Campañas y promesas de crecimiento

Una cifra que puede resurgir en los próximos meses es la de ofrecer un crecimiento de 6% anual.
9 Octubre, 2023
Campañas y promesas de crecimiento
Campañas y promesas de crecimiento
Econokafka

En un año una nueva Presidente, mujer, estará despachando en Palacio Nacional. Pero como etapa previa habrá una intensa campaña que culminará en la elección de junio, y en los meses anteriores a esta un sinfín de promesas de las candidatas, incluyendo promesas de crecimiento del PIB, sin duda la variable económica más importante.

Un elevado crecimiento trae consigo más empleos, mayores salarios y, por ende, menor pobreza. El problema es que México ha crecido a una tasa muy baja por más de 40 años. El promedio del periodo 1982-2022 es un bajísimo 1.9%. El resultado ha sido, por ende, salarios más bajos y mayor pobreza de lo que hubiera sido el caso con una expansión del PIB más elevada.

 

El mítico 6% anual

Una cifra que puede resurgir en los próximos meses es la de ofrecer un crecimiento de 6% anual. El origen de este número quizá pueda ubicarse con Vicente Fox durante la ya lejana campaña de 2000, en que manejó mucho esa cifra. 

No parecía entonces irrealista, dado que el PIB había crecido incluso arriba de ese nivel en algunos años del sexenio zedillista, incluso quitando el rebote que siguió al desplome de 1995. Por ejemplo, la economía creció 7.2% en 1997, 6.2% al año siguiente y un 5.0% en 2000 (aunque 2.8% en 1999). Pero ese 6% nunca llegó para Fox. El mejor año en materia de crecimiento en ese sexenio fue 2006, con 4.8% (los dos primeros años registraron de hecho un pequeño crecimiento negativo).

Pero nada detiene a los políticos, que prometen como si el crecimiento no dependiera de la inversión privada (en la que pueden influir, claro, pero no mandar) y de la locomotora externa que es Estados Unidos (totalmente fuera de su alcance), aparte de otros eventos inesperados, como fue la Crisis Financiera Global de 2008-09 o la pandemia de 2020-21.

López Obrador no tuvo problema alguno en prometer, en su Plan Nacional de Desarrollo publicado en 2019, un crecimiento de 6% para el último año de su administración y que el promedio anual en su sexenio sería de 4%.

La realidad ha mostrado una vez más que desvanece los sueño económicos. Suponiendo, generosamente, que la economía crece 3% tanto este año como en 2024, el promedio habrá sido 1.1%, el nivel más bajo desde la administración de Miguel de la Madrid. Por supuesto ocurrió la pandemia, pero incluso esa expansión optimista de 2024 sería apenas la mitad de lo ofrecido. El PIB por habitante en 2024 será, con suerte, similar al registrado en 2018, esto es, un crecimiento promedio del PIB por habitante alrededor de cero.

 

Población que crece (mucho) menos

Hay un problema adicional con ese mítico 6%: viene de tiempos ya lejanos en que el crecimiento de la población era mucho más elevado. Desde mediados de la década de 1970 inicia una pronunciada desaceleración demográfica. Las familias con “muchos hijos” pasaron, inicialmente en las ciudades, de ser aquellas con alrededor de 10 hijos a las que tenían cinco o seis, y posteriormente cuatro, y ahora no es extraño tener dos.

Si la población está creciendo 3.2% anual, como ocurría en 1968, el PIB tenía que crecer al mismo ritmo para que, evidentemente, el producto por habitante se mantuviera constante, y más que esa cifra para que creciera. Para 1989 el crecimiento poblacional había caído a 2.0% y en 2016 a 1.0%. El 6% sesentero era, en ese sentido, equivalente a 3.8% hace pocos años. No es una diferencia menor, aunque muchos políticos siguen soñando con ese 6%.

Población mexicana 1951-2022 (%)

Población mexicana 1951-2022 (%)

Fuente: Arena Pública, con datos del Consejo Nacional de Población

 

Actualmente la población está creciendo a 0.8% anual (en 2020 y 2021 se observó incluso una cifra menor por la pandemia), por lo que una expansión anual sostenida del PIB de 3-4% ya sería muy aceptable. Por supuesto, lo que debe buscar todo gobierno es crear las condiciones para un crecimiento elevado y sostenido de largo plazo. Pero “elevado” es relativo, y hace mucho tiempo que el 6% anual es algo utópico.

¿Permeará la realidad en las promesas electorales de 2024? Se sabrá muy pronto con los números que ofrezcan las candidatas y sus argumentos para sustentarlos. En estos momentos, un 5-6% no sería realismo, sino demagogia.

Sergio Negrete Cárdenas Sergio Negrete Cárdenas Doctor en Economía por la Universidad de Essex, Reino Unido. Licenciado en Economía por el ITAM. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Profesor-Investigador en el ITESO. Fue funcionario en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Gobierno de México.

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