Uno de cada siete niños en el mundo respira aire tóxico: UNICEF
La población más joven sufre enfermedades causadas por un medio ambiente tóxico heredado de sus padres y abuelos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicó un estudio en el cual hace énfasis en los daños a la salud y cómo los niños son los más vulnerables.
Este estudio señala que en 2012, la contaminación atmosférica estuvo vinculada a 1 de cada 8 muertes, lo cual equivale a aproximadamente 7 millones de personas en todo el mundo. De ellas, alrededor de 600.000 fueron niños menores de 5 años. Casi un millón de niños mueren de neumonía todos los años, y más de la mitad de estas muertes están vinculadas a la contaminación.
Algunos estudios han mostrado que la contaminación atmosférica está estrechamente vinculada a enfermedades de las vías respiratorias como la neumonía, la bronquitis y el asma, entre otras. Y hay cada vez más pruebas que indican que la contaminación puede afectar el desarrollo físico y cognitivo.
Los niños, simplemente por su etapa, son los más vulnerables a la contaminación. Ellos respiran el doble de rápido que un adulto y por lo tanto entran en sus cuerpos una mayor cantidad de materiales tóxicos que se encuentran en el aires que respiran.
Sin embargo, algo que hace más preocupante el asunto de la contaminación atmosférica es que no parece disminuir.
El consumo de energía, carbón y combustible suele aumentar a medida que los países continúan industrializándose y urbanizándose. Una publicación reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la contaminación atmosférica urbana se ha incrementado alrededor de 8% entre 2008 y 2013.
Las proyecciones son desfavorables. Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la mortalidad de niños menores de 5 años como consecuencia de la contaminación atmosférica podría ser 50% mayor en 2050 que lo que indican las estimaciones actuales.
La industrialización puede vincularse directamente con el nivel de desarrollo de un país, pero también está directamente vinculada con la cantidad de contaminación que se genera.
Si bien los gobiernos del mundo han comenzado a voltear la mirada hacia nuevas formas de energía sostenible, no es un opción que todos los países puedan tomar. Los países en vías de desarrollo dependen en sobremanera de los combustibles tradicionales y por ello sus poblaciones se ponen en mayor peligro.
Las regiones pobres, las más afectadas
A menudo, las zonas de bajos ingresos están más expuestas a contaminantes ambientales como los desechos y la contaminación atmosférica.
Las fábricas y la actividad industrial son también más frecuentes cerca de zonas de bajos ingresos, que habitualmente tienen menos capacidad para gestionar los desechos. Esto puede conducir a la quema de plásticos y dispositivos electrónicos, la cual genera productos químicos muy tóxicos suspendidos en el aire que son especialmente nocivos para los niños.
De acuerdo con Global Burden of Disease, un niño menor de cinco años proveniente de un país de bajos o medianos ingresos es 60 veces más propenso a estar expuesto a la contaminación, que un niño de un país con ingresos altos.
Del mismo modo, es mucho menos probable que las familias más pobres dispongan de recursos para ventilar, filtrar y acondicionar el aire adecuadamente a fin de protegerse del aire nocivo.
Aunado a esto, los servicios de salud son a veces insuficientes para dar ayuda contra muchas de las enfermedades causadas por la contaminación.
Mientras tanto en América...
Tan sólo en el continente americano, existe una población de 130 millones de niños que respiran aire tóxico que rebasa los límites internacionales. 20 millones viven en zonas donde la contaminación es el doble de lo que marcan los límites y 1 millón de niños viven en zonas donde el aire tóxico es cuatro veces mayor a los límites establecidos internacionalmente.
Cabe señalar que de los países americanos, México es uno de los países donde más se respira aire tóxico, específicamente en regiones cercanas a la capital, según se observa en la imagen satelital de la UNICEF.
Para contrarrestar los efectos de la contaminación, México, junto a otros 170 países, ha firmado el Acuerdo de París (un acuerdo que busca reducir los gases de efecto invernadero a nivel global) y se ha comprometido a reducir en un 25% sus emisiones de gases de efecto invernadero y también en reducir las emisiones del sector industrial para que para 2024, 35% de la energía que se use sea limpia y en 2030 sea 44%.
Cabe recordar que actualmente, una de las mayores razones de la contaminación del aire es el gran parque vehicular de la capital mexicana, de 4,7 millones.
De acuerdo con la Comisión Ambiental de la Megalópolis, el organismo que vigila el nivel de contaminación de la capital y su área conurbada, los automóviles son responsables del 87% de los precursores de ozono en la región. No obstante, la mayoría de los contaminantes son provenientes del Estado de México, donde se producen más de 19 mil toneladas de particulas PM10.
MÁS INFORMACIÓN: Clear de air for children - UNICEF.