Bloquearía Reino Unido compra de Activision Blizzard por 10 años, ¿qué sigue para Microsoft?

De fracasar la compra, Microsoft tendría que pagar 3 mil millones de dólares a Activision Blizzard.
1 Mayo, 2023 Actualizado el 1 de Mayo, a las 18:31
Activision es una de las empresas más grandes e influyentes en la industria de los videojuegos. (Imagen: Pexels)
Activision es una de las empresas más grandes e influyentes en la industria de los videojuegos. (Imagen: Pexels)
Arena Pública

El mundo del videojuego voltea a ver a Microsoft, pues parece que uno de sus proyectos más ambiciosos está a punto de fracasar. Recientemente, la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA por sus siglas en inglés) impidió una de las mayores compras en la historia, pues Microsoft pagaría 69 mil millones de dólares por la adquisición de Activision Blizzard, empresa detrás de la famosa franquicia Call Of Duty. 

A través de un comunicado, el regulador británico argumentó que el impedimento se llevó a cabo por preocupaciones en competencia. “Un grupo de investigación independiente de CMA descubrió que Microsoft tendría el incentivo de retener la cartera de juegos líderes de Activision de los competidores después de la fusión, y que esto debilitaría sustancialmente la dinámica competitiva en los juegos en la nube”, explica el comunicado

La decisión de la CMA se tomó desde la perspectiva de los juegos en la nube, ya que, según el órgano regulador, Microsoft ya cuenta con una importante ventaja en este mercado, pues posee Windows, con una importante diferencia en el sistema operativo para computadoras, en el que se ejecutan la mayoría de los juegos de PC. 

Aunado a eso, el líder tecnológico cuenta con una infraestructura de nube global, además de una importante consola de videojuegos como lo es Xbox, dueña de importantes títulos como la franquicia de Halo. “Ningún otro operador de juegos en la nube tiene esta combinación de ventajas, lo que explica en parte la cuota de mercado actual de Microsoft en el Reino Unido de entre el 60% y el 70%”, explica el regulador británico. 

Por su parte, Activision Blizzard es una empresa estadounidense de videojuegos que se dedica al desarrollo, publicación y distribución de juegos para consolas, PC y dispositivos móviles. La compañía se formó en 2008 a través de la fusión de Activision y Vivendi Games. Algunas de las franquicias de videojuegos más conocidas de Activision Blizzard incluyen Call of Duty, World of Warcraft, Diablo, Overwatch, Candy Crush, entre otras.

Activision es una de las empresas más grandes e influyentes en la industria de los videojuegos, y ha tenido un gran impacto en el desarrollo y evolución de la industria a lo largo de los años. Microsoft ha tenido intención de realizar la adquisición de la empresa desde enero del 2022. 

Desde hace ya más de un año, Microsoft ha tenido trabas en el camino, pues en diciembre del año pasado, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos presentó una demanda para buscar que la compra no se efectuara con el mismo argumento:  la compra perjudicaría a los consumidores, pues permitiría Microsoft dañar la competencia en el sector del videojuego. Sin embargo, ambas empresas aseguraron que la adquisición no supondría un monopolio para el gigante tecnológico, ya que los juegos originales de Activision serían lanzados en todas las consolas. 

Entre las estrategias de Microsoft par evitar el bloqueo de la compra, se encuentra un contrato por 10 años con Sony (PlayStation) y Nintendo para que Call of Duty, el título más conocido de Activision Blizzard, salga al mercado también en sus consolas de forma simultánea. De esta forma, el riesgo más latente se reduce a un importante mercado: los juegos en la nube.

De la consola a la nube: el nuevo mercado

Los juegos en la nube son una forma de jugar videojuegos en línea sin la necesidad de descargar el juego en un dispositivo. En lugar de eso, el juego se ejecuta en un servidor remoto y se transmite al dispositivo a través de Internet. De esta manera, se puede jugar cualquier juego en cualquier dispositivo que tenga una conexión a Internet.

