Luis Videgaray y sus coincidencias con el Instituto Lucas Alamán
El dato no sería más que una anécdota que, por cierto, no hubieran conocido los autores si no fuera porque las propuestas y acciones de gobierno de la administración de Peña Nieto y de la gestión hacendaria guardan grandes coincidencias con esos documentos.
Por ejemplo, con fecha de octubre de 2010 y febrero de 2012, ambos análisis hablan de la necesidad de cimentar las bases de cualquier acción económica en un pacto nacional con las fuerzas políticas. También se revaloriza la importancia estratégica de las reformas estructurales y se cita, como meta de estos cambios, la posibilidad de alcanzar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 7%.
No obstante, no todos los consejos de esos documentos se siguen al pie de la letra. Por ejemplo, no se acató la recomendación de modificar constitucionalmente el mandato del Banco de México para que no sólo reconozca como una prioridad de sus acciones y política monetaria la vigilancia del comportamiento de los precios sino también el crecimiento de la economía. Uno de los viejos debates en torno a la gestión autónoma del Banco Central y su mandato específico sobre la estabilidad de los precios.
En esos documentos se establece que una de las grandes prioridades sería reconocer que ante la realidad mexicana, la disciplina macroeconómica es sólo una condición necesaria pero no es suficiente para generar crecimiento y empleo, como tampoco para evitar una crisis de empleo o dinámica económica como la que hemos vivido. También se advirtió que la economía mexicana tendría, en el proceso de transición sexenal, un bache severo como había sucedido, sin excepción, en las últimas tres décadas.
Está confirmado que Videgaray conoció ampliamente el contenido de esos documentos. Sin embargo, el crédito, con errores y aciertos, será todo suyo porque en la Secretaría de Hacienda decidieron tomar sólo algunas propuestas de aquel análisis.
MÁS INFORMACIÓN: La encrucijada de Videgaray: Caída de la economía, reportaje de Arena Pública de septiembre 30 de 2013.
OPINIÓN: ¿Y dónde está Videgaray?, columna El Observador de octubre 31 de 2013.