Sin incentivos fiscales y trámites extras la CDMX disminuye su atractivo fílmico
El 11 diciembre de 2017 la Comisión de Filmaciones de la CDMX anunció que a partir de enero las filmaciones nocturnas quedarían prohibidas en ciertas zonas residenciales; un mes después se retractó a medias.
La Comisión aseguró que no estaba prohibido grabar de noche, pero si se buscaba filmar después de las 22:00 horas las producciones debían conseguir la aprobación de la institución ajustando sus llamados de tal manera que no se afecte la vida cotidiana de la ciudadanía.
Es decir que las producciones deben realizar un trámite más para poder realizar esta clase de filmaciones.
A pesar de eso, filmar en la Ciudad de México puede o no ser caro dependiendo de los días de filmación y el tipo de vías necesarias.
Los permisos de filmación diarios en vía pública van desde los 871.8 pesos si es en vías ciclistas o peatonales hasta los 4 mil 347 en aquellas de tránsito vehicular, de ser urgente éste llega a los 8 mil 693 pesos.
En caso de que la filmación se lleve a cabo en el Centro Histórico los costos aumentan 50%.
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Ciudad filmada, ciudad turística
Existe cierta contradicción por parte de las autoridades mexicanas cuando se trata de turismo y cine.
Por un lado, el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) pagó 18 millones de dólares en 2015 en apoyo a la producción de la película 007: Spectre por filmar en la CDMX de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación.
Por el otro, en 2017 decidió cancelar el Programa de Apoyo a la Industria Cinematográfica y Audiovisual de Alto Impacto (ProAv).
Este programa devolvía hasta el 17.5% del costo de producción a los filmes extranjeros que se filmaran en el país, lo que implica un desincentivo para la comunidad del cine.
Turistas vinieron a México en 2016 a la expectativa de un desfile de día de muertos similar al de la película 007: Spectre en 2015.
No es necesario ver a Nueva York o a Los Ángeles para saber que la industria del cine es un imán para el turismo, solo hace falta ver a la ciudad de Dubrovnik, en el país europeo del este, Croacia.
Después de que esta ciudad fuera utilizada como locación para la segunda temporada de la serie de HBO, Game of Thrones, la cantidad de visitantes que se quedaron a pernoctar comenzó a tener un crecimiento exponencial.
La filmación de películas y series es un atractivo para el turismo, como en el caso de los escenarios utilizados por la serie Game of Thrones.
Mientras en 2011, año en el que se comenzó a filmar en esta locación, la ciudad a penas rebasaba los 2 millones de turistas que pasaban la noche en la ciudad, para 2016 llegaron a contabilizar alrededor de 3.6 millones de acuerdo con la Organización de Turismo de Dubrovnik.
Lo que significó un crecimiento de más 50%.
Estas cifras son resultado de la política de impulso turístico del exalcalde de la ciudad, Andro Vlahusic, que tomó la ciudad amurallada con casas de piedra y techos rojos y ofreció su uso gratuito a HBO y posteriormente a Disney para la filmación de la octava entrega de la saga de Star Wars, El Último Jedi.
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Para que te filmen más, incentivos fiscales
Si bien a la producción de Game of Thrones no implicó ningún costo fiscal pagado a Dubrovnik, lo cierto es que en lo general Croacia otorga incentivos fiscales a quien deseen filmar en el país, reembolsándoles el 20% de los gastos pagados.
La única condición es que el productor o coproductor sean de origen croata o en su defecto que un proveedor de servicios de producción ya establecido sea croata de acuerdo con la página EP Finantial Solution, dedicada a identificar los incentivos fiscales para el cine en el mundo.
De manera similar existen otros países con facilidades semejantes o mejores para los cineastas.
Como es el caso de Irlanda que otorga un reembolso del 32% sobre gastos generales, a todas las compañías irlandesas o para aquellas que tengan negocios con alguna de ellas y no este conectado a alguna distribuidora.
Algunos países otorgan incentivos fiscales a las productoras.
Reino Unido ofrece 25% de reembolso en gastos fiscales, la única condición es pasar una prueba cultural que califique la producción como británica y que al menos un 10% de los gastos de producción se hagan dentro de su territorio.
Colombia por su parte, pone el 20% de los servicios de logística cinematográfica como transporte, alojamiento y alimentación, además del 40% de servicios en donde se pueden incluir cuestiones de postproducción, técnicos y arte.
El único requisito es que debe ser filmada parcial o totalmente en Colombia y tener un gasto mínimo de 600 mil dólares.
MÁS INFORMACIÓN: EP finantial solutions.
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