Cines, teatros, restaurantes,... rezagados a casi tres años de la pandemia

El 2022 no fue suficiente para el "regreso de la alegría" pues los servicios de recreación no lograron recuperarse en este año de reapertura total, agravada aún mas por la inflación, por lo que la tema se ve aún lejana.
26 Diciembre, 2022 Actualizado el 26 de Diciembre, a las 17:50
Las salas de cine siguen estando muy por debajo de su capacidad previa a la pandemia (Foto: Pexels)
Las salas de cine siguen estando muy por debajo de su capacidad previa a la pandemia. (Foto: Pexels)
Arena Pública

Pasará más tiempo antes que se recupere "la alegría" por completo en el país, pues a más de dos años los servicios de entretenimiento y recreación aún no logran recuperarse al cien por ciento. 

Durante 2022, la reapertura económica benefició enormemente al sector servicios que apunta a relevar a las manufacturas como el principal soporte de la economía mexicana. Sin embargo, no todos los negocios del llamado sector terciario se han recuperado de la misma forma, quedando relegados todavía los relativos al entretenimiento, turismo, recreación y cultura. 

Todos estos sectores se desplomaron durante la pandemia debido a su dependencia prácticamente total a los formatos presenciales, y sí bien algunos espectáculos como el cine y el teatro, lograron adoptar algunas variantes en línea, su éxito fue reducido o no lo fue. 

Pero incluso a casi tres años del inicio de la emergencia sanitaria y poco más de medio año de la apertura total de los centro de entretenimiento, ninguno de estos sectores ha logrado recuperarse por completo, pese a los importante avances que han logrado en el último año. 

Ya a principios del 2021, Samuel Sosa, presidente del Colegio de Productores de Teatro de la Ciudad de México, estimó que la recuperación de las puestas en escena tardaría por lo menos 10 años, una cifra sombría que no consideraba una reapertura más rápida de lo que entonces se esperaba. 

Ante la imposibilidad de reaperturar los teatros, la virtualidad llegó entre sus primeros usuarios a las artes escénicas, lo que permitió sostener las carreras de algunos de los trabajadores culturales de este sector, sin embargo, aún cuando el panorama sanitario mejoró mucho mas de lo esperado y el telón volvió a levantarse, este negocio cultural aún es el que ha mostrado la recuperación más lenta.

Entre los más rezagados en recuperarse le sigue el cine, cuya formato de consumo, similar al teatro, dejó devastadas a las salas de proyección, incluso pese a la fortaleza de las dos grandes marcas del país, Cinépólis y Cinemex, y es que ésta última cerró 145 cines indefinidamente en 2021. 

Según la Cámara Nacional de la Industria del Cine (Canacine), las salas reportaron de manera preliminar ingresos por taquilla del 1 de enero al 30 de noviembre por 10 mil 853 millones de pesos, un incremento de casi el doble que el mismo periodo del año anterior, pero aún 39% por debajo de sus ingresos de 2019.

Detrás de la caída de los ingresos en taquilla está la caída en la frecuencia de asistencia al cine, pues el promedio por habitante se encuentra en 1.31, menos de la mitad de años previos cuando rondaba 2.65 visitas al cine por habitante. 

Según la Canacine, la inflación pareciera no haber afectado de manera directa el precio promedio anual de los boletos que solo han crecido 1% en el último año, pero el aumento generalizado de los precios pudo haber desincentivado el consumo de entretenimiento al tener que destinar mayor parte del salario a las necesidad básicas, entre ellas la alimentación.

No obstante, según los datos del Inegi recopilados en el Índice Nacional de Precios al Consumidores (INPC), si bien en el último año el precio por entrar a ver una película se incrementó solo 0.3%,  entre noviembre de 2020 y mayo de 2021, el precio ya había crecido 8.3%, cuatro veces más que su promedio histórico. 

Otro sector que se ha encarecido fuertemente y ha visto mermada su recuperación ante la reducción de clientes que pueden acceder a ellos son los restaurantes, que a casi tres años aún se encuentra 6.5 puntos porcentuales por debajo del 2019 y sus precios por el contrario son 22.9% más altos. 

Los alimentos han sido los protagonistas de la inflación en el último año, y el sector de alimentos preparados se ha colocado entre los 10 bienes o servicios que más ha presionado al INPC en una aplastante mayoría de los reportes mensuales del indicador. 

Bajo un contexto de menor poder adquisitivo y cartas con precios más altos, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Germán González, estima que entre el 2023 o 2024 será cuando se logre recuperar los ingresos de este sector que se tenían en 2019.

El sector también es uno de los que más empleos genera, especialmente en el centro del país y particularmente en la Ciudad de México, la entidad con el mayor retraso en la recuperación laboral del país. 

“Se cerraron muchos lugares (en 2020 bajaron la cortina alrededor de 120 mil restaurantes en México, por efecto de la pandemia); los lugares que existen hoy ya recuperaron sus plantillas completas, pero todos los lugares que cerraron, hasta que se empiecen abrir otros van a jalar más empleos”, señaló el presidente de la Canirac, en entrevista con La Razón.