El "Superpeso" cerró 2022 apuntalado por Banxico, pero no sobreviviría el 2023

2022 será recordado por la fortaleza del peso frente al dólar, debido a la lucha que se dio desde el banco central para evitar su desplome en medio de la batalla contra la inflación.
3 Enero, 2023 Actualizado el 3 de Enero, a las 14:30
El peso cerró el año cotizando en 19.48 pesos por dólar una apreciación de 5.09% o 1 peso y 4 centavos. (Foto: Gobierno de México)
El peso cerró el año cotizando en 19.48 pesos por dólar una apreciación de 5.09% o 1 peso y 4 centavos. (Foto: Gobierno de México)
Arena Pública

El peso mexicano cerró 2022 como la segunda moneda más fortalecida del mundo, solo marginalmente por debajo del real brasileño.

La divisa nacional cerró el año cotizando en 19.4854 pesos por dólar una apreciación de 5.09% o 1 peso y 4 centavos, apenas tres décimas porcentuales menos de apreciación en comparación a su homóloga brasileña que se apreció 5.12% en 2022.

Con este resultado positivo, el peso cerró con broche de oro su primera apreciación anual desde 2019, promediando también 20.1078 pesos por dólar, un buen resultado no visto desde 2019, cuando el tipo de cambio promedió 19.2484 pesos por dólar.

La fortaleza del peso se mantuvo incluso frente al renacimiento del super dólar. El peso mexicano se mantuvo firme al seguir apreciándose o apenas cediendo espacio al billete verde, en comparación con las restantes 24 monedas de diversos países que sufrieron marcadas depreciaciones, incluidas todas las monedas de países desarrollados como el euro, yen, corona sueca y la libra esterlina.

De acuerdo a los economistas de Banco Base, la apreciación del peso durante el año se debió a los siguientes factores: La postura monetaria del Banco de México (Banxico), los mayores flujos de dólares desde Estados Unidos (EU), y la acumulación de las posiciones especulativas a favor del peso en el mercado de futuros de Chicago, aunque ésto último se revirtió en las últimas dos semanas del año.

La postura restrictiva del Banxico ante la inflación fue la gran protagonista detrás de la estabilidad cambiaria que permitió al peso, impulsado por el resto de factores, apreciarse en este año. Algo similar a los ocurrido en 2017, la última vez que la divisa mexicana tuvo ese nivel de apreciación (5.7%). El alza de la tasa de interés, que alcanzó un nivel de 10.50% en diciembre, mantuvo un diferencial de 600 pb respecto a la tasa de fondos federales de la Reserva Federal (Fed).

Según explicaciones en diversas minutas de la Junta de Gobierno del Banxico, la necesidad de mantenerse al ritmo de la Fed respondía a mantener la paridad cambiaria entre ambas monedas, con el objetivo de evitar que la depreciación afectara los precios del comercio entre ambas naciones, pues una disparidad cambiaria sería como "echar más gasolina" a la inflación.

Este factor fue clave para explicar el superpeso. Más allá de ser una señal de fortaleza económica debido a la política económica del gobierno federal, la fortaleza no es más que la resilencia con la que el Banxico ha protegido a la moneda mexicana, blindaje sin el cual los mayores flujos de dólares por concepto de exportaciones, remesas e inversión extranjera directa, no solo no hubieran salvado al peso de la depreciación, si no que hubieran abonado a una mayor inflación.

El peso en manos de Banxico

A dos días de iniciar el 2023, el peso siguió mostrando fortaleza; a esta hora se cotiza a 19.4125 pesos por dólar. Al cierre de la última jornada del año mostró una marginal depreciación de 0.06% con lo que su valor cotizó alrededor de 19.51 pesos por dólar.

Si bien hasta el momento los economistas del sector privado no esperan una depreciación extrema que mantenga la tendencia de los sexenios previos, según la Encuesta Citibanamex se anticipa que el peso perderá parte de su blindaje en 2023, por lo que se depreciaría hasta alcanzar 20.80 unidades por dólar al cierre del año, una depreciación pronosticada de 6.8% en el año.

Y es que la mayoría de analistas están de acuerdo en que así como Banxico ha logrado proteger el peso, una decisión en su estrategia monetaria también podría dejar desprotegida a la moneda mexicana en medio de una ola inflacionaria que aún no es domada.

En particular, los analistas esperan que la tasa de referencia del Banxico cierre 2023 en 10.25%, lo que implicaría por lo menos un recorte de 50 pb, si es que la próxima alza coincide con el pronóstico de 25 pb esperado por el consenso de analistas y, además si, como anticipan algunos de ellos, se trata de la última alza.

Si tan solo alguno de estos pronósticos acierta, significaría que el Banxico habría decidido desacoplar su ciclo monetario respecto de la Fed, aumentando el diferencial de tasas en una magnitud aún incierta pues también la tasa terminal de la Fed aún está a discusión.

Además de ello, un factor que podría jugar en contra de la estabilidad cambiaria es la desaceleración económica en EU, producto de las mayores tasas de fondos federales, según explica Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.

En su opinión, este efecto ya es visible, como demostró la llegada de remesas durante noviembre de 2022, que “a pesar de alcanzar máximo histórico para un mes de noviembre, cayeron 10.43% mensual, caída mayor al promedio histórico de 8.44%

Un mayor golpe provendría, además, de la caída en las exportaciones hacia los Estados Unidos, ya que la menor demanda de la industria estadounidense -que se encuentra en su menor nivel desde la pandemia- ya ha dado pequeñas señales de que podría estar iniciando una tendencia contractiva para las exportaciones.

Por último, la percepción de riesgo con respecto a México podría elevarse debido al “proceso de consultas en el marco del T-MEC que podría llevar a la imposición de medidas compensatorias en contra de México y la reciente reforma electoral que sembraría dudas sobre la calidad de los procesos democráticos en México”, advierte Banco Base.