Disciplina Amazon precios del mercado minorista en México, ¿a quién beneficia realmente?
Si bien la reducción de precios generalmente resulta como un beneficio para los consumidores, surgen dudas ante la dominancia de grandes empresas como Amazon.
El estudio “El impacto de la entrada de Amazon a México sobre los precios de las tiendas físicas” realizado por los investigadores Raymundo Campos y Aurora Ramírez, ambos del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México (Colmex), así como por el consultor independiente Daniel Ruiz, reveló que existe una relación causal entre la entrada de Amazon al mercado mexicano y la reducción de precios entre un 1% y un 28% en tiendas físicas minoristas.
La reducción, que varía significativamente dependiendo del nivel de penetración del comercio electrónico por región y de los niveles de inclusión financiera, beneficiaría sustancialmente a los consumidores, tanto a los que compran por internet como a los que no lo hacen, aseguran los investigadores y el panel invitado a la presentación del estudio.
Sin embargo, dado que los marketplaces tienen muchos lados además del consumidor, proveedores, productores y minoristas de la línea tradicional podrían verse afectados por esta presión comptetiva, sobre todo ante la dominancia y poder de grandes empresas como Amazon, de acuerdo con un estudio de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) del 2020.
Impacto de Amazon reduce precios hasta un 28%
El estudio, aún en edición para su futura publicación, busca analizar el impacto competitivo de la entrada de Amazon al mercado mexicano a partir de que comenzó a vender productos además de libros y Kindles en 2015, como ropa, muebles y más recientemente alimentos y productos de salud; es decir, busca analizar los efectos en los precios para el consumidor desde que la empresa líder de ecommerce se une a la oferta de estos productos en México.
La metodología consiste en comparar los precios listados de Amazon desde el 2015 con los de los Índices de Precios al Consumidor (IPC) del INEGI del 2015 a 2020. El análisis se hace con estos índices, pero también maneja microdatos de hasta 500 precios de productos comparados manualmente con los de la empresa extranjera.
Asimismo, contempla variables como nivel de penetración del ecommerce y diferencias entre regiones, unas con más o menos acceso a internet e inclusión financiera. No obstante, en cualquier caso “encontramos fuerte evidencia de que la entrada de Amazon en el mercado mexicano tuvo un efecto procompetitivo que ha forzado a las tiendas físicas a reducir sus precios”, dijo Raymundo Campos, quien agregó que la disminución de precios dependerá de dichas variables, es decir, entre más comercio electrónico haya, se reducirán más los precios.
En líneas generales, una vez que el producto comienza a venderse en Amazon, los precios del mismo producto en tiendas físicas disminuyen del 1 al 28%, de acuerdo con la comparación con los IPC, esto independientemente de si las tiendas físicas son o han sido alguna vez vendedores en línea, ya que esta reducción está directamente relacionada con las leyes de oferta y demanda.
No obstante, si el producto es vendido por un tercero que usa la plataforma para comercializar sus mercancías, la variación se reduce de 1 a 7%.
Raymundo Campos explica que Amazon se beneficia del negocio vertical, es decir, ser ellos mismos proveedores y vendedores, para reducir costos y ofrecer un mejor precio, mientras que los terceros necesitan recurrir a ellos por fuera, lo que aumenta costos.
Aurora Ramírez dice que “Amazon disciplina los precios del mercado minorista y esta va aumentando con el tiempo de acuerdo con el análisis por año de microdatos”, es decir, el análisis precio por precio.
Cada mes, los precios de los productos en general se reducen de un 6% a un 7%. Específicamente, los de la comida lo hacen de un 7% a un 20% y los de salud de un 18% a un 20%. A corto plazo, los precios de ropa y muebles no se ven afectados, pero de 5 a más años, tienen una variación negativa de entre 2% y 3%.
Estas variaciones pueden aumentar significativamente en regiones con mayor penetración del comercio electrónico, por ejemplo, en ciudades altamente urbanizadas como CDMX o Monterrey, los precios llegarían a tener una reducción de hasta 36% en general; los precios de comida disminuirían 12%; los de muebles, un 26% y los de salud, 20%.
La competencia beneficiaría a los consumidores, ¿y al resto?
Daniel Ramírez afirma que esto tiene grandes ventajas para los consumidores: “ahora son 0.5% más ricos, y con el efecto creciente podrían verse aún más beneficiados pasado el tiempo”.
