Irreales las promesas electorales de reducir impuestos o bajar precios de gasolinas: Meade
Las ofertas electorales de bajar el precio de las gasolinas, de reducir impuestos o de incrementar los programas sociales no son realizables por la situación de las finanzas públicas.
“Cada vez que hay un proceso electoral hay quien piensa que puede ganar votos ofreciendo que los impuestos van a ser más bajos, que los precios de las gasolinas van a caer, que el gasto en los programas se va a multiplicar, y la verdad es que cuando revisamos la realidad, casi artimética de las finanzas públicas, muchos de esos elementos que hacen atractiva una oferta política no van a poder materializarse”.
Así lo advierte José Antonio Meade, el secretario de Hacienda y Crédito Público, en momentos en que ya ha comenzado la carrera por las candidaturas presidenciales en los principales partidos políticos hacia 2018, incluyendo al PRI, el partido en el gobierno.
Andrés Manuel López Obrador, el virtual candidato presidencial de Morena y quien lleva la delantera en las preferencias electorales, ha ofrecido reducir el precio de las gasolinas y bajar los impuestos de llegar a la presidencia de la República. En un discurso parecido, aunque más moderado, Margarita Zavala, quien se perfila como precandidata presidencial del Partido Acción Nacional, ha pedido revertir el alza de las gasolinas, medida que calificó de ‘abusiva’.
Y el 4 de marzo en ocasión del aniversario 88 del Partido Revolucionario Institucional, el presidente Enrique Peña Nieto dio el banderazo de salida a la carrera electoral por la presidencia en 2018 prometiendo que el PRI ganará la elección bajo la premisa de que la oposición no está en condiciones de gobernar el país.
Entrevistado en su oficina al sur de la Ciudad de México, Meade refrenda esa postura de su jefe, el Presidente. “Hay algunas cosas –refiriéndose a la estabilidad de la economía- que los mexicanos hemos logrado con mucho esfuerzo y que no vale la pena poner en riesgo”, responde a la letra cuando se le recuerda que siendo secretario de Hacienda con el presidente Felipe Calderón en 2012, y de cara a la anterior elección presidencial, advirtió que se debe evitar politizar la economía ante los eventos electorales.
Hay algunas cosas que los mexicanos hemos logrado con mucho esfuerzo y que no vale la pena poner en riesgo
José A. Meade
¿Es usted una garantía de que eso no ocurrirá? se le pregunta al responsable del tesoro público del país de cara a la preocupación de inversionistas y calificadoras de riesgos sobre el manejo del gasto público en el último tramo del gobierno. Meade, un doctor en economía por la Universidad de Yale y abogado por la UNAM, evade la respuesta directa. Lo que es una garantía hacia delante –dice- es la conciencia de preservar el orden en el gasto público, en las fuentes tributarias, en la valía de la estabilidad económica.
Pero si hay algún tema que ocupa a la prensa en México y a los ciudadanos es la corrupción en el sector público, junto a la inseguridad y violencia, como lo apuntan prácticamente todas las encuestas. Despilfarro, corrupción e impunidad son asuntos cotidianos cuando se trata de los recursos que maneja la hacienda pública. “La mala conducta de unos pocos se ha traducido en el desprestigio del servicio público, de la política”, responde el titular de la secretario de Hacienda desde septiembre de 2016 y a quien se le ha mencionado como posible gobernador del Banco de México en sustitución de Agustín Carstens, aunque su nombre sigue presente en el grupo de aspirantes a la presidencia de la República para 2018.
Pero más allá de reconocer la corrupción en algunos ámbitos del sector público, Meade enfatiza que el enojo y la decepción ciudadana con el gobierno de Enrique Peña Nieto se debe en buena medida a una deficiente comunicación entre gobierno y ciudadanos.
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“Esta sensación, esta percepción e, incluso, esta realidad de segmentos muy amplios de la población que se sienten mal atendidos por su gobierno no es un reto exclusivo de México. No hemos logrado traducir al lenguaje ciudadano lo que estamos queriendo hacer, no hemos logrado interpretar lo que al ciudadano le preocupa…toca a los políticos reencontrarse con la sociedad”, explica.
La incertiumbre global y la que prevalece aún en torno a la relación con Estados Unidos sigue siendo un factor presente que está impactando el desempeño de la economía, reconoce Meade.
Sin embargo el secretario –quien también encabezó la Cancillería y la secretaría de Desarrollo Social en el actual gobierno- es optimista sobre los resultados de las finanzas públicas, sobre el crecimiento económico hacia delante y sobre un mayor nivel de entendimiento en las conversaciones con sus pares estadounidenses.
“Desde el punto de vista de las preocupaciones sobre las finanzas públicas, tenemos algunos elementos que permiente suponer que las finanzas públicas enfrentan menos riesgos que el año pasado; en parte por un buen plan de negocios de Pemex que se ha venido ejecutando, en parte por una mejora en el precio del petróleo lo que nos ha permitiendo seguir el camino de la consolidación fiscal. El déficit de 2017 será menor que en 2016 y, con cargo a ello, las finanzas públicas serán mejores que en el año anterior”.
José Antonio Meade fue nombrado secretario de Hacienda el 7 de septiembre de 2016,
ocupando el lugar del ahora canciller Luis Videgaray
¿Acaso sigue pensando que las reformas estructurales eran el cuello de botella del crecimiento económico, después de los resultados obtenidos en estos últimos años? Para Meade es una cuestión de perspectiva.
A pesar de las críticas a las reformas económicas emprendidas por Peña Nieto el responsable del Tesoro Público responde que las reformas han aportado al crecimiento económico en una coyuntura en que la mayor parte de las economías del mundo han crecido muy poco.
“Si bien no es una gestión que nos hubiera gustado, es una gestión robusta, diversificada en un entorno global super complicado en el que nuestros pares han enfrentado dificultades severas”.
