A dos semanas de Mensaje por la Paz, asoma nuevo conflicto de interés

Al igual que la primera dama, el diario cuestiona por qué fue una constructora y no un banco quién ofreció crédito para comprar la casa.
12 Diciembre, 2014 Actualizado el 15 de Diciembre, a las 11:00
La casa por un valor de 7.5 millones de pesos se ubica en un exclusivo Club de Golf en el municipio de  Malinalco, Estado de México. No hay conflicto de interés, asegura el secretario de Hacienda.
La casa por un valor de 7.5 millones de pesos se ubica en un exclusivo Club de Golf en el municipio de Malinalco, Estado de México. No hay conflicto de interés, asegura el secretario de Hacienda.
Arena Pública

A dos semanas de que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lanzará 10 propuestas para restablecer el Estado de derecho en el país, se asoma un nuevo conflicto de interés en el gabinete.

Ayer el diario estadounidense The Wall Street Journal dio a conocer que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso —al igual que la primera dama— adquirió una casa a un constructor estrechamente vinculado con el presidente de la República, quien fuera beneficiario de un significativo número de contratos cuando el presidente fungió como gobernador del Estado de México.

De acuerdo con los documentos —en manos del diario— el secretario de Hacienda compró a Bienes Raíces H&G SA, propiedad de Juan Armando Hinojosa, una casa de lujo por 7.5 millones de pesos (581 millones de dólares), mediante una hipoteca a pagar por 18 años.

El diario calificó de inusual que Luis Videgaray haya obtenido un crédito de una constructora y no de un banco por 532 mil dólares.

La casa de lujo con 2 mil 804 metros cuadrados se ubica en un exclusivo Club de Golf al centro del municipio de Malinalco, localizado al sur del Estado de México y a 65 kilómetros de su capital Toluca.

La relación entre el constructor y el presidente viene —por lo menos— desde el 2005, cuando Enrique Peña Nieto fue gobernador del Estado de México y Luis Videgaray su secretario de Hacienda, Juan Armando Hinojosa ganó un importante número de obras entre las que se incluye la construcción de un hospital en el municipio de Zumpango por un total de 500 millones de dólares en 2009 y varias carreteras.

Luego, cuando Peña Nieto se postuló a la presidencia de la República y Videgaray fungió como su coordinador de campaña, el Partido Revolucionario Institucional contrató a Hinojosa una unidad de aviones para el transporte del entonces candidato.

También, el partido utilizó una casa de lujo propiedad del contratista como oficina durante esa campaña y aún después de que Peña fuera electo. Incluso, en el 2012 el presidente y su esposa acudieron al funeral del hijo del señor Hinojosa, reportó el diario.

Desde que Enrique Peña Nieto asumió la presidencia las compañías relacionadas con Hinojosa han ganado cerca de 3.4 millones de dólares en contratos para la construcción de diversas obras como un acueducto en Monterrey, carreteras federales y un contrato para renovar el hangar presidencial del aeropuerto del Estado de México, este último que ganó sin someterse a licitación.

“No hubo ningún conflicto de interés. Hice el acuerdo cuando no ejercía un cargo público, el acuerdo estuvo dentro de los parámetros del mercado” sostuvo Videgaray en una carta a The Wall Street Journal.

Sin embargo, el diario enfatizó que la casa fue adquirida en octubre del 2012, dos meses antes de que el presidente tomara protesta y cuando se hablaba de que Luis Videgaray asumiría la Secretaría de Hacienda, sostiene el diario.

En su carta Luis Videgaray admite tener una relación con el contratista desde hace una década “tengo una relación social y de amistad con él y su familia” y explica que después del 31 de enero pasado pagó toda su deuda a la constructora en un pago único “por razones financieras”.

Hace poco más de un mes salió a la luz que la primera dama también adquirió una casa valuada en 54 millones de pesos a la empresa de Juan Armando Hinojosa.

Esta segunda revelación periodística profundiza los cuestionamientos sobre conflictos de interés de la familia presidencial —y ahora también personal de su gabinete cercano— con el contratista.

Lo anterior en un contexto crucial donde el presidente y su gabinete necesitan fortalecer su credibilidad, ya que acaba de iniciar el primer proceso licitatorio para la apertura del mercado de hidrocarburos a inversionistas nacionales y extranjeros como parte de la reforma energética.

Una transformación a la que el gobierno mexicano a apostado demasiado, en la cual a fincado su promesa de crecimiento económico y prosperidad para el mediano plazo.

“El día llegó… es mucho lo que méxico se juega en esta audaz apertura”, declaraba el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, ayer durante la presentación de los detalles de la primera convocatoria de licitación.

Este es el tercer golpe a la credibilidad del gobierno en turno en menos de tres meses, luego de que se conociera la propiedad de la primera dama y la revocación del contrato para la construcción del tren de alta velocidad a la empresa China Railway Construction, bajo la justificación de se suspendía porque era necesario disipar dudas suscitadas en el proceso de licitación.

En los últimos meses la capacidad del presidente ha sido cuestionadas por la prensa internacional y las multitudinarias protestas acaecidas por la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero y la lenta respuesta del gobierno ante esta situación.

Al respecto el diario comentó que se “ha desatado una crisis política para el presidente”.

Hoy Enrique Peña Nieto tiene la aprobación más baja que en las últimas dos décadas ha tenido un mandatario con una aprobación de 39% según la última encuesta del diario Reforma.

 

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