Ayer la agencia Reuters reveló que dos de las siete empresas multinacionales investigadas por el Servicio de Administración Tributaria, SAT, por elusión fiscal serían el gigante juguetero Hasbro y la líder mundial en productos para el hogar, la estadunidense Procter & Gamble.
Ya en enero las autoridades tributarias habían señalado que 270 empresas eran investigadas por presuntas prácticas de elusión fiscal. Pero el asunto no es nuevo aunque hasta ahora se sabe de las investigaciones en curso.
Desde hace ya varios años se tiene conocimiento de que muchas de las grandes empresas -entre ellas varias transnacionales- eluden sus obligaciones fiscales a través de operaciones transfronterizas y de relocalización de sus ganancias en destinos con menores tasas impositivas que en México. Reuters recordaba en su nota que Hasbro había publicado en su más reciente reporte trimestral que la autoridad tributaria del país reclamaba 250 millones de dólares por el periodo 2000-2007.
Este es un asunto que las autoridades tributarias y los gobiernos de diversos países han abordado con mayor frecuencia y urgencia en distintos foros multilaterales ante la proliferación de estas prácticas corporativas que buscan sacar ventaja de los alcances y límites de las leyes tributarias nacionales.
Pero, además, también se sabe que algunas de las transnacionales que operan en el país -como las que mencionó Reuters- se ven favorecidas fiscalmente al utilizar a su favor la condición de “maquilador” que obtienen a través de un proceso administrativo ante la Secretaría de Economía que aún encabeza Ildefonso Guajardo.
Estos asuntos -que según los enterados implica cientos de millones de dólares en elusión de impuestos cada año- ya los habían discutido las autoridades hacendarias y los funcionarios de la Secretaría de Economía durante el gobierno de Felipe Calderón, pero en aquel momento no llegaron a determinaciones concretas y mucho menos se atrevieron a eliminar las rendijas que favorecen la elusión fiscal, particularmente al otorgar con laxitud el tratamiento fiscal de “maquilador” a transnacionales que, en esencia, no lo son.
Ahora la investigación tendría que ir más allá, si realmente se quiere ir a fondo con el asunto y no quedarse en una investigación selectiva que se presta a todo tipo de sospechas. Por ejemplo- dicen los expertos en asuntos tributarios y también ex funcionarios del SAT- que hay que echarle un ojo a la pujante industria automotriz en la que las grandes firmas extranjeras se han visto -y se ven- favorecidas con tratamientos fiscales muy ventajosos desde el gobierno federal, en concordancia a los que ahora se señalan con Hasbro y P&G.
Pero no sólo allí. También se mencionan a otras grandes firmas del sector de productos de consumo e, incluso, a marcas lecheras de gran tradición en México que se han visto favorecidas con una elusión fiscal -y allí está lo grave- alentadas por el mismo gobierno federal al darles un tratamiento fiscal que no les corresponde.
En fin, que ya veremos hasta dónde llega el apetito recaudador del SAT -que encabeza Aristóteles Núñez- y la intención de la autoridad de efectivamente hacer cumplir las leyes tributarias frente a los llamados “grandes contribuyentes” y, particularmente, frente a las empresas multinacionales.
Me temo que ésta será una cruzada tributaria limitada dado que el gobierno busca -a toda costa- alentar la llegada de capitales del exterior para así contar más y nuevas historias económicas de éxito a raíz de las reformas. Pero, además, la animadversión que se generó entre el sector privado con la llamada reforma fiscal, también sería un dique para frenar las embestidas tributarias. Veremos.
SÍGALE LA PISTA…
Dice Krista Kiuru, la ministra de Educación y Comunicación de Finlandia, uno de los países más exitosos en su sistema educativo en el mundo: “Quizá una de las amenazas más grandes del planeta no sea el cambio climático, sino la falta de motivación de los jóvenes para continuar estudiando. En Finlandia nos dimos cuenta que no es tan importante contar con un gran presupuesto, los mejores equipos y materiales; sino de tener a nuestros estudiantes motivados. El presupuesto educativo en Finlandia está más o menos en la media de la OCDE -6.3% del PIB- no es tan caro”, concluye Kiuru. En México el gasto educativo es de 6.2% del PIB, igual que en Finlandia. Pero los resultados son muy distintos.