México se encamina a ser un país de viejos pobres: Carlos Noriega
El gran reto de México es evitar ser un país de viejos pobres y la reforma a las pensiones “es la última oportunidad” que tenemos, advierte Carlos Noriega en entrevista.
El presidente ejecutivo de las administradoras de fondos para el retiro no se va por las ramas. “Todavía persisten esquemas individuales al estilo antiguo, prácticamente todos tienen problemas de liquidez y esto genera pasivos enormes que equivalen a más del 100% del PIB. Esto nos impide formar un esquema de pensiones que sea viable en el futuro”.
“Y si el sistema no es viable, no podrá pagar las pensiones. Es decir, el gran reto es enfrentar un país de adultos mayores en una situación de pobreza”, dice Noriega Curtis quien ocupó el cargo de subsecretario de Hacienda durante el régimen de Ernesto Zedillo y quien fue uno de los diseñadores del sistema de ahorro para el retiro en México que, en esencia, prevalece hasta hoy.
El sistema de pensiones actual está al borde del precipicio, sentencia, aunque “no estamos en una crisis porque todavía México va a gozar de 10 años más del bono demográfico”. Sin embargo, dice el doctor en economía por la Universidad de Rochester, NY, “ésta es la última oportunidad que tenemos para fortalecer el modelo”.
Un modelo pensionario disperso e inconexo y que en la actualidad es incapaz de ofrecer seguridad social al 60% de los trabajadores del país y, quienes la reciban, apenas tendrán una pensión que ronde el 40 o 45 por ciento de su último salario declarado; cuando lo ideal es el 70%.
De allí que la ruta de los trabajadores mexicanos, una vez transitado el bono demográfico, se encamina hacia una vejez de pobreza. “Hemos hecho encuestas en gente mayor y encontramos que los trabajadores que tienen 80 años, el 25% siguen trabajando y lo hacen por necesidad. Ese es el panorama que queremos evitar”.
¿Una puñalada al ahorro?
Desde su posición ahora en el sector financiero privado, Carlos Noriega apunta a las autoridades, particularmente al secretario de Hacienda: “Una causa de nuestro lento crecimiento es el poco ahorro que generamos. Quisiera transmitirle a las autoridades que un modelo de pensiones sólido y fuerte es también un pilar para el desarrollo del país; en el corto plazo existen beneficios muy importantes de generar más ahorro”.
Este planteamiento del ahorro como detonante del crecimiento económico que plantea Noriega Curtis no parece haber encontrado eco en el gobierno federal cuando lanzó la reciente reforma fiscal que incrementó los impuestos a las personas y redujo la deducción fiscal de las aportaciones voluntarias a las pensiones.
Medida, ésta última, que Noriega pide que se reestablezca a su estado anterior –al 100% de deducción en las aportaciones voluntarias, pero ahora con una mayor focalización en el ahorro de largo plazo.
¿Acaso fue una puñalada al ahorro?
Noriega mantiene la calma. Coincide con que la política tributaria debe modificarse integralmente.
“Habría que revisar el peso entre el impuesto sobre la renta y el impuesto al valor agregado. En el caso del ISR es progresivo, pero la pendiente es tan fuerte que termina siendo un desincentivo a registrar los ingresos”.
“Por otro lado, las aportaciones a la seguridad social no deben ser vistas como un impuesto. Hay que reconsiderar estos tres elementos… Si no tenemos un sistema de pensiones fuerte y bien fondeado, el resto de la economía se debilita”, dice quien también se desempeñara como director de investigación económica del Banco de México.
“La reforma de pensiones toca dos elementos centrales para la vida del país: el mercado laboral y las finanzas públicas; y si no entendemos esto perdemos de vista un sistema de pensiones robusto. Un sistema débil es resultado de una crisis en el mercado laboral y de una crisis en las finanzas públicas”
“Si el modelo de pensiones no logra atraer a más trabajadores y ser sustentable por sí mismo, vamos a tener gente sin seguridad social, finanzas públicas débiles y un país que no tiene la posibilidad de desarrollo”, concluye el economista.