Acapulco devastado por violencia; legalizar drogas propone Zedillo
¿Por qué es importante? En más de una década, la política de combate a las drogas no ha dado resultados, en cambio la violencia ha empeorado; 2018 se perfila para ser el año más violento en la historia reciente de México.
¿Qué sucedió? Ante la sospecha de probable infiltración de grupos delictivos en los cuerpos policíacos de Acapulco, el 25 de septiembre la Secretaría de Marina tomó control de la seguridad en el municipio y arrestó 18 policías, entre ellos, dos mandos que tenían orden de aprehensión por el delito de homicidios.
Las cifras hablan: En los primeros ocho meses de 2017 se contabilizaron menos de 200 homicidios, sin embargo, para 2017 la cifra se volvió a disparar a cerca de los 600.
Entre marzo y agosto de 2018, Acapulco tiene una tasa anualizada de homicidios de 98.7 por cada 100 mil habitantes, colocándolo como la 15 localidad más violenta del país, de acuerdo con el investigador Diego Valle-Jones.
El robo de auto con violencia creció en los últimos dos años en la ciudad costera para ubicarse como el principal delito del que se tiene registro.
Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
Lo que están diciendo: De visita en México, el expresidente Ernesto Zedillo, junto con académicos del Centro de Investigación de Docencia Económica (Cide), presentaron una propuesta para legalizar las drogas en el país.
Si la guerra contra las drogas ha fracasado a nivel mundial, en México ese fracaso se ha convertido en una tragedia nacional.
Detallan que la primera droga que debe ser regulada es el cannabis y que existen distintos modelos para lograrlo, desde el libre comercio hasta el monopolio estatal, aunque independientemente del modelo, lo más importante serían medidas en cuanto a:
A) Envasado y etiquetado: medidas como el embalaje a prueba de niños, advertencias sanitarias claras y explícitas, etiquetado de contenido (potencia e ingredientes) y empaquetado genérico.
B) Publicidad, promoción y patrocinio: prohibir toda publicidad, promoción y patrocinio de productos de cannabis, conforme a las mejores prácticas internacionales en control del tabaco.
C) Impuestos: establecer un sistema tributario que mantenga el precio suficientemente bajo para que los consumidores no regresen al mercado negro y lo suficientemente alto como para desalentar el uso al margen.
D) Regular las modalidades de uso: establecer medidas como los espacios libres de humo -conforme a las mejores prácticas internacionales desarrolladas en el caso del tabaco- y prohibir absolutamente el conducir “bajo la influencia”.
E) Regulación del producto e ingredientes permitidos: Tipo comestibles, lociones, concentrados, además de cualquier producto mezclado con nicotina u otras substancias adictivas, así como los niveles de potencia.
F) Regular la distribución y la venta: incluye número y tipo de tiendas, lugares donde pueden establecerse, restricciones de uso en el sitio, edad mínima, límites de ventas y quién puede vender o cultivar con fines comerciales
Los investigadores también sugieren que los opioides deben ser incorporados al mercado legal, pero bajo una regulación más estricta.
Para el caso de la cocaína, ofrecen una única recomendación: un monopolio estatal de cultivo, producción, importación y venta, debido a la poca experiencia internacional que se tiene en este ámbito.
El factor más importante: “La extrema debilidad del estado de derecho en México es su más grave problema”, de acuerdo con los especialistas. Sin embargo, “abordar los graves males derivados del tráfico ilícito de drogas requiere el abandono total del paradigma de prohibición que ha orientado las políticas de drogas durante el último siglo en México y, prácticamente, en cualquier otro lugar del mundo”, concluyen.
MÁS INFORMACIÓN: La política de drogas en México: causa de una tragedia nacional, septiembre de 2018