Artz Pedregal solo es la punta del iceberg de la corrupción inmobiliaria en la CDMX
Como si la Ciudad de México viviera en una historia que se repite sin fin, cada que una obra se derrumba sale a relucir el principal sospechoso: la corrupción en el desarrollo inmobiliario.
El edificio Artz Pedregal es tan solo el último caso en que se apunta a la corrupción inmobiliaria como la causante del derrumbe de un edificio, misma que salió a la luz tras los cientos de fallecimientos del terremoto del 19 de septiembre del 2017.
Sin importar la oposición de los vecinos, los miles de árboles talados o estar ubicada a pocos metros de distancia de la presa Anzaldo, Plaza Artz se inauguró en marzo bajo el beneplácito del entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Inauguración de la Plaza Artz el 8 de marzo de 2018
Con una inversión de 4 mil 867 millones de pesos, Artz Pedregal fue desarrollado por Grupo Sordo Madaleno, mientras que la ingeniería estructural de la obra estuvo a cargo de Grupo Riobóo, mismo al que se le adjudicaron directamente los proyectos de preinversión del segundo piso de periférico, durante el mandato de AMLO.
La obra fue objeto de polémica durante su construcción, vecinos de la zona protestaron en diversas ocasiones por lo peligrosa que podría llegar a ser. En 2016 durante la excavación del desarrollo, un socavón se abrió en la lateral de periférico poniendo en peligro a peatones y automovilistas.
Socavón a un costado de Plaza Artz
La Ciudad de México tiene un déficit de áreas vedes. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda 16 metros cuadrados (m2) de área verde por habitante, lejos de eso, la CDMX tiene 12 m2 y en algunas delegaciones incluso 3 m2.
Te puede interesar: CDMX activó 159 veces la Alerta Amber en junio, solo 19 niños fueron encontrados, 12 de julio del 2018
No obstante la precaria situación, para construir Artz Pedregal los desarrolladores talaron 57 mil árboles que se encontraban. Como medida de compensación pagaron 9 millones de pesos y se comprometieron a sembrar mil árboles en el Pedregal, según informes de prensa.
Ubicación de Artz Pedregal antes de su construcción. Vía Google Maps.
Sumado a lo anterior, la plaza ahora derrumbada se encuentra a un costado del río Magdalena y a menos de 150 metros de la presa Anzaldo, considerada área verde por el Programa de Desarrollo Urbano de la delegación Álvaro Obregón, y en donde la corrupción inmobiliaria también abunda.
La presa y sus orillas son zonas federales en los que, por protección de la ciudadanía, no deberían existir obras, de acuerdo con un artículo de opinión publicado en El Universal por el Ingeniero Químico-Metalúrgico José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua entre 2006 y 2012.
Entre la presa y el periférico existen diversas obras que deberían ser demolidas inmediatamente al poner en riesgo la vida de miles de familias, sugiere el Ingeniero Luege.
Presa Anzaldo en verde y Ubicación de Plaza Artz. Fuente: Programa Delegacional de Desarrollo Urbano
Aunque el derrumbe de Plaza Artz no dejó víctimas mortales que reportar, la corrupción inmobiliaria es un peligro latente para la ciudad como se constató en el último gran terremoto.
El sismo que afectó a la Ciudad de México el 19 de septiembre del 2017 dejó un saldo de 369 víctimas mortales de acuerdo con la Secretaría de Gobernación, muchas de estas se podrían haber impedido de no ser por la corrupción.
Te puede interesar: Veolia, la empresa que quiere 'gobernar' el mundo
Casos como el del Colegio Enrique Rébsamen dónde se reportaron 37 niños muertos, o el del edificio Álvaro Obregón con 49 decesos reportaros, se hubieran evitado de no ser por la corrupción.
En aquella ocasión varios centros comerciales también reportaron víctimas: dos personas murieron en el centro comercial Galerías Coapa, otras dos en el Palacio de Hierro ubicado en la colonia Roma Norte y tres víctimas más en el Walmart de avenida Acoxpa.
MÁS INFORMACIÓN: #MapaContraelOlvido: reporte oficial de víctimas en CDMX; 11 puntos mortales no se mencionaron, Animal Político, 7 de octubre del 2017
