El reino de la simulación

21 Febrero, 2014
El Observador

Ante los vacíos legales e instituciones de regulación inacabadas en el sector de las telecomunicaciones, las disputas y las acusaciones mutuas se multiplican entre aquellos empresarios que buscan mantener o acrecentar su participación en uno de los negocios más lucrativos de la actualidad. Todo se vale en estas disputas cuando los beneficios son inmensos y los costos de toda índole son relativamente reducidos.

La inconclusa tarea del Gobierno Federal y de los legisladores en la definición de las reglas del juego y en dotar de fortaleza a los árbitros, es la promotora más importante de estas batallas públicas que hemos vuelto a presenciar en los últimos días.

Mientras que los unos no acaban de terminar su tarea, los otros se valen de mil argucias para ganar terreno, diferir y evadir las consecuencias de las futuras reglas que parecen ineludibles. Unos han simulado hacer su trabajo y los otros simulan no trasgredir las confusas y tibias reglas actuales. Es el reino de la simulación en el que navega el sector de las telecomunicaciones en México.

Desde que la telefónica Telmex –del multimillonario Carlos Slim- anunció que se aliaría comercialmente con la empresa de televisión satelital Dish México –propiedad de MVS Comunicaciones, de la familia Vargas, en asociación con EchoStar Corporation- la presunción generalizada era que Slim estaba utilizando a Dish como la puerta lateral de entrada al negocio de la televisión; una posibilidad que legalmente le estaba negada por las condiciones que le impone su título de concesión. En todo caso, se consideraba que el zarpazo del multimillonario sobre el negocio de MVS solo era cuestión de tiempo y de acuerdo político con el gobierno en turno.

Ahora se sabe que aquellas sospechas eran ciertas. Que, al margen del título de concesión e incluso de las reglas que imponen los propios mercados de valores, el acuerdo de Telmex con MVS para adquirir a Dish México estaba ‘amarrado’ desde hace más de cinco años utilizando la figura financiera de las opciones. Se simuló un acuerdo comercial y se dijo públicamente que habría interés en ir más allá, pero nunca se informó que ambos habían firmado una operación financiera que cerraría la adquisición bajo ciertas circunstancias.

Pero la simulación ha sido característica del sector. El 23 de enero de 2011 el ya fallecido periodista Miguel Ángel Granados Chapa reveló en su Plaza Pública que los empresarios Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego habían cerrado una operación en la que Azcárraga había comprado a Salinas la totalidad de las acciones de la empresa de telefonía celular Iusacell.

Una revelación que fue desmentida de inmediato por Televisa. Aunque poco después se conoció que efectivamente las negociaciones se habían dado de manera secreta, sin revelarlo a los mercados a pesar de que ambas empresas eran públicas y cotizaban en la Bolsa Mexicana de Valores.

Ante la revelación periodística el 5 de abril de ese año Televisa informó a la Bolsa de Valores de Nueva York que efectivamente tenía negociaciones con Iusacell para adquirir el 50% de la empresa, operación que finalmente se concretó.

En este reino de la simulación se han movido durante años los grandes empresarios de las telecomunicaciones, con grandes ganancias y mínimos costos. Un reino que solo será acotado con leyes secundarias y con reguladores fuertes.

Samuel García Samuel García Editor y economista. Fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y 'El Universal'. Director fundador de 'Infosel'. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Máster en Periodismo Digital. Columnista, comentarista y consultor para diversos medios en México.