Elementos para el análisis del endeudamiento de México 2018-2024

El incremento de deuda propuesto por el gobierno no es el anuncio de un diluvio.
21 Septiembre, 2023
Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda (Foto: Gobierno de México)
Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda (Foto: Gobierno de México)

La deuda es un instrumento para suavizar el consumo en el tiempo. Las familias obtienen préstamos hipotecarios, automotrices y refaccionarios; las empresas la utilizan para inversión; y, los gobiernos para suavizar en el tiempo las necesidades de gasto.

No obstante, uno de los principios más viejos en finanzas públicas es que los gobiernos deben endeudarse con propósitos de inversión (Bagehot 1876; Bastable 1892).1 El principio proviene de la mera naturaleza de la deuda pública, debido a que este instrumento permite suavizar el consumo de manera que las generaciones futuras también puedan disfrutar de los frutos de la inversión.

Este último es el argumento que la Secretaría de Hacienda ha dado para justificar el endeudamiento adicional de 1.5 puntos porcentuales del PIB, pues arguye que los recursos se destinarán a completar la obra pública pendiente. Desde el punto de vista de los principios de finanzas públicas, la SHCP está en lo correcto. Así, el primer elemento, al menos en discurso es el correcto.

Segundo, es el nivel de deuda total. Acá el concepto de sostenibilidad fiscal es relevante. En un artículo reciente la estimé hasta 2020 y concluí que la situación fiscal de México es insostenible. Esa conclusión no ha cambiado. No obstante, este fenómeno existe desde hace al menos 15 años. En general se explica por los pasivos contingentes (pensiones) que tiene nuestro país.

Dicho esto, el incremento propuesto de deuda total como proporción de PIB va de 46.4 a 48.5% del PIB (discrepo de analistas financieros que dicen que utilizar este indicador es tendencioso. En ese caso, sería igual decir que la recaudación como proporción del PIB es tendenciosa). Lo preocupante es que varios (o muchos) analistas han analizado el incremento de la deuda en valores absolutos y concluyen que es histórico. Pues lo es de manera natural pues en valores nominales muchas de las variables se incrementan históricamente año con año alcanzando niveles históricos. Por ejemplo, esos mismos analistas no reparan que la recaudación tributaria en valores absolutos es histórica (y casi cada sexenio). Este fenómeno siempre va a existir. Por ello se utiliza valores relativos, en este caso el PIB. Más aún esta proporción es la que refleja la probabilidad de repago.

Desde mi perspectiva, dentro de la insostenibilidad fiscal que existe en el país, el aumento futuro de superávit primario sería de 0.355% como proporción del PIB, es decir, no hace mucha diferencia.

Se tiene que decir, en 2007 el nivel de deuda era de alrededor de 17% del PIB. Calderón la casi duplicó a 32%, y Peña la aumentó a 44.4%. Esta administración es la que menos la ha aumentado bajo la medición del PIB (poco menos de 4 puntos porcentuales). En suma, creo que el análisis realizado por algunos analistas financieros es poco riguroso.

Finalmente, la estructura de la deuda. Esta es importantísima. Recuerde amable lector que la crisis de la deuda de 1994/95 se debió a un problema de estructura de deuda, donde estaba concentrada en corto plazo (¡plazos de 3 meses!) e indizada a tipo de cambio. No fue ocasionada por el nivel de deuda, pues teníamos 27% del PIB de este indicador.

Actualmente la externa es el 15% del total mientras que la interna es de 85%. Más aún, la interna no está indizada al tipo de cambio. Esto le reduce riesgo soberano al caso mexicano. Segundo, las tasas son fijas, pero lo importante es que son de largo plazo. La interna tiene un vencimiento de 8 años, y la externa de 19. Esto es un perfil que difícilmente representa una tormenta perfecta como algunos analistas afirman.

Del lado negativo, es claro que el aumento tiene tintes electoreros, eso también es innegable. Pero no es el anuncio de un diluvio. La crispación política no permite ver los puntos objetivamente


1/ Bagehot, W. 1876. Lombard Street: A Description of the Money Market. London: Henry King and Co. Reprinted by the Library of Economics and Liberty 2014.  Bastable, C. F. 1892. Public Finance. London: Macmillan and Co. Limited.

Fausto Hernández Trillo Fausto Hernández Trillo Investigador y académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Experto en finanzas públicas, macroeconomía y sistema financiero. Investigador Nacional Nivel III. Doctor en Economía por la Universidad Estatal de Ohio, EU, y profesor visitante en universidades de México y Estados Unidos. Autor de 3 libros y de decenas de artículos académicos. Conferencista y consultor de organismos internacionales y del gobierno mexicano y galardonado con el Premio de Economía Latinoamericana "Daniel Cosío Villegas".