Viajar siempre seguros, la promesa incumplida de Uber y Cabify

Su publicidad prometió seguridad, pero ni sus términos legales, ni su secciones de seguridad lo confirmaron.
18 Septiembre, 2017 Actualizado el 11 de Julio, a las 13:05
A pesar de los casos de inseguridad en Uber y Cabify, siguen siendo opción de transporte para los usuarios.
A pesar de los casos de inseguridad en Uber y Cabify, siguen siendo opción de transporte para los usuarios.
Arena Pública

Uber y Cabify se convirtieron en el reemplazo de los taxis para un sector de la población que deseaba una mayor comodidad al viajar, pero también un espacio de seguridad, sin embargo, eran demasiado buenos para ser verdad. 

Con los reportes de robos, violaciones y especialmente con el asesinato de la joven Mara Castilla, ese espacio fue corrompido.

Tanto Uber como Cabify prometieron a sus usuarios viajes “siempre seguro[s]”, como rezaba la publicidad de Uber, además de “conductores elegidos uno a uno con la formación necesaria”, como asegura Cabify en su página de internet.

 

El 17 de septiembre se llevó a cabo una marcha en la Ciudad de México por el asesinato de Mara Castilla.

 

A cuatro años de la entrada de Uber a México y cinco de Cabify, la seguridad que ambas plataformas prometieron ya no es del 100%, al grado que ambas recomiendan que cada vez que utilices sus servicios para viajar compartas tu ruta de viaje con amigos y familiares para “puedan seguir tu viaje” y “sepan dónde estás”, como se lee en las secciones de seguridad de ambas aplicaciones.

Pero el éxito de estas aplicaciones y la crisis de comunicación que ahora están sufriendo por los crímenes de sus conductores, reflejan el problema de inseguridad que vive la población mexicana y su necesidad de encontrar espacios seguros.

 

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¿Por qué se sentían tan seguros?

Los servicios de Uber y Cabify conjuntaron al menos dos elementos que hicieron pensar a sus usuarios que eran seguros: el uso de autos particulares y la ausencia del manejo de dinero en efectivo.

Y es que los autos particulares, que no son taxis, son considerados por la población mexicana como el cuarto espacio más seguro, por detrás de su casa, su trabajo y la escuela.  

El 53% de la población mayor de 18 años se siente a salvo en un automóvil particular, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2016 de Inegi.

En comparación el transporte público es uno de los espacios entendidos como más inseguros, pues solo el 30% confía en él.

 

En el país la preferecia de las personas por servicios como Uber y Cabify disminuyó las ganancias de los taxistas.

 

Si bien la confianza en los taxis no fue registrada por el Inegi, el instituto sí registró que tres de cada 10 personas en 2016 habían dejado de usar este transporte por miedo a ser víctima de algún delito.

En este sentido, que como comunidad fuéramos “el chofer privado de todos” como mencionaba la publicidad de Uber, dio la confianza de los autos particulares, alejó la inseguridad de los taxis y evitó el uso de transporte público.

Con respecto al uso de dinero en efectivo, el hecho de registrar el número de tarjeta al que se debía cargar el viaje evitó la necesidad de cargar con altos montos de efectivo para viajes largos e incluso el cargar con la tarjeta de crédito pues los datos se mantenían guardados en el celular.

El registro de Inegi reporta que el 49% de la población dejó de llevar dinero en efectivo consigo por la inseguridad y el 39% de llevar tarjetas de crédito o débito.

Estos comportamientos tuvieron porcentajes más altos cuando solo se toma en cuenta a las mujeres, pues el 51% dejó de traer efectivo, dos puntos por encima del promedio; y 44% dejaron de llevar sus tarjetas, cinco puntos arriba del promedio.

 

La necesidad le gana a la inseguridad

No obstante la percepción de la inseguridad, el transporte es una necesidad, por lo que la población continuará usando los servicios de movilidad de acuerdo a sus posibilidades y necesidades y el uso del transporte público lo demuestra.

A pesar de que el 70% de la población cree que el transporte público es inseguro, solo dos de cada 10 personas dejaron de usarlo, de acuerdo con Inegi.

 

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Aplicaciones buscan recuperar la confianza

Después del asesinato de Mara Castilla el conocimiento de una aplicación de transporte de mujeres para mujeres llamado Laudrive fue dado a conocer en la Ciudad de México, sin embargo en un solo día recibió poco más 30 comentarios, en los que en su mayoría daban conocer los problemas de la aplicación como el registro y el mal funcionamiento de la aplicación como tal.

No obstante, estos comentarios revelan una vez más la constante búsqueda de espacios de seguridad, especialmente por las mujeres.

Así mismo, Cabify aseguró que tomará cuatro medidas de seguridad extra dentro su aplicación para la protección de sus usuarios. Estas medidas incluyen la opción de que cada usuario otorgue datos de contacto para alguna emergencia, un botón de pánico vinculado a los sistema de emergencia policiaca del área donde se preste el servicio, compartir con las autoridades la lista de conductores dados de baja por algún comportamiento contrario a la ley y fortalecer los filtros de seguridad en la selección de conductores. 

MÁS INFORMACIÓN: Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2016, Inegi. 

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