México no es el único, Colombia y Guatemala también vieron récord en remesas
México registró ingresos récord por remesas durante el 2020, pero no fue el único país de la región que contravino las estimaciones del Banco Mundial (BM) para la región de América Latina y el Caribe de abril pasado.
Los 40 mil 607 millones de dólares que recibieron los mexicanos de familiares que viven en Estados Unidos, fueron contrarios a la tendencia esperada por el BM, que había estimado una disminución de 19.3% para la región Latinoamérica.
Otros países como Colombia, República Dominicana, Guatemala y El Salvador también alcanzaron cifras récord en la recepción de remesas según datos de sus bancos centrales. El aumento anual fue de 12%, 16%, 8% y 4%, respectivamente. Las cifras crecieron a pesar de las fuertes caídas que registraron los países latinoamericanos en el periodo de marzo a mayo, a excepción de México.
Según el Anuario de Migración y Remesas 2020, elaborado por BBVA Research y el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en abril los ingresos por remesas se desplomaron 40% en República Dominicana y 38.7% en Colombia. México solo tuvo una ligera caída de 2.6% en el mismo mes, que fue seguido de un proceso de recuperación acorde a la tendencia regional.
La tendencia alcista en el envío de remesas de los migrantes mexicanos y latinoamericanos no es nueva. Si bien en 2020 las remesas que llegaron a México crecieron 11.4%, ya acumulan 5 años consecutivos rompiendo récord, afirma BBVA Research en un análisis publicado ayer. "En términos reales, convirtiendo por el tipo de cambio y descontando el factor inflacionario, las remesas se incrementaron 20.6%", escribe Juan José Li, analista del BBVA Research.
Marzo marcó la diferencia para México
El mes de inicio de la pandemia en América, fue clave para México pues representó el pico de las remesas, hecho que pareció contrario a la inestabilidad del mercado laboral estadunidense en ese momento.
Alberto Ramos, economista en jefe para México de Goldman Sachs, planteó que el pico mexicano registrado en marzo surgió del temor a quedar sin trabajo debido a las restricciones por el COVID-19.
“Quizás por temor a un deterioro significativo de las perspectivas de empleo e ingresos en los Estados Unidos, muchos trabajadores pueden haber capitalizado en un nivel favorable de tipo de cambio para enviar parte de sus ahorros acumulados a México”, dijo Ramos.
La percepción del economista fue acertado, pues tan solo al mes siguiente se registraría un fuerte aumento en la tasa de desempleo de la población migrante mexicana de 6.2% en marzo a 17.0% en abril. Fue la segunda mayor, solo por debajo de la centroamericana con 23.0%.