Facetune: fomentando la obsesión por la perfección física en Instagram
La manipulación de imágenes para crear “perfección”, en redes sociales como Instagram, se ha incrementado a partir de la popularidad de aplicaciones de retoque fotográfico como Facetune.
Esta app es la alternativa barata y fácil de Photoshop, que cualquier persona con un teléfono inteligente puede usar para suavizar su piel, agrandar labios o adelgazar su cuerpo al instante.
Anteriormente se han discutido los males de Photoshop por su efecto negativo en la imagen corporal de miles de mujeres y niñas. La circulación de imágenes manipuladas de modelos con cinturas estrechas y piel más clara que la real, ha sido criticada por años.
Ahora el mundo digital trae consigo una nueva vertiente de la obsesión por la perfección, en donde ya no sólo las modelos de revista son alteradas, sino que miles de personas comunes e incluso influencers y celebridades participan en la creación de una persona digital que poco tiene que ver con la realidad.
Lightricks, la empresa creadora de Facetune, ha recaudado al menos 70 millones de dólares por la aplicación. A finales de 2018, lanzó Facetune 2, la cual se puede descargar gratis, pero requiere de una tarifa mensual de cinco dólares para desbloquear todas las funciones.
De acuerdo con The Guardian, el año pasado Facetune fue descargada más de 20 millones de veces y fue considerada como la aplicación de pago más popular de la App Store de Apple.
Este tipo de aplicaciones con retoque digital y filtros fomentan el Trastorno de la Imagen Corporal. Dicho trastorno se ha vuelto común en nuestra sociedad y más personas están dispuestas a someterse a cirugías o procedimientos cosméticos para mejorar su físico.
Aunque para lograr una Instagram Face no es necesario gastar en procedimientos quirúrgicos, con FaceTune se puede lograr en minutos.
Sin embargo, existe una gran paradoja en este fenómeno social. Muchas celebridades han sido duramente criticadas por excederse en el retoque digital, y es aquí donde los haters aparecen para generar una reacción violenta en Internet.
Por lo tanto, este fenómeno genera una delgada línea entre la perfección y la autenticidad, en donde las personas deben verse perfectas pero a la vez, parecer humanos reales.
