Lula da Silva con un pie en la cárcel. "Es una prueba de la democracia": juez Barroso
Tras 10 horas de debate el escudo de la apelación que protegía al expresidente Lula da Silva de ir a la cárcel fue removido por el Supremo Tribunal Federal de Brasil la madrugada de este 5 de abril.
El puntero para tomar la presidencia una vez más este octubre, tras haber sido el mandatario de Brasil por años entre 2003 y 2010, podría ser descalificado de la elección y enviado a prisión por 12 años acusado de corrupción al estar involucrado en la Operación Lava Jato.
Sin embargo la resolución del tribunal implica más que solo el aceptar que un político vaya a la cárcel, “es una prueba de la democracia”, comentó el juez Roberto Barroso, uno de los magistrados que rechazó la apelación habeas corpus para Lula.
Pues “este debate no es sobre un legado político […] se trata de si la jurisprudencia que establece la corte debe aplicarse a todos” continúo el juez.
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En julio de 2017 el magistrado Sergio Moro condenó a Lula da Silva a 10 años de cárcel por haber recibido un departamento de lujo por parte de la constructora OAS, empresa que junto con otras 15 constructoras del país –incluyendo a Odebrecht- realizaron negociaciones fraudulentas para hacerse de grandes licitaciones con la petrolera nacional Petrobras.
Tal sentencia fue refrendada en enero de este 2018 por un tribunal regional y aumentada según reportes de la prensa local, hasta llegar a los 12 años que actualmente se le imputan al expresidente Lula da Silva.
Se espera que la orden de arresto se emite este jueves 5 de abril por parte del juez Moro, de quien han salido las condenas en contra de 109 políticos y empresarios relacionado con la Operación Lava Jato en Brasil, entre ellos Marcelo Odebrecht.
No obstante, sobre los hombros de Lula pesa más que solo esta condena, pues el expresidente enfrenta seis imputaciones más por delitos como obstrucción de la justicia, tráfico de influencias y manipulación de las cuenta públicas.
