Mexicanos sin tiempo para hacer ejercicio, ni dinero para comer sano

En México 41% de las personas que tienen un trabajo -más de 21 millones- perciben un salario menor a 4 mil 880 pesos mensuales, mil pesos menos de lo que se necesita para alimentarse bajo los estándares más básicos de bienestar.
5 Octubre, 2017 Actualizado el 6 de Octubre, a las 11:54
El aguacate llegó a los 70 pesos o más en el año, difícil de adquirir para los 7.5 millones de personas que ganan un salario mínimo diario por 80.04 pesos.
El aguacate llegó a los 70 pesos o más en el año, difícil de adquirir para los 7.5 millones de personas que ganan un salario mínimo diario por 80.04 pesos.
Arena Pública

Incrementar el salario mínimo es cuestión de salud, más allá del impacto económico.

La falta de dinero para comprar verduras y frutas es el principal impedimento de las familias mexicanas para alimentarse sanamente.

Esa fue la principal razón que argumentaron la mitad de los participantes en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (Ensanut) cuyos resultados fueron publicados por el Instituto Nacional de Salud Pública en octubre de ese año.

Especialmente en las comunidades rurales donde el 61% de los encuestados lo eligió como respuesta, contra el 47% de las personas que habitan en zonas urbanas.

 

En México, la mala alimentación tiene mucho que ver con la economía de las familias.

 

La falta de conocimiento para preparar alimentos saludables es la segunda razón que impide a los mexicanos comer sano con un 38% de las respuestas en Ensanut.

Los datos le dan razón a los encuestados.

Una familia promedio de cuatro personas necesita 5 mil 900 pesos solo para comprar alimentos básicos como maíz, arroz, pollo, leche, quesos, verduras, fruta, azúcar, entre otras.

 

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Este monto no contempla sus gastos en educación, salud o el pago de servicios básicos como agua, luz, gas, vivienda, vestidos, entre otros, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Las familias de los hogares más pobres en México perciben ingresos de entre 2 mil 700 y 4 mil 700 pesos mensuales. Esto se explica por los bajos salarios que prevalecen.

En México 41% de las personas que trabajan no alcanzan a comprar la llamada canasta de alimentos básicos, aun y cuando invirtieran todos lo que ganan en un mes.

 

El aguacate y el limón llegaron a ser un lujo, llegaron a costar entre 50 y 70 pesos.

 

Estos 21 millones de trabajadores perciben un salario que va de los 2 mil 440 pesos a los 4 mil 880 pesos mensuales. En el mejor de los casos reciben mil pesos menos de lo que se necesita para alimentar a una familia promedio con los estándares mínimos de bienestar que dicta el Coneval.

Para otro 21% de la población ocupada adquirir la canasta de alimentos básica representaría destinar el 80% de sus ingresos, pues estos 10.9 millones de trabajadores ganan en promedio 7 mil 300 pesos mensuales o menos.

En suma, a 60% de las personas sus ingresos laborales no les alcanzan o les dan dificultades para mantener alimentada en lo básico a una familia de cuatro personas, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Además, el incremento de precios siempre es más fuerte entre los alimentos que entre el resto de los bienes y servicios.

De enero a agosto -los datos más recientes- la inflación general o medida del alza de precios en el tiempo ha oscilado entre 4.7% y 6.6%, mientras que la inflación de la canasta básica de alimentos entre 7.2% y 8.5%.

 

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Dicho de otra forma, en lo que va del año el precio de algunos de los alimentos básicos se disparó, el kilo de jitomate osciló entre los 35 y los 45 pesos; el limón entre los 40 y los 50 pesos, la manzana alcanzó los 60 pesos.

Pero el precio que más se disparó fue el del aguacate, un kilo llegó a costar entre 70 y 80 pesos, lo mismo que el salario mínimo para 2017 que ganan diariamente 7.56 millones de trabajadores.

En contraste, la comida chatarra por ejemplo, pizzas congeladas, el tocino, el refresco, las donas o los helados es -en promedio- tres veces más barata que otra saludable como la leche, tomates, yogur y salmón, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro para la Investigación de la Dieta y la Actividad de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.

 

Mexicanos no hacen ejercicio

Además de no tener dinero para alimentarse sanamente, los mexicanos tampoco tienen tiempo para hacer ejercicio.

Casi 6 de cada 10 participantes en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición dijeron que la falta de tiempo era su principal obstáculo para no hacer ejercicio, le siguió la falta de espacios adecuados y seguros con 38% de las respuestas.

Otra vez las cifras apoyan la respuesta. Los mexicanos son los que más horas trabajan dentro de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 2 mil 246 horas al año, 480 más que el promedio de la OCDE por mil 765.

Más del 80% de los niños de entre 10 y 14 años en México no cumple con las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es realizar 150 minutos de ejercicio por semana o 35 minutos diarios.

Y el 20% de los adultos son considerados físicamente inactivos.

Los quehaceres del hogar o caminar de la casa al trabajo parecen ser dos de las pocas actividades físicas que realizan los mexicanos.

Más de 47% de la población realiza menos de 2 horas diarias de actividad física en lapsos mínimos de 10 minutos que incluyen transporte activo, labores domésticas, trabajo activo y actividad en tiempo libre, de acuerdo con Ensanut.

 

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Sin dinero para comer sano ni tiempo para ejercitarse los mexicanos podrían aumentar sus problemas de sobrepeso y obesidad que actualmente alcanzan al 73% de los adultos con la consecuente probabilidad de contraer enfermedades como diabetes e hipertensión.

De ahí que el sedentarismo y la alimentación poco saludable son dos problemas personales que, dadas sus consecuencias, podrían serlo también de las políticas públicas.

 

MÁS INFORMACIÓN: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, informe final de resultados, octubre 2016.

MÁS INFORMACIÓN: Encuesta Nacional de Salud, documentación, abril 2017.

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