México a punto de prohibir la experimentación con embriones humanos, científicos rechazan la ley
La polémica experimentación científica con embriones humanos está a punto de ser prohibida en México.
El Senado de la República aprobó una reforma a la Ley General de Salud que, entre otros detalles, prohíbe la investigación científica con embriones humanos.
El dictamen pasó a la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, que ya lo aprobó. En los próximos días podría pasar al pleno para su discusión.
Las modificaciones a la Ley especifican que los embriones humanos sólo pueden ser generados con la finalidad de lograr un embarazo.
Los cambios incluyen un capítulo de delitos que, entre otros, imponen una pena de cinco a ocho años de prisión y una multa de entre 7,300 a 50,000 pesos a quienes usen los embriones con fines distintos a los establecidos en la Ley; también sanciona con 14 años de prisión y una multa de más de un millón de pesos a quienes comercialicen con embriones.
Las protestas a los cambios impulsados por la senadora del Partido Acción Nacional, Maki Esther Ortiz Domínguez y la diputada del Partido Revolucionario Institucional, Sylvana Beltrones, no se hicieron esperar.
La Sociedad Mexicana para la Investigación en Células Troncales, la Red temática de Células Troncales y Medicina Ergonómica, el Colegio de Bioética y el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, entre otros, publicaron un desplegado para protestar por la prohibición.
La investigación sobre el desarrollo embrionario y las células madre han tenido un impacto significativo en la implementación de métodos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades que hoy son incurables, argumenta el desplegado firmado por más de 50 doctores especializados en la materia.
Los firmantes aseguran que los cambios a la Ley General de Salud transgreden la libertad de investigación científica plasmada en el artículo 3° constitucional.
La polémica
La experimentación con embriones humanos es un tema polémico. Hay comunidades -principalmente asociadas con instituciones religiosas- que se oponen a ésta práctica. Su principal argumento es que los consideran biológicamente seres humanos.
“Los embriones humanos no son meros tejidos biológicos o racimos de células; son los seres humanos más minúsculos. En consecuencia, tenemos una responsabilidad moral de no dañarlos deliberadamente,” explica un artículo del Centro de Bioética y Dignidad Humana de la Universidad Trinity International, que se define como una institución de artes liberales cristiana evangélica, ubicada en Illinois, Estados Unidos.
El principal argumento a favor de la experimentación con embriones humanos es que las células madre -que se obtienen a partir de estos- tienen un gran potencial regenerativo.
“Las células madre embrionarias, ha subrayado el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España, son la principal apuesta para la futura medicina regenerativa, y las únicas capaces de generar cualquier tipo celulas de los que conforman un organismo adulto, por lo que constituyen el primer paso para la curación del alzhéimer, el párkinson o la diabetes,” cita un artículo publicado por la plataforma EFE especializada en temas de salud.
La experimentación con embriones tiene otra vertiente igualmente polémica: la clonación humana, también prohibida en el dictamen que modifica la Ley de Salud. Científicos de Estados Unidos ya lograron crear embriones fuera del útero de la madre, que posteriormente podrían ser implantados en este órgano para desarrollar a un ser humano idéntico a la persona que donó la célula con la que se creó el embrión.
Otras prohibiciones
Los cambios a la Ley General de Salud regulan una materia donde había existido un vacío legal: la inseminación artificial, cuyo término se transformó al de técnicas de reproducción humana médicamente asistida.
Entre otros cambios, el dictamen de Ley prohíbe la eugenesia, que es la mejora de rasgos hereditarios mediante la intervención de las células; la producción de híbridos o cruce entre especies y la selección del sexo con fines no terapéuticos.
La propuesta -por discutirse en la Cámara de Diputados- pena con seis a 17 años de prisión a quien alquile el vientre de una mujer para la procreación de un hijo, ya sea mediante un pago o “aprovechándose de su situación de pobreza o ignorancia.”
Con la misma pena se castigará a quienes alquilen vientres para familias extranjeras o a quienes lo hagan con fines de lucro. Para los doctores o enfermeras que participen en estos procedimientos, además de las penas citadas, se les impondrá una suspención de labores de cinco a ocho años.
El alquiler de vientres -y las técnicas de reproducción asistida- se permiten siempre y cuando se compruebe la infertilidad de la mujer bajo una orden médica. En el caso de la llamada maternidad subrogada, se tendrá que efectuar sin pago alguno a quien preste su vientre para el desarrollo del embrión.
La comunidad médica en contra del dictamen señala que los cambios mencionados “limitan el acceso de la población mexicana a técnicas de reproducción asistida, violando el derecho constitucional del individuo a la protección de la salud y la auto determinación en la formación de la familia.”
La batuta del polémico dictamen esta hoy en la Cámara de Diputados. En las manos de los legisladores esta limitar la actividad científica en materia de embriones y las técnicas de reproducción asistida, o permitirlas con una regulación que favorezca la ética.
A FONDO:Dictámenes a discusión y votación para remormar dispociones a la Ley General de Salud, abril 2016.
A FONDO:Avala Senado reformas para regular reproducción asistida, Senado de la República, abril 2016.
MÁS INFORMACIÓN: En México sí se permitió la concepción del primer bebé de “tres padres” ¿Por qué?, Arena Pública, 04 de octubre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Científicos de Stanford logran restaurar parcialmente la vista de ratones ciegos, Arena Pública, 11 de agosto de 2016.