Política fiscal mexicana con nulo impacto en la desigualdad, da igual tenerla que no
La política fiscal mexicana es un cero a la izquierda para combatir la desigualdad.
Es tan ineficiente para redistribuir la riqueza que si hoy desapareciera, la desigualdad se mantendría casi igual que cuando existía.
Si en México se mide el coeficiente de Gini -que determina la desigualdad de ingresos de un país- sin considerar el impacto redistributivo de la política fiscal y el gasto social, y luego se mide nuevamente incluyendo ese factor, el coeficiente registra una disminución despreciable de tan sólo 0.01 puntos.
La disminución para los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de 0.35 puntos en promedio, revela el informe “Panorama de las Administraciones Públicas: América Latina y el Caribe 2017,” publicado por la mencionada organización.
La ineficacia de la política fiscal no es un problema exclusivo de México. La desigualdad en los países de América Latina y el Caribe es 70% mayor al resto de los países de la OCDE ya incluyendo el impacto redistributivo de la política fiscal y el gasto social.
La OCDE ha emitido una serie de recomendaciones a las autoridades mexicanas para tener un gasto social eficiente y una política fiscal eficaz, entre ellas hacer un mejor uso del impuesto predial; mejorar la coordinación de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y las contribuciones de seguridad social; así como trabajar en el combate de la evasión y la elusión fiscal.
En materia de elusión fiscal México perdió 38% de la posible recaudación del ISR de las personas físicas y 20% del IVA durante 2015, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Mientras que en cuestión de evasión se estima que se perdieron 31.4% de los ingresos por ISR empresarial y 15.5% del ISR de personas físicas durante 2012. Además de 24.3% en relación a la recaudación posible del IVA durante el mismo año, según datos del Centro de Estudios Estratégicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Los bajos niveles de recaudación también son un problema que no terminó de resolverse con la reforma fiscal de 2014, asegura el informe.
Si bien los ingresos tributarios en relación con el PIB se incrementaron 2.2 puntos anuales en 2015 -al pasar de 15.2% a 17.4%- México continúa siendo el país de la OCDE con el ingreso fiscal más bajo.
El promedio de recaudación de los países de la organización es de 34.3% de su PIB, el doble de lo alcanzado por el país.
En México la correspondencia fiscal -o el deber de cada nivel de gobierno para recaudar impuestos- no se observa.
En algunos municipios rurales del estado de Oaxaca, por ejemplo, la recaudación de impuestos es en promedio 10 veces inferior a las contribuciones que realizan los ciudadanos para las fiestas patronales, lo reveló un estudio realizado por académicos del Colegio de México.
“La gente que contribuye a la celebración religiosa sabe y puede verificar el día de la fiesta que su contribución está correspondida con la calidad de la misma. En cambio, cuando pagan impuestos lo único observable y verificable es el mal estado de la infraestructura o la mala calidad de la educación o de los servicios de salud,” señala al respecto el economista Fausto Hernández Trillo.
A FONDO: Panorama de las Administraciones Públicas América Latina y el Caribe 2017, OCDE, 2017.
A FONDO: Estudios Económicos de la OCDE México, OCDE, 2017.
A FONDO: Estadísticas de Ingresos, OCDE, 2016. (Vesión en Inglés).
A FONDO: Estudio Económico de América Latina y el Caribe, CEPAL, 2016.
OPINIÓN: Recaudación Fiscal: Autoridades Religiosas versus Fiscales, 19 de diciembre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Mientras se investiga a Duarte y Borge, las finanzas estatales siguen vulnerables a más desfalcos, 16 de enero de 2017.
MÁS INFORMACIÓN: Secreto fiscal y discrecionalidad del SAT para condonar impuestos divide opinión de expertos, 03 de octubre de 2016.
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