¿Reemplazados por robots? La respuesta es especialización y capacitación digital
¿Me cambiarán por un robot?, así se titula un artículo publicado recientemente en Telos, una revista digital de la Fundación Telefónica.
El sugestivo título solo revela la preocupación que entraña la revolución laboral que ya llegó a miles de empresas con el acelerado desarrollo de las tecnologías y que ha puesto sobre la mesa lo que antes era ciencia ficción: Si los humanos serán desplazados de sus puestos de trabajo por los robots.
En el artículo, su autora Michelle Cámara, profesora de la Universidad Camilo José Cela en España, concluye que "más que robots reemplazando humanos parece que la tendencia será trabajar humanos con robots. Dicho de otra manera: no cambiaremos personas por robots, cambiaremos nuestra forma de trabajar". Cámara explica que en los próximos años las empresas seguirán automatizando los procesos peligrosos y rutinarios, de allí la importancia de la especialización para evitar ser sustituido.
El debate ya viene de años atrás, pero la llegada de la pandemia en 2020, aceleró los procesos de adopción digital en los entornos laborales. Esto no quiere decir que las próximas generaciones sólo tendrán que enfocarse en campos como inteligencia artificial o desarrolladores de plataforma de comercio electrónico, aunque estas últimas también serán áreas a tomar en cuenta frente a la necesidad de las empresas de progresar en sus proyectos.
Como ocurrió en años anteriores, cuando comenzaba a adoptarse la automatización, surgieron nuevos empleos que se realizan en conjunto con los robots, además de profesiones que se enfocan en “su diseño, creación, manejo y supervisión”. Por ejemplo, un médico tendrá que saber cómo manejar un robot para realizar cirugías con mayor precisión, los mecánicos tendrán que aprender sobre las nuevas partes y funciones de los autos eléctricos, al igual que mejorar sus herramientas de trabajo para realizar el diagnóstico de las máquinas, y los trabajadores en fábricas deberán entender los controles de los robots.
Lo anterior quiere decir que para evitar ser obsoletos en el campo laboral, las personas deberán aprender conocimientos básicos de la digitalización y operar en este entorno y, para lograrlo, deberán adquirir un nivel educativo superior, sin olvidar las constantes actualizaciones en el campo.
Esto generará una brecha aún mayor entre los países que cuentan con el equipo necesario para simular el ámbito laboral y los que no, resultando en una escasez de talento en algunas regiones. Un entorno así, obliga a las empresas a contratar personal calificado proveniente de países, como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, que son destinos a los que emigran los especialistas altamente calificados, concentrando el 70% de las migraciones.
Particularmente, en México el déficit de talento en las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) es de 42%, y la cantidad de puestos para estos profesionistas será de 5 millones en los próximos años, de acuerdo a Sherlock HR, una plataforma digital en recursos humanos citados por el diario Reforma.
A nivel mundial la escasez de talento podría llegar a 85 millones 200 mil personas que afectará a los puestos de las industrias nombrados de intensivas en conocimiento: “servicios financieros, tecnología, medios, telecomunicaciones y manufactura”, según estimaciones de Korn Ferry, firma mundial de consultoría organizacional, citada por Forbes en 2021.
Para analistas del Foro Económico Mundial, los trabajadores deberán explotar sus ventajas sobre las máquinas, como la capacidad de “pensamiento crítico, la resolución de problemas, la tolerancia al estrés, la resiliencia y la flexibilidad”, características que aún no puede copiar la inteligencia artificial u algún otro software.
¿De quién es responsabilidad la capacitación?
En este entorno de aceleración de la tecnología digital en los procesos de producción y servicios, la capacitación de los trabajadores será relevante, de allí que las empresas también juegan un papel significativo en la capacitación de su personal para el siguiente paso en la digitalización.
Una encuesta arrojó que el 44% de las empresas consideran que la rotación de personal limita a las empresas para lograr sus objetivos, según Udacity, una plataforma que imparte cursos de capacitación en áreas como ciberseguridad, inteligencia artificial, análisis de datos y desarrollo de software para impulsar la digitalización en las empresas.
En todas las regiones, revela la encuesta, los trabajadores coinciden en que las empresas deberían de invertir para proporcionar capacitación profesional. “En Alemania, el 69% de las personas de 18 a 29 años tienen estas expectativas”, dijo Udacity.
"En América Latina y el Caribe, parte del problema es que las empresas tienen pocos incentivos para invertir en la capacitación de sus empleados y en el uso de tecnologías en sus procesos de producción. El bajo costo de la mano de obra no incentiva la automatización de los procesos, y la mayoría de las firmas en la región son pequeñas, lo cual dificulta la innovación", se lee en un artículo publicado en 2018 por el Banco Interamericano de Desarrollo.
La aceleración de los procesos digitales en el mundo a raíz de la pandemia, también tuvo afectaciones en el mundo laboral de la región. "La introducción de robots en Estados Unidos ha afectado negativamente el nivel de empleo y los salarios de los trabajadores en Colombia y Brasil, mientras que el empleo en México, que está íntimamente conectado con la economía estadounidense, ha aumentado. Entre todos estos efectos heterogéneos, las firmas pequeñas, los jóvenes y las mujeres son los más afectados por este fenómeno", plantea el documento "El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe" del BID publicado a finales de 2020.