FED, TLCAN y elecciones arrebatan estabilidad a peso, se deprecia 8% en un mes
El peso vuelve a perder el piso.
La moneda nacional se depreció 8% en menos de un mes al pasar de 17.6 pesos por dólar el 15 de septiembre a 19.04 el 10 de octubre.
A finales de 2014 el peso mexicano comenzó un periodo paulatino, pero constante, de depreciación frente al billete verde que alcanzó su mayor nivel en enero de 2017 con un tipo de cambio que superó los 21 pesos por dólar.
A partir de esa fecha la moneda retomó el rumbo hacia la estabilidad y comenzó a ganar terreno frente al dólar hasta situarse en 17.48 pesos por dólar el 18 de julio de 2017.
Sin embargo, desde las fiestas patrias la tendencia a la apreciación se desdibujó y la dirección del peso viró una vez más a hacia la depreciación.
Tres son las razones que arrebatan la estabilidad al peso: la incertidumbre sobre el resultado de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales de 2018.
Te puede interesar: Negociación TLCAN y elecciones tienen en vilo a la economía para 2018: FMI, 12 de ctubre de 2017.
Así como la posibilidad de que la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) incrementé la tasa de interés de referencia, es decir, el precio de los dólares, lo que aumentaría el costo de los créditos en esa moneda, a la vez que ofrecería mayores rendimientos a los inversionistas.
Analistas de mercado e incluso la Junta de Gobierno del Banco de México han advertido de los peligros para la estabilidad de la moneda nacional.
“Continúan los riesgos de que se revierta la apreciación que ha registrado” ante factores como “la incertidumbre respecto a un resultado adverso de las negociaciones del TLCAN, así como las elecciones de México del próximo año”, aseguró la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central en su más reciente reunión de política monetaria cuya minuta se dio a conocer el 12 de octubre.
“La incertidumbre sobre la renegociación del TLCAN sigue explicando la depreciación del tipo de cambio”, aseguró un reporte de Santander, pues se está complicando en puntos delicados para México como las reglas de origen o los temas laborales, aún irresueltos.
El 13 de octubre, por ejemplo, Estados Unidos propuso incrementar el contenido regional que los autos mexicanos y canadienses deben tener para comercializarse en el país vecino libres de aranceles, “sembrando más dudas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo que modernice el pacto,” señaló Reuters.
El 12 de octubre incluyó en la discusión una cláusula de vencimiento del TLCAN que implicaría ratificar la permanencia del tratado comercial cada cinco años, explicó Santander.
Por otro lado, las elecciones presidenciales de 2018 agregan incertidumbre al futuro económico del país porque serán una de las más fragmentadas de la historia, se estima que participarán por lo menos ocho candidatos ya que por primera vez podrán contender independientes, además de los que representan a un partido político.
En este escenario quien gané podría hacerlo con la anuencia de menos del 30% de los votantes. Además, será el proceso electoral más grande de la historia porque se definirán 3 mil 416 cargos de elección popular.
Analistas internacionales han pronosticado tipos de cambio de hasta 25 pesos por dólar en caso que no se logre renegociarse el TLCAN.
La incertidumbre ante los resultados de la renegociación del TLCAN y las elecciones venideras no sólo desestabilizan a la moneda nacional, también tienen en vilo al crecimiento económico del país, asegura el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ambos factores disminuirán el consumo de los gobiernos, las empresas y los ciudadanos en lo que resta del año y por lo menos hasta el primer semestre de 2018, explica el organismo.
Por otra parte, “el mercado anticipa que hay una probabilidad de 77% de que la FED suba su tasa de interés en la última reunión del año”, de acuerdo con los analistas del banco Base, un porcentaje similar al 73% que estima Bloomberg, esto debido a la recuperación económica que ha mostrado Estados Unidos.
Existe una "buena probabilidad" de un incremento de las tasas de interés en diciembre, aseguró el propio Stanley Fischer, vicepresidente de la Reserva Federal. El alza de la tasa tiene un efecto de apreciación del dólar frente a la gran mayoría de las monedas del mundo sin que México sea la excepción.
La FED no ajustó las proyecciones sobre la tasa para 2017 y 2018, sugiriendo un incremento adicional de 25 puntos base en diciembre, se explica en la minuta de la reunión de política monetaria más reciente del Banco de México.
Frente a este escenario, México está expuesto además a una salida gradual de capitales según el FMI.
Cuando el precio del dólar –o tasa de interés de referencia- se ubicó cerca de cero los inversionistas salieron hacia las economías emergentes como la mexicana en busca de mejores rendimientos, pues con el billete verde eran casi nulos.
Ahora que Estados Unidos incrementa nuevamente la tasa de interés, es decir, que el dólar ofrece mejores rendimientos, vuelve a atraer a los inversionistas ya que su economía tiene mayor estabilidad que la de países emergentes.
Los mercados de venta de pesos al mayoreo confirmar que la moneda nacional continuará depreciándose frente al dólar.
Actualmente el tipo de cambio se ubica en 18.9 pesos por dólar, para diciembre de 2017 se cotizará en 19.2 pesos por dólar y para marzo de 2018 podría llegar hasta 19.4, de acuerdo con el mercado de Chicago.
Te puede interesar: México será el principal perjudicado si el TLCAN se disuelve, 12 de octubre de 2017.
Incluso algunos analistas internacionales han hecho predicciones del tipo de cambio con niveles de hasta 25 pesos por dólar en caso que no se logre renegociar el TLCAN, sostiene Metanálisis citado por Reuters.
De ahí que el Banco de México en un intento por contrarrestar la depreciación del peso haya comenzado a vender dólares, pues a mayor oferta disminuye el precio. El 11 de octubre el banco central subastó 200 millones de dólares.
Si la moneda nacional sigue su curso hacia la depreciación tendrá consecuencias negativas para los precios de los bienes y servicios que podrían registrar incrementos nuevamente, a pesar de que en agosto de 2016 la inflación se ubicó ya en una tasa de 6.6%, la más alta del sexenio no vista en los últimos 16 años.