El secretario más polifacético de los dos últimos gobiernos ha sido José Antonio Meade Kuribreña.
En los últimos cinco años y medio ha ocupado la titularidad de cuatro secretarías del Ejecutivo Federal, a razón de una secretaría cada 17 meses.
Durante el gobierno del panista Felipe Calderón fue titular de la secretaría de Energía por ocho meses y los últimos 14 meses del gobierno calderonista ocupó el cargo de secretario de Hacienda. Con el priista Enrique Peña Nieto fue nombrado secretario de Relaciones Exteriores y, hace un año, se le encomendó la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Social en lugar de Rosario Robles.
Esta presencia de José Antonio Meade en carteras de primer nivel, por igual con un gobierno panista que priista, habla bien de su capacidad, de sus relaciones y de su eficacia política para colocarse en lugares clave del gobierno. Es un secretario con buena crítica no solo al interior del sector público, sino también en el círculo rojo de intelectuales, de la clase política y de la prensa.
Incluso en el cambio de metodología en la encuesta sobre el ingreso de los hogares que dio a conocer INEGI y que motivó una furiosa reacción de CONEVAL y de la gran mayoría de académicos e intelectuales por sus efectos sobre el cálculo de la pobreza en el país, Meade logró sortear el escándalo sin consecuencias mayúsculas sobre su gestión.
Y ahora, hacia la recta final del gobierno, se le vuelve a mencionar como probable titular de Hacienda relevando al poderoso Luis Videgaray, quien fue su principal impulsar para transitar del gobierno panista al equipo de Enrique Peña Nieto en una posición clave como la cartera de la Cancillería.
De forma extraña –porque no era un asunto de su competencia- ante los insistentes rumores recientes de cambios en el gabinete, Meade salió a los medios a desmentir estos cambios. Una respuesta que solo fortaleció las versiones de cambios, salidas y enroques, entre los titulares de las principales secretarías del gabinete; entre los que se cuenta a él mismo ocupando Hacienda.
La lógica de la llegada de Meade a Hacienda se da por dos razones: La primera es porque Videgaray sigue siendo el ‘alter ego’ de Peña Nieto, a pesar de las fuertes críticas que desató su influencia sobre el Presidente para invitar a México al candidato republicano Donald Trump la semana pasada.
En esta lógica, la llegada de Meade a Hacienda sería –otra vez- por la influencia de Videgaray sobre Peña Nieto, tal y como ocurrió al inicio del sexenio cuando Meade llegó a la Cancillería. Así que –de ocurrir en esta ocasión la salida de Videgaray y la llegada de Meade- esta decisión tendría el sello personal del actual secretario de Hacienda.
Y la segunda razón de la lógica de un cambio en Hacienda, es que Meade sería para Videgaray el hombre con el mejor perfil negociador del Paquete Económico 2017 con el Congreso que, a todas luces, será la negociación más complicada de este gobierno en lo que a finanzas públicas se refiere.
Ha quedado en claro –y el propio Luis Videgaray lo dijo recientemente, según versiones de los propios legisladores- en la plenaria del PRI y del PVEM en el Senado- que en 2017 habrá un recorte al gasto de entre 250 y 300 mil millones de pesos.
Un recorte de gran calado que solo anticipa los temblores que vienen para la economía el próximo año y que –ante un relevo- requeriría de un nombre conocido y confiable para los inversionistas globales y las agencias calificadoras
Ante la probable decisión de Videgaray, con la anuencia del Presidente, de dejar Hacienda, Meade es el único miembro del gabinete y uno de los muy pocos nombres en la baraja de Los Pinos que reúne estas características, además de haber ya ocupado el cargo con solvencia.
En la lógica del relevo en Hacienda, en la que se ha insistido últimamente, éstos son los argumentos con los que entraría Meade a ocupar su quinta secretaría en cinco años y medio y la segunda ocasión en la que asumiría la titularidad de Hacienda.
Pero las preguntas sobre las verdaderas intenciones de Videgaray para dejar su actual cargo, son tantas como la posibilidad de que el relevo no se produzca… por lo menos, no por ahora.
Informe de Gobierno y sus resultados
El Cuarto Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto se presentó en un formato sin precedentes en México: Una conversación con un grupo de jóvenes previamente seleccionados y una distribución del evento vía YouTube y Facebook Live. Los resultados fueron muy limitados para un evento de esta naturaleza y las reacciones fueron más bien negativas.