Game of Thrones, clases de política y economía para las masas
Game of Thrones es una lección de economía y política condensada en 55 minutos.
Producida para la cadena de televisión por cable HBO por Daniel Brett Weiss y David Benioff, la serie comenzó en 2011 y está basada en la saga de novelas “Una canción de hielo y fuego” del autor estadounidense George Raymond Richard Martin.
La trama se extiende en cinco libros –hasta el momento, pues se completará con siete volúmenes- y ocho temporadas de la serie.
Gira en torno a la lucha de diferentes casas del continente ficticio de Westeros para controlar el “trono de hierro”, y convertirse en rey o reina de los siete reinos.
Pero más allá de la trama de fantasía en un entorno medieval al estilo del “Señor de los anillos” o "Crónica del asesino de reyes”, el mundo que creó Martin está firmemente enraizado en la realidad, y cada uno de los capítulos ofrece conceptos económicos y políticos para los televidentes.
El sistema feudal en el que se basa Game of Thrones hace eco a la economía agrícola de la época medieval de la vida real.
El fan de la serie no solo se entretiene, sino que aprende como los gobiernos centrales se endeudan y las repercusiones que un problema económico tiene sobre las vidas de sus habitantes, según el portal de análisis de finanzas y economía Investopedia.
El Banco principal de la serie, “Banco de Acero”, es una combinación entre la ética de Goldman Sachs –un banco mundial especialista en inversiones y cuestionado por sus prácticas de negocios-, las prácticas de los Medicis –familia florentina del Renacimiento italiano- y el alcance del Fondo Monetario Internacional que agrupa a 189 países.
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Al inicio de la trama, se informa a la audiencia que la corona está en deuda. Y el Banco de Acero va a cobrar no importa qué pase.
La deuda es en gran medida lo que desata los conflictos que se van desarrollando en la historia de Game of Thrones, justo como pasa en el mundo real.
Por ejemplo en el caso de Grecia a finales de 2009, cuando cayó en crisis por debilidad en su economía, según el portal Investopedia.
“Mucho de lo que provoca la trama tiene que ver con sistemas económicos que, como en la vida real, compiten”, de acuerdo con Mathew McCaffrey, economista de la Universidad de Manchester.
En una tierra de escasez, como la que se plantea en la serie, la filosofía económica plantea conflictos.
Eso es lo que hace tan atractivo al mundo de Westeros, según el economista, que se parece mucho a nuestra realidad, pero con dragones y zombies de hielo.
Una lección en Maquiavelo y Realpolitik
La lucha de modelos económicos desemboca en una lucha de poderes.
En la primera temporada uno de los personajes principales dice que “cuando juegas el Juego de Tronos, o ganas o mueres”, y esa es la idea central de la lucha política de la serie.
“Los mejores momentos de Game of Thrones son aquellos en los que se medita de asuntos políticos de manera condensada”, afirma Emily Nussbaum en un artículo de The New Yorker.
La última temporada de la serie se sintió especialmente conectada con la realidad al tratar temas similares a los de la elección de Estados Unidos de 2016, con las posibles repercusiones de la elección de una mujer como líder y de cómo el género evita que ellas accedan al poder.
El Trono de Acero se ha comparado con la presidencia de Estados Unidos. Fuente: Washington Post.
El autor de la saga modeló su universo en la geografía e historia de Inglaterra del siglo XV y muestra las bases de la filosofía política práctica enfocada a los resultados que imperaban en ese tiempo, de acuerdo con Inshaaan Tharoor, especialista en relaciones internacionales en un artículo publicado en el Washington Post.
Los personajes de Game of Thrones son arquetipos de distintas corrientes de filosofía política. Encontramos a líderes calculadores al estilo de “El Príncipe” de Maquiavelo y líderes diplomáticos y compasivos.
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“El show se siente perversamente relevante. Dominado por debates acerca de la pureza contra el pragmatismo, las luchas de las candidatas femeninas en un mundo dominado por hombres, dinastías familiares con historias escabrosas y tratos con distintos demonios”, afirmó también la autora.
George R. R. Martin, el autor de los libros en que se basa Game of Thrones, ha dicho además en entrevistas que el presidente Trump es como uno de los personajes de sus libros, uno que tiene poca experiencia y mal temperamento.
“El show provee argumentos y funciona como un ejemplo admonitorio de los peligros de creer en grandes y duraderos cambios”, dice Alyssa Rosenberg del Washington Post.
La serie tiene además méritos artísticos. Es la más nominada y ganadora en los premios Emmy, los que se otorgan a los logros en televisión. En estas premiaciones ha ganado como mejor serie dramática y como mejor episodio. Además, la serie es la más pirateada en la historia.
La penúltima temporada, la séptima, de Game of Thrones se estrena este domingo 16 de julio a las 8:00 p.m. por HBO en todo el mundo.
MÁS INFORMACIÓN: Las políticas inescapables de Game of Thrones, Ishaan Tharor, 2017.
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