Con todo y sismo, los homicidios en el país siguen sin control
21 mil 200 víctimas de homicidio doloso se contabilizaron al cierre del tercer trimestre de 2017. Es decir, en el periodo enero-septiembre de este año se han asesinado a tantas personas como para llenar dos veces el Auditorio Nacional, de ese tamaño es la violencia en el país.
Ni la emergencia ocasionada por los sismos del 7 y 19 de septiembre fueron suficientes para frenar la escalada de violencia que castiga al país, pues en ese mes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 2 mil 564 víctimas de homicidio doloso, la segunda cifra más alta de que se tenga registro.
El 21 de septiembre, en entrevista radiofónica, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera afirmaba que en los días posteriores al sismo del día 19 no se había registrado un solo homicidio doloso en la capital del país.
El gusto no duró nada, pues la cifra de personas asesinadas en septiembre de 2017 solo es superada por el registro de junio de este año, cuando el SESNSP registró 2 mil 569 víctimas de homicidio doloso.
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Tomando como base el número de asesinatos en el país, cada cinco días, en promedio, se supera el número de víctimas que dejó el sismo del 19 de septiembre en el país (369 según el último reporte del titular de la dirección general de Protección Civil del gobierno federal, Luis Felipe Puente). Y es que en el país cada día de ese año son asesinadas casi 78 personas.
“En el mes de los sismos, en la temporada de la generosidad, 2 mil 564 personas fueron asesinadas, según el conteo oficial. Una cantidad casi seis veces mayor a la que dejaron los sismos”, consideró el especialista en temas de seguridad Alejandro Hope en su columna publicada este lunes en 23 de octubre en el diario El Universal en la que reflexiona sobre el poco impacto social y mediático que genera en el país la cifra de personas asesinadas.
Según el especialista, uno de los factores por lo que estos datos ya alarman ni a autoridades ni a ciudadanos es que la mayoría de las víctimas de homicidios son personas menores de 40 años con bajo nivel de escolaridad.
“En 2016, 63% de las víctimas de homicidios, según el Inegi, tenían menos de 40 años. Tres de cada cuatro víctimas no pasaron de la secundaria. Solo 6% de los asesinados podría ser clasificado como profesionista. En resumen, ese fenómeno se ceba sobre grupos demográficos con bajo peso político y baja visibilidad mediática. No hay casi voceros de clase media (como sucedió en el sismo) que eleven el perfil de las víctimas. El resultado es la oscuridad.
2017, un año de récord
Es la primera vez desde que el SESNSP recopila las cifras de homicidios en el país, es decir desde 1997 que al cierre de septiembre el número de carpetas de investigación por homicidio doloso supera las 18 mil.
Por lo que todo hace pensar que no habrá forma de evitar que este sea al año más violento en la historia reciente de México.
El registro más alto en cuanto al número de carpetas de investigación por homicidio al cierre de septiembre se dio en 2011 cuando la cifra llegó a 17 mil 382
Lo mismo sucede con número de víctimas (ya se ha explicado que en una carpeta de investigación o averiguación previa por homicidio puede haber más de una víctima, pero este registro se lleva únicamente desde 2014).
En el periodo enero-septiembre de 2016, el número de víctimas de homicidio en el país fue de 16 mil 789; en el mismo lapso, pero de 2017, el registro alcanzó 21 mil 200, es decir un incremento de 26.3% de un año a otro.
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Pero hay más. Si hacemos las cuentas por trimestre, el tercer trimestre de este año (julio, agosto y septiembre) también es el que tiene la cifra más elevada de víctima de homicidio desde que se tiene registro con 7 mil 451 víctimas, un aumento de 3% con respecto al segundo trimestre del año –y segundo más violento desde que se tiene registro- con 7 mil 226 víctimas.
Sin embargo, algo pasa con la contabilidad de las averiguaciones previas, pues en ese rubro, la cifra de carpetas de investigación abiertas por homicidio doloso en el país es más elevada en el segundo trimestre de 2017 que en el tercero.
En el periodo abril-junio de 2017 se abrieron 6 mil 388 carpetas de investigación por homicidio doloso –el récord en los últimos 20 años, superando las 6 mil 065 del segundo trimestre de 2011- y en el periodo julio-septiembre el número de carpetas de investigación abiertas por este delito es de 6 mil 329.
Las entidades con más víctimas de homicidio en el país son Guerrero (mil 858), Estado de México (mil 730) Baja California (mil 677), Chihuahua (mil 677), Veracruz (mil 410) Sinaloa (mil 255) Jalisco (mil 110) Guanajuato (mil 058), Michoacán (mil 031) y la Ciudad de México (892).
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En todos los casos, se trata de máximos históricos, de acuerdo con los registros del SESNSP, pero hay otros estados en las que el número de víctimas de homicidio doloso no es tan alto, pero tiene aumentos alarmantes. El caso más grave sigue siendo Baja California Sur, pues en los primeros nueves meses de 2016 se registraron 136 víctimas y al año siguiente la cifra llegó a 40, es decir un aumento de 194%.
Este es el mapa de la violencia en el país. Un registro que parece no sorprender ya a casi nadie, a pesar de las analogías que se haga, pero aquí va una más, si acostamos en línea a cada una de las 21 mil 200 víctimas de homicidio en el país y las formamos una junto a otra (tomando como base la estatura promedio de los mexicanos que es de 1.64 metros), la fila se extendería por 34.77 kilómetros, cuatro kilómetros más que toda la Línea 1 del Metrobús de la Ciudad de México que cruza toda la capital del país por Insurgentes desde Indios Verdes hasta la salida a Cuernavaca.
MÁS INFORMACIÓN: Informe de Víctimas de homicidio, extorsión y secuestro, Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 20 de octubre de 2017.
MÁS INFORMACIÓN: ¿Por qué no nos importan las víctimas de homicidio? Alejandro Hope, El Universal, 23 de octubre de 2017.
