El ganadero que salvará a Pemex, según López Obrador
Octavio Romero Oropeza será el nuevo director general de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Así lo anunció el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el viernes 27 de julio en conferencia de prensa. En ese mismo acto, dio a conocer que Manuel Bartlett –un ex priista quien fuera secretario de gobernación con el presidente Carlos Salinas de Gortari- sería el nuevo director general de la Comisión Federal de Electricidad. Así, ambos políticos dirigirán las dos mayores empresas del estado mexicano.
Las críticas no se han hecho esperar, particularmente sobre la designación de Manuel Bartlett por su ampliamente difundida intervención en las elecciones de 1988 -mejor conocida como ‘la caída del sistema’- en la que Salinas de Gortari resultó vencedor por sobre el izquierdista Cuauthémoc Cárdenas en un muy cuestionado resultado.
Sin embargo los reflectores sobre Romero Oropeza, quien dirigirá Pemex, no han sido tan abundantes.
Romero Oropeza, de 59 años, es un ingeniero agrónomo egresado del Colegio Superior de Agricultura Tropical de Cárdenas, Tabasco. Su labor en el sector privado se circunscribió al estado que también vio nacer a López Obrador. Entre 1982 y 1987 trabajó en el área de ingeniería agropecuaria del ex banco Serfín y –simultáneamente- dio clases de matemáticas en el CCH de Tabasco, así como en la Universidad Juárez de la entidad sureña.
En 1994 se hizo notoria su carrera política al ser designado consejero nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional. Siendo López Obrador presidente nacional del PRD, Romero Oropeza fungió como presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRD entre 1998 y 2000. También fue diputado federal.
Cuestión de confianza
Octavio Romero es un hombre de confianza de López Obrador. De la presidencia estatal en Tabasco saltó a la Oficialía Mayor invitado por el ya Jefe de Gobierno del Distrito Federal entre 2000 y 2005. Allí Oropeza implementó una serie de recortes al gasto del gobierno capitalino prometidos por López Obrador durante su campaña.
La confianza que le ha otorgado el ahora presidente virtual de México es a prueba de balas. De Octavio Romero se ha cuestionado el origen de su patrimonio, además de su capacidad profesional. En 2017 fue denunciado en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por presunto enriquecimiento ilícito junto con su esposa, María Eugenia Lozano, quien también es diputada local en la Ciudad de México.
Los críticos han preguntado en redes sociales, cuánto sabe Octavio Romero de la industria petrolera y de dirigir una empresa del tamaño e importancia de Pemex. Su currículum no lo muestra. Más bien Romero Oropeza es un político también dedicado a la ganadería en Tabasco.
Pero para la misión delicada de enfrentar la grave situación financiera, laboral, sindical y corporativa de Pemex, López Obrador escogió a Romero Oropeza. Solo es cuestión de confianza personal.
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¿Qué dice la ley de Pemex?
Legalmente la designación de Octavio Romero Oropeza al frente de Pemex es, por lo menos, discutible. Pero no será la primera vez que ello se cuestione en un nombramiento de este calibre.
La Ley de Pemex en sus artículos 47 y 20 señalan que el director general de la empresa deberá: “Contar con título profesional en las áreas de derecho, administración, economía, ingeniería, contaduría o materias afines a la industria de los hidrocarburos, con una antigüedad no menor a cinco años al día de la designación”.
Y agrega la disposición legal (artículo 20): “Haberse desempeñado, durante al menos diez años, en actividades que proporcionen la experiencia necesaria para cumplir con las funciones de consejero de Petróleos Mexicanos, ya sea en los ámbitos profesional, docente o de investigación”.
Firma del Acuerdo de Revisión Salarial entre el director general de Pemex, Carlos Alberto Treviño, y el líder sindical, Carlos Romero Deschamps, el 25 de junio de 2018
El hecho es que la petrolera del Estado enfrenta una grave crisis, con una producción descendente y pérdidas netas que en el segundo trimestre alcanzaron 8 mil 800 millones de dólares a pesar del incremento en los precios petroleros. Una pérdida histórica. Ante esta situación, López Obrador ha prometido inversiones públicas en el sector petrolero por 4 mil millones de dólares buscando ‘revivir’ a Pemex.
A la cabeza de este plan de salvamento de la empresa del Estado, López Obrador ha puesto a Octavio Romero Oropeza. Los inversionistas no parecen estar aún del todo convencidos y ayer los bonos de Pemex cayeron más de 3 por ciento en los mercados.
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