Fidger spiner: De juguete terapéutico a obra del demonio

26 Junio, 2017 Actualizado el 26 de Junio, a las 12:49
El juguete top del 2017 es el Fidger spiner y está desatando la polémica.
Arena Pública

Constantemente aparecen en el mercado, juguetes que marcan tendencia. Lo vimos con los diavolos, los patines roller, los Tazos, El año pasado fue Pokémon Go y ahora, el juguete del momento, que se está robando todo el 2017, son los fidget spinner. El juguete nació hace muchos años como un proyecto para ayudar a niños con autismo, déficit atencional y otros trastornos; sin embargo, la gestora de esta idea, Catherine Hettinger, (ingeniera química) no pudo renovar la patente de su invento por problemas económicos.

En diversos medios se señala que Hettinger intentó venderle esta idea a Hasbro, pero sin éxito ya que desestimaron la idea. Sin embargo, los niños no están de acuerdo con la empresa ya que ha sido tanto el éxito de este juguete que hasta Kim Kardashian sacó su propio fidget spinner.

¿Pero cómo un juguete tan bien intencionado y exitoso puede ser obra del demonio?

Hace algunos días se ha viralizado un video que fue publicado en Facebook por Juan Mariano Ávalos, un pastor cristiano de nacionalidad paraguaya. En el video da cuenta de que los niños, al hacer girar el spinner entre sus dedos, ponen sus manitos en posición de "invocación demoniaca". Esto, a su juicio, es un hecho y le pidió a sus feligreses que, por favor, no compren el juguete y que impidan a sus niños el contacto con el spinner si no quieren sufrir en el futuro.

 

Curiosamente, esta no es la primera vez que se señala que el juguete es demoníaco. Varios son los youtubers que han hablado al respecto. Una de las teorías señala que, al tener 3 baleros giratorios, con la velocidad se replican formando el 666 que es conocido por ser el número del diablo. Además, al tener tres baleros para jugar, podría ser una burla a la santísima trinidad (a saber: padre, hijo y espíritu santo). Sin embargo, esto no es tal, ya que los fidger spiner tienen diversas formas y distinto número de valeros.

Otros, si bien no señalan que sea un juguete diabólico, indican que es una conspiración para sedar a los niños y quitarles el dinero a los padres, y que la empresa que tiene la patente, le pagó importantes sumas de dinero a diversos influencers para desatar una ola de consumo desmedido. Pero no podemos olvidar que la televisión ya no tiene la hegemonía de los medios y que las marcas, cada vez más, usan esta estrategia de marketing para posicionar sus productos.

 

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