.

El proceso de normalización de política monetaria en Estados Unidos podría generar un recorte de liquidez global que incremente los costos de la deuda en la medida en la que aumente la tasa de interés y podría meterle presión a unas finanzas públicas mexicanas de por sí ya presionadas, advirtió el director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (Ciep), Héctor Villarreal Páez.

En este contexto, la deuda ampliada del gobierno federal denominada Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público —que ascenderá a su nivel más alto en 2015 al representar 43.3% del PIB— podría generar mucha tensión, señaló el director del Ciep.

Hoy se destina 10% del presupuesto público a la deuda ampliada del gobierno federal a una tasa de interés cercana a cero, pero una mínima alza a la tasa de interés de Estados Unidos, por ejemplo de medio punto base, podría elevar los recursos públicos destinados a la deuda en 12% o 13%, explicó Villareal.

“La consecuencia más grave de un recorte de liquidez es que se convierta en un freno para el crecimiento de la economía”, ya que en los últimos cuatro años —cuando había mucha liquidez— la absorbió el gobierno para financiar deuda, y hoy “cuando se empieza a apretar el mercado financiero es cuando quiere que el crédito fluya al sector privado y no será tan sencillo,” aseguró el director del Ciep.

En otras palabras, explicó Héctor Villareal, en 2015 el gobierno federal se tendrá que apretar el cinturón porque tendrá menos recursos provenientes de la renta petrolera —actividad que representa cerca de un tercio de los ingresos públicos totales— y porque necesitará compensar el dinero extra que tendrá que pagar al servicio de la deuda.

“Si el gobierno tiene proyectos de política pública que quiere financiar no va a tener el dinero para realizarlos… eso nos preocupa, unas finanzas públicas en camisa de fuerza y con menos margen de acción,” sostuvo el director del Ciep.

Un escenario de menor liquidez podría afectar también al consumo de las familias, al impactar negativamente en la contratación de empleos o bien al provocar generación de empleos con menores salarios, agregó el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz Gallegos.

En su última reunión de política monetaria del 17 de diciembre pasado los miembros del Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed por sus siglas en inglés) decidieron “mantener por un tiempo considerable” la tasa de referencia en un rango de 0% a 0.25%.

En octubre pasado se suspendió la compra de bonos que el banco central estadounidense emprendió desde el 2008 para ayudar a Estados Unidos a salir de la crisis.

El siguiente paso para normalizar su política monetaria será subir la tasa de interés que se ha sostenido en niveles cercanos a cero desde esa fecha con el fin de alentar el consumo.

Los miembros de la Fed han dejado en claro que tan pronto como se observe un progreso más acelerado en el nivel de empleo y en tanto la inflación llegue a su nivel objetivo de 2% podría contemplarse la posibilidad de ejecutar antes de lo previsto la primera alza a la tasa de interés.

Hasta hoy analistas han coincidido en que el inicio del alza de tasas se ejecutará hacia la segunda mitad del 2015.

México tiene las condiciones necesarias para soportar la normalización de política monetaria en Estados Unidos, sostuvo el economista senior de BBVA Bancomer, Iván Martínez Urquijo, quien explicó:

Primero, la deuda externa representa sólo el 20% del financiamiento total y se adquirió a tasa fija, por lo que el alza de la tasa de interés de Estados Unidos no afectaría su costo significativamente.

Segundo, el monto de las amortizaciones es relativamente bajo, 3 mil millones de dólares a solventar en 2015 cuando en el 2007 este saldo ascendió a 23 mil millones.

Tercero, el Banco de México está reduciendo la emisión de deuda interna —que representa el 80% del monto total— a 20 y 30 años en mil millones de pesos asumiendo que las tasas van a subir.

No hay factores estructurales que hagan pensar que vaya a haber un escenario “terriblemente adverso”, advirtió el economista senior de BBVA Bancomer, puesto que desde ahora ya se han comenzado a presentar y absorber los efectos de la política de normalización, por ejemplo, la tasa a 10 años subió de 0.5% a 6.1% en México.

Sin embargo, Iván Martínez no descartó que este año se vayan a presentar episodios volatilidad en el tipo de cambio, en las tasas de interés y movimientos en riesgo país en la medida que se acerque la decisión de alzar la tasa de interés “porque estamos en circunstancias que no se habían visto nunca.”

Cuando Estados Unidos alce su tasa de interés México se verá presionado a subir también su tasa a fin de contrarrestar la salida de capitales, incluso a un nivel mayor que el país vecino, pues la volatilidad del tipo de cambio hoy, hace que los riesgos para un inversionista sean mayores, explicó el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico José Luis de la Cruz Gallegos.

Al respecto, el economista de Bancomer descartó una salida masiva de capitales hacia Estados Unidos, pero aclaró que “el apetito por bonos mexicanos se ha venido reduciendo sin que haya habido una salida abrupta, sin embargo ya no se ven los flujos que se veían hacía 2012 sobre todo en mercado de renta fija.”

También el director del CIEP coincide en que es muy poco probable el riesgo de una migración masiva de capitales de México hacia Estados Unidos que además pudiera causar una depreciación del peso, ya que la política monetaria del país hoy es muy sólida.

Entre otras razones porque el Banco de México tiene una enorme cantidad de reservas de tal manera que “podría mandar hasta 10 o 15 mil millones de dólares al mercado fácilmente”, además, un superávit comercial con Estados Unidos y una buena expectativa de entrada de flujos de inversión directa a varios rubros.

Para el director del Ciep la parte que más debería cuidar el país cuando Estados Unidos comience su proceso de normalización de política monetaria es la especulación, el nerviosismo de los inversionistas, ya que mucha de la volatilidad que se ha visto “es más efecto pánico que fundamentos de la economía”.

 

MÁS INFORMACIÓN: Agenda 2015: AICM, los efectos secundarios de un proyecto desarticulado. Nota de Arena Pública del 22 de diciembre del 2014.

MÁS INFORMACIÓN: Agenda 2015: Comienza el ajedrez del Sistema Nacional Anticorrupción. Nota de Arena Pública del 29 de diciembre del 2014.