Gasolina al alza, a pesar de la buena noticia del hallazgo de yacimientos de Pemex
Más de 180 millones de barriles de crudo equivalente se incorporarán a las reservas 3P de México, informó el director de la empresa productiva del estado, Carlos Treviño la tarde del 9 de octubre.
El mismo día que Pemex anunciaba este hallazgo con el que se espera revertir la tendencia negativa en la producción petrolera, el director de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, declaró a Bloomberg que el mercado del petróleo está entrando en zona roja y de no aliviar esta situación importadores, productores y consumidores sufrirían pronto las consecuencias.
Las malas noticias no acaban ahí, ante la caída de la producción venezolana y las sanciones a Irán, el ministro ruso de energía declaró que no descarta que el barril de petróleo llegue a los 100 dólares, según Reuters, un costo 214% más caro que en enero de 2016, cuando el precio tocó su punto más bajo y tanto el Brent como el WTI, los dos crudos de referencia mundial, se vendieron alrededor de los 35 dólares.
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México importa alrededor del 75% de la gasolina que consume, por lo que un aumento en los precios internacionales del petróleo impacta directamente sobre el costo de la gasolina, por lo que a pesar de haber encontrado nuevos yacimientos y que las proyecciones indican que para 2020 se podría revertir la caída en la producción petrolera, los factores internacionales seguirán elevando el costo de la gasolina.
Del 1 de enero de 2017, fecha en la que se liberó por completo el precio de la gasolina, al 30 de septiembre, el energético ha subido de precio 20.5%, al pasar de 15.99 pesos por litro a 19.27 pesos.
Fuente: Comisión Reguladora de Energía
Los barriles que se esperan extraer de los yacimientos encontrados por Pemex se catalogaron como 3P, esto quiere decir que serán divididos en probados, probables y posibles, por lo que existe un riesgo que no se produzcan los 180 millones de barriles que anunció la empresa.
Desde hace más de 10 años la producción petrolera en México va en declive, mientras que en julio de 2007 se produjeron 3.1 millones de barriles diarios, en agosto de 2018 se lograron 1.8 millones de barriles al día, una disminución del 42%.
Con lo que se podría producir en los nuevos yacimientos encontrados se espera que la tendencia negativa se revierta y se logren producir arriba de los 2 millones de barriles diarios, algo que no se logra desde junio del 2017.
Fuente: Comisión Nacional de Hidrocarburos
El precio del petróleo tocó su punto más bajo a principios de 2016, en el que las diferentes mezclas se llegaron a vender alrededor de 35 dólares, posterior, este ha ido en aumento hasta alcanzar los mismos niveles que hace cuatro años.
El último año el barril de la mezcla mexicana pasó de 48.27 la primera semana de octubre de 2017, a 76.55 para el mismo periodo de 2018, un incremento del 48%, lo cual es un arma de doble filo para el gobierno.
La tendencia ascendente es sinónimo de que el gobierno contará con más recursos para ejercer, pero que incluso la gasolina que se produce en territorio nacional tendrá que subir de precio.
No se debe pasar por alto que el precio del petróleo no es el único factor del costo de las gasolinas en México, en el que también influyen la producción nacional, la capacidad de refinación, el valor internacional del petróleo, el tipo de cambio, lo que cuesta trasladarlo, la capacidad de almacenamiento y distribución, impuestos etc.
Fuente: Oilprice.com
Ante esta situación Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, ha propuesto construir una nueva refinería en Tabasco con la idea abaratar el precio del energético en el país, propuesta que cuenta con gran apoyo de la población.
Casi en su totalidad los mexicanos creen que la gasolina debería ser producida en el país y no comprarla al extranjero, 95% según Parametría. Esto en gran medida bajo la creencia de que hacer esto abarataría precios; 74% de los mexicanos cree que si México produjera su propia gasolina esta sería más barata.
Sin embargo, ante un panorama internacional complejo y una producción en declive, probablemente una nueva refinería, la cual necesitaría una inversión multimillonaria y varios años para construirse, no sea suficiente para lograr bajar el precio de la gasolina.
La otra herramienta que utilizará Obrador para controlar el precio del combustible será seguir subsidiando el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) con el que se grava la gasolina, algo que hace el gobierno de Peña Nieto y dejó un boquete en las finanzas públicas.
Entre enero y agosto de 2018, la recaudación por IEPS a gasolina cayó en términos reales, 28.6% conforme el mismo periodo de 2017, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, algo en gran medida provocado por el subsidio al impuesto, el cual ha alcanzado a lo largo del año porcentajes superiores al 60%.
MÁS INFORMACIÓN: Comisión Reguladora de Energía
MÁS INFORMACIÓN: Comisión Nacional de Hidrocarburos
