Los mexicanos son pobres pero viven con suficiencia, así es una casa promedio
A pesar de su pobreza, las viviendas de los mexicanos no sufren carencias.
Cuatro de cada 10 mexicanos es pobre –el 44% de la población- es decir, sus ingresos no son suficientes para costear los alimentos y servicios necesarios para tener una vida en condiciones mínimas de bienestar, ese porcentaje representa a 53.4 millones de personas.
Sin embargo, en términos generales, las casas de los mexicanos están equipadas con los servicios más básicos para vivir.
Vieja y austera, pero suficiente, así es la casa del mexicano promedio, revela la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en agosto de 2017.
Una casa promedio en México tiene más de 16 años de antigüedad, cuenta con cocina, dos recámaras, piso de cemento o firme y sanitario exclusivo para la vivienda con disponibilidad de agua.
Casi el 100% de los hogares en México tienen una fuente para obtener energía eléctrica, uno de los servicios mejor distribuidos en el país, incluso los estados con mayores niveles de pobreza como Oaxaca, Guerrero y Chiapas tienen cubierto el servicio en por lo menos el 97% de las viviendas.
93% de los hogares mexicanos cuentan con agua entubada y en el 87% de los casos la tienen a su disposición diario o cada tercer día. Mientras que el 84% de las viviendas cuentan con gas para cocinar.
Los servicios básicos están cubiertos, aunque no hay muchos lujos. Más del 70% de los hogares tiene regadera, estufa y refrigerador, pero menos de 15% tiene aire acondicionado, calefacción o video juegos.
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Eso si, la televisión no falta. El gasto de las familias mexicanas prioriza el entretenimiento y la información que les proporciona este aparato respecto de la carga de trabajo que les quita la lavadora.
El 94% de las casas cuenta con televisión, de hecho, es el único electrodoméstico que se cuenta por más de uno en los hogares mexicanos, un dato que no cambia incluso en las tres entidades más pobres del país.
En cambio, en 68% de los hogares mexicanos hay lavadora y solo en 30% una computadora.
Sean pocas o muchas a los mexicanos les gusta tener certeza sobre sus pertenencias, pues 7 de cada 10 casas en México son propias, es decir, pertenecen a quienes las habitan, y de estas más de 70% tienen escrituras.
El gasto de las familias mexicanas prioriza el entretenimiento y la información que les proporciona la televisión respecto de la carga de trabajo que les quita la lavadora.
Una vivienda sin carencias, aunque austera, es decir, sin más que los servicios básicos para vivir, podría ser uno de los argumentos que explique porque los mexicanos se encuentran satisfechos con su vida a pesar de los altos niveles de pobreza.
Su satisfacción está valuada en 8.2 puntos en una escala del 1 a 10 de acuerdo con los Indicadores de Bienestar Autorreportado de la Población Urbana del Inegi.
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Pero las políticas públicas aun no pueden cantar victoria. Aunque las viviendas en términos generales a nivel nacional tengan los servicios básicos, si se hace un zoom por los estados donde la gente es más pobre como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, el panorama pasa de básico a precario.
40% de las viviendas en esos estados aún recibe agua solo dos veces por semana o de vez en cuando. Casi en la mitad de las casas cocinan con leña y en Chiapas y Guerrero cuatro de cada 10 hogares no tienen escrituras.
Si bien los datos revelan que las políticas públicas han acertado en la provisión de servicios como energía eléctrica o agua, la zona sur del país guarda una importante brecha con el promedio de los hogares a nivel nacional cuya nivelación supone un reto mayúsculo. En México hay 32.8 millones de casas en total.
MÁS INFORMACIÓN: Tabulados de hogares y viviendas, Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2016, Inegi, agosto 2017.