Coches autónomos transformarán las ciudades en favor de los peatones
Actualmente, la forma en que las personas se mueven está cambiando de forma radical. De un tiempo a la fecha, los productos llegan a las personas y no al revés.
En el futuro, el ritual de insertar una llave y conducir hasta el hartazgo serán sustituidos por la tranquilidad y posibilidades que supondrán los coches autónomos.
Pero este cambio significativo no solo impactará en la vida cotidiana, también tendrá una repercusión en la concepción y diseño de las ciudades, especialmente de las grandes urbes.
Las metrópolis actuales están construidas a partir de una conceptualización del automóvil como algo básico e imprescindible; con la introducción de los coches autónomos esto cambiaría, pues los peatones tendrían mayor relevancia al ocupar las calles.
Una de las principales modificaciones que sufrirían las ciudades es respecto al espacio que ocupan los autos. En la actualidad, existen carreteras de hasta seis carriles, sin embargo, esto cambiaría con los carros autónomos, ya que estos ocupan menos espacio entre sí y eso tendría una repercusión favorable para los peatones.
Otra transformación que podrían tener las ciudades es que prescindan de semáforos. El equipo de Senseable City Lab, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), ha desarrollado DriveWAVE, una interfaz que busca que esto sea posible a través de la coordinación y comunicación en tiempo real entre los sensores de los coches autónomos.
El planteamiento de esta opción suena sumamente atractiva, no obstante, especialistas en el tema advierten sobre un posible peligro que implica esta tecnología y no es relativa a los autos, sino a lo impredecible de las personas, quienes deberán ser más cuidadosas al andar en las calles, pues sus acciones podrían desafiar la inteligencia artificial de los automóviles.
Por otro lado, una de las mutaciones más relevantes que sufrirían las ciudades sería la inutilidad de los estacionamientos. Estos, se plantea, disminuirían su número exponencialmente, pues los carros autónomos estarían en constante movimiento, dejarían a una persona y recogerían a otra.
Carlo Rotti, director del Senseable City Lab, define a esto como “un sistema híbrido en el que transporte público y privado cooperen”.
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Además de disminuir considerablemente la contaminación, el hecho de menor cantidad de estacionamientos impactaría en la arquitectura urbana.
De acuerdo con un informe del Center for Real State, “En las zonas urbanas más densas, el espacio para estacionar podría decrecer drásticamente, por esa razón los despachos arquitectónicos ya están construyendo sus garajes de forma que puedan reconvertirse en espacios para oficinas fácilmente”.
Las transformaciones suenan muy atractivas. Pero un problema que traería consigo el rediseño de las ciudades a partir del funcionamiento de los carros autónomos es que este tipo de asentamientos en países donde la brecha de desigualdad social es amplia, como México, se acrecentaría aún más.
Aunque Carlo Rotti en entrevista para la revista Retina, de El País, mencionó que “no hay que fijarse en las diferencias que causa hoy la tecnología, sino en el potencial que tiene para reducirlas mañana”, en países en desarrollo, las desigualdades son un asunto que se debe atender de inmediato si quieren aspirar a la implementación de este tipo de tecnologías en el futuro.
MÁS INFORMACIÓN: Entrevista a Carlo Rotti, Retina, septiembre de 2017.
MÁS INFORMACIÓN: DriveWAVE, Senseable City Lab, MIT.
