El bolsillo de los mexicanos dará el grito este 15 de septiembre; precios se disparan
Festejar las fiestas de independencia con los tradicionales antojitos mexicanos, sacará un grito al bolsillo de los comensales. Y es que los ingredientes para elaborar los platillos típicos del país han visto incrementos de precios desusados en los últimos meses.
Empezando por la tortilla y la masa de maíz, imperdibles en cualquier mesa mexicana. Sus precios se dispararon 15.24% y 11.93%, respectivamente en comparación con hace doce meses, según reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
La masa de maíz es la base para elaborar enchiladas, sopes, huaraches, tacos y otros alimentos tradicionalmente vendidos en las llamadas “kermeses” y que, además, son generalmente fritos, es decir que en su elaboración se usa una gran cantidad de aceites comestibles y cuyo precio se ha disparado recientemente.
Inegi reporta que los aceites y grasas vegetales se encarecieron 3.59% en agosto y fueron de los productos de mayor impacto en la inflación mensual. Pero ya, desde el inicio de la pandemia, el precio de los aceites se disparó 29.73%, y tan solo de enero a agosto su precio es 20.55% mas alto.
Efecto guacamole en agosto
Pero la cocina mexicana es famosa en el mundo por su variedad de ingredientes, muchos de los cuales se usan profusamente en estos días de festejos patrios y cuyos precios se han visto fuertemente impactados en los últimos meses.
Los precios de algunos de los alimentos más utilizados en la cocina mexicana como jitomate, aguacate, cebolla y chile serrano, han sufrido fuertes incrementos en los últimos meses causando lo que describió Julio Santaella, presidente del Inegi, como el “efecto guacamole”.
Las frutas y verduras sin procesar son parte de la llamada inflación no subyacente, o básica, que reune a los bienes que tienen los precios más volátiles del mercado. En su caso, la volatilidad está originada por la fuerte dependencia estacional de los precios, relativas a las temporadas de siembra y cosecha.
Sin embargo, este año ha sido anormal al registrarse picos de precios en meses cuando normalmente no los hay, posiblemente presionadas por los efectos de las condiciones climatológicas adversas en el país como la sequía e incluso los recientes huracanes.
“Los [bienes] agropecuarios siguieron presionados (2.0%), en especial frutas y verduras (3.9%). No descartamos un impacto inicial de los huracanes Grace, Nora y, en menor medida, Ida”, señaló en un flash informativo el grupo de análisis económico de Banorte.
El jitomate, el producto más representativo de este grupo, registró su mayor nivel de precios para un julio desde 2017, luego de un primer semestre al alza, a diferencia de años anteriores, cuando el incremento se daba a partir del segundo semestre del año.
Durante agosto su precio comenzó a estabilizarse, sin embargo, otros productos han continuado con incrementos desbocados y comportamientos diferentes al de años anteriores. En el caso del chile serrano, la cebolla y el aguacate, los picos alcanzados en fechas recientes son menores a los de hace dos años, sin embargo también registraron fuertes aumentos mensuales en meses en los que comúnmente su precio va a la baja.
El chile serrano lideró en agosto como el producto cuyo precio más presionó al alza con un incremento mensual de 46.86% y con 0.043 puntos de incidencia en el INPC%. Le siguió el aguacate, con un alza de 12.06% y 0.032, y luego la cebolla con 14.95% y 0.028 puntos de incidencia en el INPC.
Familias más pobres, las más afectadas
Si bien el consumo de antojitos es mayor en septiembre por motivo de las fiestas patrias, los productos que se han encarecido forman parte de la alimentación cotidiana de los mexicanos, por lo que los incrementos de precios seguirán afectando a las familias aún pasadas las fiestas.
El daño será especialmente importante para los hogares de menores ingresos, pues según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto en los Hogares (ENIGH) 2020, en los estados más pobres del país, como Oaxaca y Chiapas, por cada 100 pesos gastados, el gasto en alimentación representa 43.00 y 41.50 pesos. En otros como Baja California, el de menor tasa de pobreza, solo representa 32.00 pesos.
El impacto del alza de precios en alimentos sobre estos hogares es mayúsculo, dañando su capacidad de compra. El Inegi calculó para agosto que el Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo -que sustituyó en 2020 al Índice de Precios de la Canasta Básica, y que está conformada por 176 bienes y servicios que surgen de las canastas del Coneval- creció 6.39%, muy por arriba del índice general de precios.
El presidente López Obrador ha instado al Banco de México (Banxico) y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a trabajar desde sus atribuciones para proteger la economía de las familias y para ello determinó controlar los precios del Gas LP a través de topes máximos de precios y de la creación de Gas Bienestar, una paraestatal operada por Pemex para producir y distribuir el combustible.
Sin embargo, el efecto ha sido transitorio y limitado. “Como estaba previsto, la inflación general se redujo por efecto de topes a los precios del gas. Sin embargo, la inflación genuina (subyacente) sigue cuesta arriba. General disminuye a 5.59% de 5.81%, y subyacente sube a 4.78% de 4.66%” comentó Alfredo Coutiño, economista en Jefe para América Latina de Moody´s Analytics.