Edomex y CDMX a la cabeza de violencia obstétrica, cuatro de cada 10 mujeres la padecen
Es precisamente el día en el que dan a luz a una vida, cuando a una de cada tres mujeres en el país les violan sus derechos humanos.
“Cuando estés en el hospital, no te quejes. A las que gritan y patalean es a las que peor les va”. Este fue el consejo que la madre de Griselda le dio en 1994 y que aún parece tener vigencia.
El retraso en la atención médica por gritar o quejarse, es una de las violencias obstétricas más comunes en las salas de maternidad de México. Una de cada 10 mujeres que da a luz lo sufre, cifra que de manera anual se traduce en un estimado de 206 mil 846 mujeres, de acuerdo con datos del Inegi.
Los regaños, burlas, ironías, insultos, amenazas, negaciones o aplazamientos de tratamiento urgente, así como la indiferencia o a la falta de información respecto a las decisiones que se toman respecto a su parto, son también parte de la violencia obstétrica, una violación de derechos humanos, de acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS).
Al 11% de las mujeres les gritan o regañan durante su proceso de parto, revela la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 de Inegi, pero los testimonios recogidos por el Instituto Nacional de Salud Pública lo representan.
Mire señora, usted ya es una mujer adulta, cuando se embarazó no tuvo que pedir permiso a un familiar. Aquí no puede pasar nadie.
La evasión de las preguntas de la madre ante algo relacionado con el bebé es la tercera manifestación de violencia obstétrica más común en el país, 10% la padecen. Además, 9.2% de las mujeres son forzadas a aceptar dispositivos anticonceptivos u operaciones que les impiden otros embarazos.
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Yo soy madre soltera y no tengo pareja, y les dije que no quería controlarme con nada y la enfermera me dijo: para que te atendamos aquí es un requisito que te pongas el DIU y tienes que firmar. Cuando ya había nacido mi bebé, entró la doctora y me preguntó si había firmado el documento y le dije que sí pero que no quería, y me dijo lo mismo: que era un requisito.
Y es que cuando una mujer entra a una sala de parto, su vida y la de su hijo están en manos de las enfermeras y doctores que se encuentren en la clínica de salud u hospital, lo que crea una relación asimétrica que dificulta el ejercicio de los derechos básicos de la mujer, comentó la doctora Laura Belli, en la revista Redbioética de la Unesco en 2013.
Al reducirse las posibilidades de valerse por sí mismas, la autoridad de los médicos se encuentra en pleno control sobre la voluntad de las mujeres.
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El perfil de la víctima
Sin importar el tipo de atención médica, los casos de violencia obstétrica se dan desde en centros de salud, pasando por consultorios médicos particulares, hasta por hospitales públicos y privados.
No obstante, los hospitales y clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son el lugar donde más mujeres reportaron haber sido agredidas en el proceso de parto, 40% de las que se atendieron con esta institución lo aseguró, de acuerdo con la Endireh 2016.
Le siguen otras clínicas u hospitales públicos en segundo lugar con 38.8% y en tercer lugar los centros de salud.
Respecto a la atención privada, el 18% de las que se atendieron en un hospital o clínica privada fue maltratada por el personal, al igual que el 17.7% de aquellas que tuvieron a su bebé en un consultorio médico particular, asegura la encuesta.
Las mujeres que más se ven afectadas son usualmente las de 15 a 24 años, pues 37.7% de ellas reportó algún maltrato, le siguen las de 25 a 34 años con 32.9% y después las mujeres mayores de 35 años, en cuyo estrato el 27.7% padecieron de violencia obstétrica.
El Estado de México y la Ciudad de México es en donde un mayor porcentaje de mujeres reportan esta clase de maltratos, pues casi el 40% de las mujeres que dan a luz en estas entidades sufren de violencia obstétrica. Lo que significa que a cuatro de cada 10 mujeres que están a punto de ser madres se les violan sus derechos humanos el día en que nacen sus hijos.
Chiapas es el estado donde menos se dan esta clase de incidentes, de acuerdo con el Inegi, a pesar de ello, el 20% de las mujeres que dieron a luz en los últimos cinco años lo aseguró, es decir dos de cada 10 de ellas.
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La violencia obstétrica como delito
De las 32 entidades del país, solo cinco tienen tipificada la violencia obstétrica como un delito.
Guerrero, Chiapas y Veracruz la tipificaron desde antes de mayo 2015, de estos, Guerrero tiene una presencia de violencia obstétrica del 26.3%, la segunda más baja del país. Chiapas cuenta con la más baja con el 20% y Veracruz se encuentra entre las primeras 10 entidades con mayor prevalencia de esta clase de violencia contra la mujer, con 35.9%.
Solo cinco entidades de 32 tienen tipificada la violencia obstétrica como un delito.
Recientemente el Estado de México, la entidad con mayor violencia obstétrica, y Quintana Roo, con una prevalencia de 31.9%, la tipificaron en sus respectivos códigos penales.
Las penas suelen ir de tres a seis años en los casos de Estado de México, Veracruz y Quintana Roo, de dos a ocho en Guerrero y de uno a tres años en Chiapas.
En la Ciudad de México, la violencia obstétrica ya fue incorporada como uno de los diferentes tipos de violencias en contra de las mujeres, esto dentro de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Distrito Federal, el pasado 11 de julio de 2017.
MÁS INFORMACIÓN: Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 de Inegi.
MÁS INFORMACIÓN: El abuso hacia las mujeres en salas de maternidad: nueva evidencia sobre un viejo problema, Instituto Nacional de Salud Pública, 2013.