El vaso medio lleno (o vacío) del arte contemporáneo
Una explicación conceptual detrás de un objeto de la vida cotidiana podría convertirlo en pieza de arte.
Esta tendencia de convertir lo cotidiano en arte inició -según teóricos de arte- con “La fuente” (1917) de Marchel Duchamp, quien en su papel de artista colocó un urinario en una galería de arte y, de esta forma, el objeto cambió de status a una obra de arte.
Lo que empezó como un chascarrillo o una interrogante acerca de qué es lo que da a un objeto el status de arte, desembocó en una forma de hacer arte, que al día de hoy predomina en los museos.
En la actualidad es común encontrar en los museos y galerías piezas como “Vaso de agua medio lleno” (2006), de Wilfrido Prieto. Se trata de un vaso con 200 ml de agua medio lleno –o medio vacío- según la perspectiva de espectador, cotizado en 20 mil euros.
O la obra del famoso artista, Damien Hirst, en la que predominan los puntos de colores. El artista incluso ha declarado que él no realiza todas las obras, sino que las hacen personas a su cargo y él sólo las firma. Y ha expresado cosas como: “Convertirse en una marca es una parte importante de la vida”.
Incluso han sucedido eventos acalorados, como el muy sonado caso del Museo Bolzano de Milán cuando una trabajadora de limpieza confundió la obra “¿Dónde vamos a bailar esta noche?” con desperdicios.
En México uno de los artistas más reconocidos dentro de este ámbito es Gabriel Orozco. Una de sus obras más polémicas fue el montaje de un Oxxo dentro de la galería Kurimanzutto.
Piezas de este tipo dominan el mundo del arte y hay miles de ejemplos que se podrían enlistar.
Esta tendencia del arte ha puesto sobre la mesa la discusión acerca de ¿qué es el arte? Ya que se trata de objetos fácilmente imitables, que distan mucho de las características de las obras clásicas de los grandes maestros del arte como Velázquez, Goya o Picasso.
En México, Avelina Lésper, crítica de arte, es la más incisiva al respecto. En varias entrevistas ha declarado que este estilo del arte contemporáneo es una farsa, que ha robado espacio a otros trabajos artísticos de calidad.
Sin embargo la tendencia del vaso medio lleno –o medio vacío- sigue creciendo en los museos, galerías y ferias más importantes de arte en el mundo.
En la Ciudad de México, puedes visitar la exposición Luna y Sol curada por la crítica de arte Avelina Lésper, en el Antiguo Colegio de San Idelfonso. Y conocer un poco más de su pensamiento sobre el arte en las visitas guiadas que ofrecerá la crítica de arte; los jueves 11 y 18 de octubre, a las 17:00 horas, y el martes 23 de octubre, a las 18:00 horas.
O si gustas del estilo contemporáneo del arte, el Museo Jumex muestra la exposición Determinaciones de proporción, del artista Franz Erhard Walther, en la que podrás interactuar con las obras y el espacio.