Los juegos en la nube tienen varias ventajas. En primer lugar, no se necesita tener un hardware potente para jugar juegos exigentes, ya que el procesamiento se realiza en los servidores remotos, por lo que los jugadores no necesitan tener gran espacio de almacenamiento en el dispositivo. 

Sin embargo, también hay algunas limitaciones. La calidad de los gráficos y el rendimiento de los juegos dependen de la velocidad y la estabilidad de su conexión a Internet. Si hay una conexión lenta o inestable, es posible que se experimenten retrasos y problemas de conexión. Además, algunos juegos pueden requerir una gran cantidad de ancho de banda, lo que puede afectar su uso de Internet para otras actividades.

Uno de los gigantes dominantes en los juegos en la nube, también llamado cloud gaming, es Xbox, cuyo propietario es Microsoft. Xbox ha implementado el Xbox Game Pass, con una suscripción de 9 dólares mensuales. Esta suscripción incluye el acceso a juegos exclusivos de Xbox de ordenador y de consola, y se puede acceder a ambos catálogos, además de descargar los juegos y jugar libremente. 

Hasta enero de 2023, Xbox Game Pass superó el récord de 120 millones de usuarios activos mensuales, según Frank X Shaw, director de comunicaciones de Microsoft. 

Otras empresas, competencia de Xbox, también tienen servicios de juegos en la nube como GeForce Now de Nvidia, y PlayStation Now de PlayStation, cuyo propietario es Sony. 

Microsoft tenía como propósito ampliar su catálogo de juegos con la compra de Activision, sin embargo, la más reciente restricción por un supuesto monopolio lleva a la pregunta, ¿qué pasará después de este impedimento? 

Microsoft podría no adquirir Activision, y aún así le costaría caro 

El gigante tecnológico apelará la decisión de la CMA, sin embargo, si no se efectuara la compra, Microsoft tendría que pagar 3 mil millones de dólares a Activision como indemnización, según explica el CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, en entrevista para CNBC. “Nuestro primer enfoque es tratar de cerrar el trato, lo que creo que es de interés para la industria de la competencia”, dijo. 

Para Kotick, si la operación no se lleva a cabo, Activision seguiría operando como una empresa independiente. No obstante, tanto Micosoft como Activision Blizzard apelarán la decisión del regulador británico.

De acuerdo con el informe de la CMA, si dicha apelación no tiene éxito, este bloqueo podría verse retrasado hasta por una década, lo que cambiaría por completo el panorama de la adquisición. 

"La prohibición se vería afectada por aceptar compromisos bajo la sección 82 de la Ley o hacer una orden bajo la sección 84 de la Ley, prohibiendo la Fusión e impidiendo que las Partes intenten fusionarse por un periodo adicional: nuestra práctica normal sería evitar una futura fusión entre las Partes durante los próximos 10 años, en ausencia de un cambio de circunstancias", señala la página 336 del documento.

Por su parte, tras darse a conocer la decisión del regulador británico, Microsoft anunció un acuerdo con Nware, una plataforma de juegos en la nube para PC, por diez años.  “Microsoft y la plataforma europea de juegos en la nube Nware, han firmado un acuerdo de 10 años para transmitir juegos de PC creados por Xbox en su plataforma, así como títulos de Activision Blizzard después de que se cierre la adquisición. Si bien aún es temprano para el segmento emergente de la nube en los juegos, esta nueva asociación combinada con nuestros otros compromisos recientes hará que los juegos más populares están disponibles en más servicios de transmisión de juegos en la nube de lo que son hoy”, se lee en el comunicado. 

La alternativa de Microsoft busca sumar herramientas en el proceso de apelación ante la CMA, además de evitar que la decisión del regulador británico influya en la de la Comisión Europea, cuyo veredicto también será determinante. 

A pesar de haber asegurado que su interés no es monopolizar los juegos en la nube, hay muchos argumentos que respaldan la decisión de la CMA; sin embargo, el veredicto aún no está del todo dicho.