Carlos Slim enfrenta furia de inversionistas por negocio inmobiliario en España
Carlos Slim enfrenta la desconfianza de los accionistas minoritarios.
Pero no en su buque insignia -América Móvil- sino en Realia, una inmobiliaria española a la que Grupo Carso le ha ayudado a sanear sus finanzas desde 2015, cuando Slim se convirtió en el accionista mayoritario.
Hasta antes de la aparición de Carso y Slim, Realia mantenía un flujo operativo anual en decadencia y un beneficio neto atribuible negativo, mismas que se han ido revirtiendo, según muestran los estados financieros de la empresa.
La solicitud para una extensión de capital de 149 millones de euros por parte de Slim a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, encendió el pasado 15 de noviembre las alarmas de algunos inversionistas.
El fondo británico, con el 10% de las acciones, saltó de inmediato asegurando que la situación de la empresa no justifica una ampliación de esta magnitud.
Este fondo acusa a Carlos Slim de buscar diluir a los accionistas minoritarios, particulares e instituciones a través de un aumento de control sobre la empresa con una OPA de exclusión definitiva si estos se niegan a comprar los nuevos títulos; un acto que Realia negó que haría en una nota publicada el mismo mes.
Y es que el empresario mexicano ya dispone del 70.7% de las acciones de la empresa. Pero no solo eso, en 2015, como una forma de reestructurar la deuda de Realia, compró a través de Carso una deuda de 50 millones de euros que tenía la inmobiliaria con Sareb, una entidad dedicada al préstamo de dinero a empresas del sector inmobiliario.
De acuerdo con la comunicación oficial de la Realia, la ampliación de capital estará destinada a rebajar la deuda y especialmente la amortización de 120 millones de euros debe al CixaBank .
La inmobiliaria cuenta con terrenos en Madrid, Barcelona y Sevilla, mismos que están dedicados desde a la compra y renta de viviendas, hasta la creación de oficinas y centros comerciales.
Sus ingresos los obtiene, principalmente, por la rentas de alquiler y la amortización de la deuda de largo plazo de algunos de sus clientes; sin embargo, no es suficiente.
A pesar que desde 2015 sus ingresos se han incrementado 6.32%, al pasar de 95 millones de euros en 2015 a 101 millones en 2017, no han podido recuperar los 203 millones que solían ganar en 2013 o los 115 millones de 2014.
MAS INFORMACIÓN: Datos sobre las acciones de Realia.