Venta de Banamex en fase definitoria con el precio como factor clave
La venta de Banamex, el tercer mayor banco del país por activos, ha entrado en la etapa de definiciones.
Tomando en cuenta los "requisitos" lanzados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el peso de la decisión de los grandes accionistas y del alto mando de Citi en Nueva York, recaerá en el precio, la profundidad del bolsillo, y la capacidad para convocar a los mercados, dicen dos fuentes financieras cercanas a la operación que no pueden ser citadas.
Tres son los grupos conocidos que compiten por quedarse con Banamex, uno de los bancos de mayor tradición y arraigo en México: Banorte, de la familia Hank; Inbursa, de Carlos Slim; y Grupo México, de Germán Larrea. Todos ellos entre los diez empresarios más ricos del país.
Si bien ninguna de las fuentes consultadas se atreve a descartar a algún comprador en las sombras, reconocen que a estas alturas de la operación y dado el tamaño de financiamiento que se requiere, es difícil considerar esta posibilidad.
Se ha mencionado al Grupo Mifel, que preside Daniel Becker Feldman, como un cuarto competidor, pero las fuentes consultadas prevén que éste podría sumarse a alguno de los anteriores. Lo mismo se ha mencionado de los multimillonarios Antonio del Valle Ruiz -dueño de Orbia, socio de Carlos Slim y miembro del Consejo en Grupo México, de Germán Larrea- y de la familia Bailleres, dueños de Peñoles y de la aseguradora GNP.
El presidente López Obrador -AMLO, como se le conoce- ha insistido en varias ocasiones en que el comprador de Banamex sea mexicano, que cumpla sus obligaciones fiscales, que el acervo cultural se quede en México y que tenga suficiente solvencia para proteger a sus clientes.
Si algo ha caracterizado a López Obrador durante su mandato es la defensa, para bien o para mal, de sus ideas preconcebidas y decisiones al respecto. La venta de Banamex por Citi debe ser autorizada por el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para concretarse. En su conferencia matutina del miércoles 17 de agosto, el Presidente dijo que Citi había aceptado que los inversionistas mexicanos tengan preferencia en la compra.
Pero, además, como una concesión para los compradores locales que poseen un banco, debilitó su recomendación inicial de no despedir trabajadores. "Le sugerí -a Jane Fraser, CEO de Citi- que ojalá y en la venta se garantizara el no despido de trabajadores, pero eso como una cuestión adicional", dijo López Obrador ese mismo miércoles ante los periodistas. Quizá fue un guiño de AMLO a Banorte y a Inbursa.
¿Operación de 9 a 11 MDD?
Una de las fuentes consultadas cercana a la operación y que no puede ser identificada por razones legales, dijo que "la operación se va cerrando en un rango que va de los 9 a 11 mil millones de dólares", una vez que Citi envió una señal clara al mercado, y al presidente López Obrador, al desestimar en julio la postulación no vinculante del español Banco Santander por 6 mil millones de dólares. Así, las versiones periodísticas locales sobre los compradores se han concentrado en el interés de Banorte, Inbursa y Grupo México.
"Francamente dudo que vaya a ser una transacción de efectivo, entonces la profundidad de bolsillo y de convocatoria de los mercados a precios -o tasas de interés- razonables y de largo plazo, será clave para ofertas creíbles o realizables hasta el final", dijo un experimentado financiero independiente que pidió no ser citado.
Es en ese horizonte que se fortalece la posibilidad de Germán Larrea, dueño de Grupo México, que se sumó a la lista de postores a inicios de junio, según reveló Bloomberg, después de que la empresa incrementó fuertemente sus ventas y utilidades en 2021 a raíz de que los metales alcanzaran precios récord. Bloomberg dejó entrever que la empresa de Larrea habría estado acumulando efectivo para una eventual compra.
"El único para realmente liderar una transacción de esa dimensión y convocar un sindicato de bancos internacionales para el financiamiento de la operación es GMexico", dijo el financiero independiente consultado. Mientras que fuentes cercanas a Grupo México consultadas para este reporte, aducen como ventajas para su propuesta a la ganancia en competencia y diversificación del sistema bancario nacional y el no endeudamiento adicional para el país a través de la banca, como sería, muy probablemente, el caso de Banorte y Mifel que tienen importantes participaciones de fondos de inversión extranjeros, aumentando el riesgo de un problema sistémico.
Con todo, Larrea y sus aliados financieros del Grupo Bursátil Mexicano (GBM), entre otros, enfrentan el dilema de la competitividad de la prima a pagar, dado que al ser un comprador no bancario no se beneficia de las sinergias, esperando que su eventual administración de Banamex sea mucho más eficiente y rentable que lo que hizo Citi. "El tema de la prima es un factor clave que jugaría en contra de GMéxico, frente a otros como Banorte o Inbursa", dice la otra fuente consultada al tanto de la operación.
Se ha comentado que Banorte, el segundo mayor banco del país por el tamaño de su cartera de créditos y un tirador considerado como uno de los favoritos, enfrentaría importantes duplicidades que tendría altos costos. Sin embargo no todos están de acuerdo. "Lo de la duplicidad (de Banorte) da valor a la nueva entidad por menores costos para operar los mismos ingresos. No le veo problema más allá de las liquidaciones que se incorporan en el precio, pero el efecto neto es positivo", dice el financiero independiente consultado.
Tampoco las posibilidades de Slim deben "subestimarse", como lo señaló un informe publicado el 2 de agosto de Bank of America. Citando el informe, Reuters publicó que la oferta de Inbursa ahora luce "más atractiva que su rival Banorte por tres razones: el precio más alto de sus acciones (que le da una ventaja para financiar una transacción), un menor riesgo de recortes de costos, y el probable respaldo del gobierno mexicano".
La escala de Banorte y las sinergias que podría alcanzar, la convierte en un comprador relevante como para ofertar arriba de los 10 mil millones de dólares, dice una de las fuentes cercanas a la operación.
Quizá no sea el caso de Inbursa -añade el financiero independiente- dado que "solo compran “in the money” es decir activos sub-valuados; ni siquiera, y mucho menos, a mercado". Incluso en un reporte del 7 de julio, el Bank of America señalaba que una compra de Inbursa "enfrentaría riesgos de ejecución considerando sinergias limitadas". Con todo, el banco de inversión de Carlos Slim podría ser la avanzada de un grupo de empresarios interesados "en pagar una prima mayor", dice la otra fuente cercana a la operación.
Sin embargo, será cuestión de bolsillos profundos y de un armado financiero creíble. Los analistas financieros que siguen de cerca a Grupo México ven que Larrea tendría entre 6 y 7 mil millones de dólares de cash disponible para enfrentar la operación, a la vez que no ven problemas para apalancarse ante una propuesta ganadora.
Los tiempos se acortan y se espera que hacia noviembre o diciembre se tenga una oferta vinculante aceptable para la alta dirección de Citi, que -de acuerdo a versiones periodísticas- espera alrededor de 12 mil millones de dólares por la venta de Banamex. Una venta que no vería las autorizaciones regulatorias completas sino hasta el segundo trimestre del próximo año.