“Finalmente, encontramos ganancias en el bienestar social de México estadísticamente significativas al analizar solamente esta disminución de precios, sin tomar en cuenta otros efectos importantes como la mayor variedad de productos, mayor facilidad de compra, eliminación de costos de transacción, etc.”, concluye el investigador.
A pesar de esto, aún surgen dudas de cómo afectaría a esto a las otras partes del comercio, como los productores, otros proveedores y minoristas. José Manual Haro, titular de la Autoridad Investigadora de Cofece y uno de los panelistas invitados, asegura que aún es muy pronto para saber si lo que está ocurriendo implicaría la muerte de estos modelos de negocios o incluso si eso sería necesariamente malo en un futuro.
“Se trata de un proceso de reconfiguración de la industria, si nos va a llevar a un esquema nuevo que implica la muerte del viejo modelo de negocios tradicional o si vamos a tener un esquema donde ambos modelos de negocios convivirían por tiempo indefinido, no sabemos”, opina el especialista, quien concluye su participación diciendo que “hay negocios que claramente van a morir” por una transformación natural del mercado, y que habría que ver el cambio en el mercado laboral en ese momento.
Lo que es indudable es que México es un país que se resiste al cambio en el presente, asegura Rebeca Escobar, titular del Centro de Estudios del IFT y otra de las panelistas, quien dice además que la incursión de Amazon en el país trajo retos junto con los beneficios.
“La transición completa al comercio electrónico requiere de fuertes inversiones a nivel empresa, particularmente entre las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), que se deben adaptar a los nuevos costos para mantener el ritmo de la evolución de las TICs”, señala la especialista.
Los investigadores concuerdan en decir que no se puede saber el impacto negativo en los negocios minoristas, puesto que el estudio se enfoca del 2015 al 2020 y su desaparición podría darse en un plazo mayor a ese.
Cofece preocupada ante la presión de grandes competidores
El “Estudio de competencia en el canal moderno del comercio al menudeo de alimentos y bebidas” realizado por la Cofece en 2020 revela algunas preocupaciones ante la modificación reciente del mercado por parte de Amazon y otros gigantes del comercio electrónico.
Estas empresas “pueden dificultar la entrada o expansión de nuevas plataformas, porque facilitan que el mercado sea propenso a ser dominado por un sólo agente. A esto debe sumarse que el intento de replicar la red de usuarios requiere de tiempo para ganar reputación, así como de gastos de capital considerables”, dice el estudio.
Esta dominancia podría traer efectos desfavorables, como comportamiento anticompetitivo, a tener en cuenta sobre todo ante las demandas antimonopolio contra Amazon en EU, o abusos hacia los proveedores y productores, por lo que requerirían de una regulación y supervisión más estrictas.
Amazon, y otras empresas, al ser proveedores y competidores, serían capaces de identificar los productos que más se venden, crear una marca propia, desplazar al resto del mercado con su influencia y eventualmente reducir de manera significativa la participación de tiendas físicas y minoristas al disminuir sus ventas.
Asimismo, “la elevada concentración favorece el poder de negociación de las grandes cadenas frente a sus proveedores de menor tamaño, lo que podría dañar la eficiencia del mercado en el largo plazo”, dice el estudio.
Algunas empresas tienen prácticas comerciales que provocan en sus proveedores incertidumbre y costos imprevistos, además de que les transfieren el riesgo de que no se vendan los productos que el minorista ya adquirió. Entre dichas prácticas están pagar fuera del plazo establecido, aplicar cargos no negociados o devolver mercancía sin acuerdo previo. Los pequeños proveedores son los más afectados por estas prácticas porque no cuentan con los suficientes recursos para hacerles frente.
Sin olvidar los abusos hacia sus trabajadores para mantener el ritmo de comercio y de competencia que ofrece Amazon, que los llevó a crear un sindicato desde el 2020, o el cobro de una tarifa por referencia por cada artículo vendido entre 8% y 20% dependiendo la categoría.
De cualquier forma, “en términos generales, es indispensable promover mediante políticas públicas y regulatorias mejores condiciones de innovación, concurrencia y competencia en el canal moderno, pues esto se traduciría en una mejora en el bienestar de las familias mexicanas. Cualquier esfuerzo en este sentido, en cualquier orden de gobierno, es pertinente y relevante”, recomienda Cofece.