Aeropuerto, ¿prioritario?

22 Abril, 2014
El Observador

¿Qué tanto le interesa al gobierno de Enrique Peña Nieto la construcción de un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México?

Si la respuesta se tiene que dar con base en la información y las acciones públicas que hemos leído y visto del gobierno federal en los últimos 16 meses sobre el proyecto -desde que inició esta administración hasta el día de hoy- la respuesta prudente sería ‘que muy poco’.

Y es que si a las declaraciones de los responsables públicos nos atenemos, no hay prácticamente ninguna diferencia entre las primeras declaraciones que le dio a la prensa el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, sobre el proyecto del aeropuerto al iniciar el sexenio y las más recientes. En enero de 2013 en Nuevo Vallarta Ruiz Esparza les dijo a los reporteros que el proyecto de un nuevo aeropuerto en Texcoco “es un tema que también se analiza. Hay un grupo internacional y un grupo nacional analizando el asunto. Las personas más competentes están viendo el tema para la mejor solución”.

Si bien Ruiz Esparza nunca quiso comprometer públicamente su respuesta, lo cierto es que funcionarios de alto nivel del gobierno federal y empresarios involucrados en el proyecto ya habían confirmado la decisión de Los Pinos, desde el primer día del gobierno, de construir el nuevo aeropuerto en Texcoco, en las miles de hectáreas aledañas al actual aeropuerto de la Ciudad de México y que adquirió la Comisión Nacional del Agua desde el sexenio de Felipe Calderón. Aquí se lo confirmamos en febrero de 2013.

Pero los planes se alteraron. En los siguientes doce meses dominó el silencio sobre, lo que se había presumido, sería el gran proyecto del sexenio. Por allí, en marzo de 2013, se le chispoteó al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, cuando le confirmó a la prensa que el proyecto del nuevo aeropuerto era un hecho; pero sus declaraciones tuvieron que ser corregidas al día siguiente y el silencio sobre el gran proyecto se alargó. Solo ante la insistencia de los reporteros el secretario ha ‘toreado’ las preguntas en el último año con un “estamos analizándolo”.

Fue hasta enero de este año cuando Ruiz Esparza soltó lo que todo mundo sabía: que los prolongadísimos y sesudos análisis sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México habían concluido que, efectivamente, se realizaría en los terrenos aledaños al actual aeropuerto. Los mismos planes que se habían  dado a conocer tras bambalinas un año antes, pero que el presidente Peña Nieto decidió congelar hasta mejores tiempos.

El asunto es que en el círculo cercano al Presidente se valoró que el proyecto del nuevo aeropuerto podría convertirse en un dolor de cabeza tomando en cuenta que la aprobada reforma educativa ya generaba fuertes movilizaciones de los maestros disidentes particularmente en el estado de Guerrero. Se consideró peligroso añadir un potencial conflicto social y político en las comunidades del Estado de México por el proyecto del aeropuerto, que podría verse enturbiado por la propia polémica histórica que desata el proyecto entre los expertos y por el señalamiento público de los intereses económicos en juego de la élite política del Estado de México de la que forma parte el presidente Peña Nieto.

Así el proyecto del aeropuerto quedó condicionado a las posibilidades que ofrezcan los tiempos políticos en medio de la convulsa agenda que ha impulsado el gobierno, por lo que la SCT se ha empeñado en difundir lo que sería el ‘otro gran proyecto de transporte’ y que se constituiría en uno de los mayores legados de infraestructura del Presidente para su tierra: el del tren Toluca-Ciudad de México. Un proyecto empeñado para ser puesto en funcionamiento en este sexenio.

Nadie en el gobierno ha insinuado que el proyecto del nuevo aeropuerto está cancelado, pero sí han dejado entrever que, por ahora, no es la prioridad entre los grandes proyectos de infraestructura del presidente Enrique Peña Nieto.  “Ya veremos”, dicen.

Samuel García Samuel García Editor y economista. Fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y 'El Universal'. Director fundador de 'Infosel'. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Máster en Periodismo Digital. Columnista, comentarista y consultor para diversos medios en México.