Un tercio de los 15 asientos del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos está ocupado por el sindicato petrolero. De ese tamaño es el poder del sindicato, que encabeza Carlos Romero Deschamps, en las decisiones más importantes de la empresa paraestatal.
Por eso en los últimos años al sindicato solo le bastaba sumar a unos cuantos consejeros profesionales –nada difícil por cierto, dado su origen partidista- para bloquear o impulsar cualquier decisión en el Consejo de Pemex, por encima de los seis representantes que tiene el gobierno federal en el máximo órgano de decisión corporativa de la petrolera del estado. Así ocurrió, por ejemplo, con la decisión de asociarse con Mexichem, la empresa que preside Antonio del Valle, en el complejo petroquímico de Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz.
Ahora al calor de las negociaciones por la reforma energética, priistas y panistas habrían pactado la salida del sindicato petrolero del Consejo de Administración de Pemex por lo que –de sostenerse el acuerdo político- el sindicato dejaría los cinco asientos que tradicionalmente ha ocupado y que le fueron concedidos por el presidente Lázaro Cárdenas en 1938, que los gobiernos priistas mantuvieron durante más de seis décadas en una relación corporativista solo interrumpida brevemente al inicio del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y que los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón también sostuvieron en los últimos 12 años sin cuestionamiento alguno.
El abandono del líder sindical del salón de la Comisión Permanente el lunes pasado cuando se llevaba a cabo la sesión en la que las comisiones unidas discutían los cambios constitucionales en materia de energía, fue la señal que extendió la versión del acuerdo entre priistas y panistas. Ayer se confirmó al darse a conocer los acuerdos de los presidentes de las comisiones unidas para modificar el dictamen, por lo que es muy probable que la salida del sindicato del Consejo de Pemex se concrete, después de siete décadas y media.
Los panistas que impulsan esta decisión y que la han colocado como una de las condiciones para apoyar la reforma del presidente Peña Nieto, argumentan que la fuerte presencia del sindicato en el Consejo de Pemex es contrario a los objetivos de mayor productividad y de eficiencia que se persigue con la empresa.
Habrá que ver si el PAN está yendo a fondo con el asunto, porque en esa lógica de manejo empresarial de la petrolera el Consejo no debería seguir dominado por funcionarios públicos que no tienen experiencia en el sector. En todo caso sería deseable que, además de la inclusión de consejeros independientes seleccionados por comités técnicos, se incluyera a consejeros del sector público conocedores como algún representante del Instituto Mexicano del Petróleo.
La propuesta panista, aceptada por el PRI, viene en un momento de franca debilidad del líder petrolero y senador priista, Carlos Romero Deschamps, quien incluso ya estaría viviendo su última etapa al frente del sindicato, después de los duros golpes mediáticos que recibió durante la campaña presidencial de Peña Nieto en la que se puso en evidencia la ostentación y los lujos de los que se rodea su familia y que no corresponden a sus ingresos.
La decisión de Peña Nieto de encarcelar a la líder de los maestros, Elba Esther Gordillo, fue un mensaje presidencial del que el senador Romero Deschamps acusó recibo y supuso que sus días al frente del sindicato petrolero también estaban contados, por lo que buscó al Presidente sin una respuesta inmediata. Pero ese mismo mensaje se leyó al interior del sindicato petrolero en el que ya comienzan a reacomodarse las fuerzas ante el debilitamiento del ‘Líder’, como le llaman.
El acuerdo político para la salida de los sindicalistas del Consejo estaba en los planes de Peña Nieto, Emilio Lozoya y el grupo de Los Pinos. Se ve como una necesidad para la modernización de Pemex, aunque ello no implicará que el nuevo liderazgo que arribe en el sindicato deje de tener los privilegios de siempre.
A FONDO: La reestructura corporativa de Pemex avizora la salida de Romero Deschamps del sindicato, en la columna El Observador publicado el 18 septiembre de 2013: Sindicato y Pemex: El Acuerdo.
Samuel García
Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.