Ford en una encrucijada ante la caída en sus ventas globales. Su futuro depende de China: WSJ
A la emblemática Ford se le ha nublado el futuro. El pasado mes de junio solo vendió 4,732 vehículos ligeros en México -una caída de 22.5%- respecto de los 6,104 del mismo mes del año pasado. Y si bien las ventas automotrices en el mercado mexicano se han debilitado -registraron una caída de 6.4% en el primer semestre- la caída de Ford es de las más pronunciadas.
Entre enero y junio la empresa del óvalo azul vendió en México casi 6 mil vehículos menos que en el mismo periodo del año pasado, una caída de 16.6%; el desliz más abrupto entre las ocho grandes automotrices globales de mayor venta en México: Nissan (-14.7%), General Motors (-4.2%), Volkswagen (-7.3%), Toyota (-5.3%), Kia (3.6%), Honda (-12.7%) y Fiat-Chrysler (-14.5%).
Los problemas de la segunda empresa automotriz de Detroit no son nuevos. Hace apenas unos días emitió un aviso de seguridad para México, Estados Unidos y Canadá, que afectarían a unos 58 mil Focus modelos 2012 y 2017 por fallas en el software del tren motriz que podrían causar problemas en el tanque de combustible. Pero esto es solo una botón de muestra. Los problemas que enfrenta Ford requieren una cirugía mayor en el fabricante de vehículos estadounidense.
Uno de los problemas principales que enfrenta es que sus modelos se quedaron rezagados y no responden a las necesidades de los clientes y a la intensa competencia global. En 2018 sufrió pérdidas en sus ventas globales de 9.5%. En Europa, en buena medida por esa situación. De allí que anunció planes para recortar 12 mil empleos en el viejo continente hasta finales de 2020, incluyendo el cierre de fábricas en Rusia, Francia, Reino Unido, y Eslovaquia; además de reducciones de turnos en las plantas de ensamblaje ubicadas en Saarlouis (Alemania) y en Valencia (España).
La agencia española EFE citando el cierre de la planta en Bridgend, Reino Unido, escribe: "La compañía argumentó que la instalación ha perdido competitividad debido a "los cambios en las demandas de los consumidores" y por sus "desventajas en cuanto a costes" respecto a otras instalaciones, factores que la han convertido en "económicamente insostenible".
Stuart Rowley, presidente de Ford en Europa, ha dicho que la empresa automotriz está centrándose en el rediseño global, que busca generar más beneficios enfocándose en las necesidades de los clientes y una estructura simple. Recientemente Ford y Volkswagen dieron a conocer una alianza para la producción de automóviles eléctricos y autónomos; alianza que podría extenderse a otros campos según dijeron recientemente Herbert Diess y Jim Hackett, CEO's de Vollswagen y Ford, respectivamente, en una entrevista con Bloomberg.
El golpe chino
Pero el golpe mas duro que está enfrentado la firma que preside Jim Hackett se está dando en China. Las ventas en el gigante asiático cayeron 27% en el primer semestre del año, respecto del mismo periodo del año pasado; siguiendo una caída generalizada de ventas en el mercado automotriz chino que ya suma 12 meses. El año pasado las ventas de Ford cayeron 37% frente al 3% de caída en el mercado chino con pérdidas por mil 500 millones de dólares.
Para Ford el golpe es demoledor. En un reporte publicado hoy por el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) se lee: "El futuro de Ford como fabricante mundial de automóviles depende de si Chen (Anning Chen asumió en noviembre el cargo de Director Ejecutivo de Ford en China) y el Presidente Ejecutivo Jim Hackett pueden cambiar el negocio en China". Y es que los resultados globales han sido desastrosos por lo que los resultados en China son claves para su desempeño global.
"Ford ya está reduciendo su presencia en Europa y América del Sur en medio de pérdidas persistentes en esas regiones. Si no se transforma la operación de China en un generador de ganancias confiable, Ford depende casi totalmente de EU, que también se está desacelerando", dice el WSJ. Los inversionistas esperan los resultados al segundo trimestre para el próximo miércoles.
Una serie de errores sucesivos, además de su demora en llegar al gigante chino, llevaron a una caída del 40% en las ventas de sus vehículos entre su pico alcanzado en 2016 y el año pasado. La nota del WSJ apunta, principalmente a dos: Una alta rotación del equipo ejecutivo con escaso conocimiento del mercado local, y la obsolesencia de sus modelos, derivado de una asociación tensa con un fabricante local, para un mercado deslumbrado por la tecnología y con una creciente competencia de empresas locales.
Ahora Ford está implementado medidas de fondo para regresar a la posición que tuvo hace tres años. Desde nuevos modelos, hasta una asociación con el gigante tecnológico chino, Baidu, para desarrollar sistemas multimedia para sus vehículos. Sin embargo, la desaceleración que sufre el mercado de consumo chino juega en contra de los planes de Chen y Hackett.
"Ford en China se ha vuelto bastante irrelevante", dijo Janet Lewis, jefa de investigación de automóviles de Asia en Macquarie Group, citada por el WSJ. "Este tipo de problemas no se pueden resolver con un par de modelos nuevos".
Mientras tanto en México, Héctor Pérez, director de ventas para México y Centroamérica, asumió en julio pasado la presidencia local de la automotriz, en sustitución de Gabriel López quien se hizo cargo del negocio de la automotriz en el mercado sudamericano. En ambos mercados latinoamericanos la presencia de Ford se ha visto presionada como en China y Europa; por lo que el futuro no parece prometedor.