Desigualdad en nivel récord; Peña dice que se esfuerza en reducir la pobreza
No es novedad que México es uno de los países más desiguales del mundo.
Lo que sí es un evento sin precedente, es el ritmo con el cual se ha agravado esa situación.
En el año 2000, Latinoamérica presentó avances en la reducción de la desigualdad y de la distribución del ingreso. A partir de 2006, ese ritmo de reducción se paró e incluso, en años recientes, se revirtió en países como México.
Hoy la desigualdad entre las familias en cuanto a posesión de riqueza es más alta que la de ingresos -la que toma en cuenta la diferencia de salarios- y en México está incrementándose, según el estudio “Panorama Social 2016” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La desigualdad por riqueza se refiere a la diferencia entre la concentración de recursos -dinero y bienes- entre las personas más ricas y las más pobres.
En 2015, el gobierno mexicano administraba el 23% de los recursos, las empresas privadas el 19%, las empresas públicas autónomas el 9%, las instituciones financieras el 5% y un 7% en posesión de extranjeros.
Mientras que las familias concentraban la mayor proporción de los recursos, un 37%, equivalente a 28,000 millones de pesos mexicanos, de los cuales, dos tercios están en manos del 10% de las familias del país, según la Cepal.
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El 89% restante de la población se divide un tercio de la riqueza.
"México puede ser que en desigualdad de ingreso presente un Gini superior al 0.45 pero cuando nos vamos a la riqueza estamos en 0.79 y eso nos parece muy relevante", destaca la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra.
Ese 0.79 de coeficiente Gini en distribución de riqueza nunca se había visto en México.
El coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad. Se mide entre cero y uno, mientras más se acerque a uno quiere decir que hay una mayor desigualdad.
Por lo anterior, las políticas públicas encaminadas a la reducción de la pobreza y la desigualdad han fracasado en México, apunta la Cepal.
Es decir, a pesar de los esfuerzos y programas gubernamentales, no se ha logrado la reducción significativa de la desigualdad en cuanto a la posesión de riqueza y en cuanto a la capacidad de generarla con la adquisición de activos.
Pero vamos bien, dice el presidente
“En los últimos cuatro años, México ha mostrado un avance sin precedentes en la coordinación interinstitucional para incrementar el acceso a los derechos sociales garantizados en la Constitución,” dice el cuarto informe de labores del presidente Enrique Peña Nieto de 2016.
Sin embargo, México y Guatemala son los dos únicos países de la región donde la pobreza aumentó en los últimos 12 años, dice la Cepal.
Para hablar de la disminución de la desigualdad por posesión de riqueza se deben considerar los avances en materia de pobreza.
En 2002, 39.4% de la población vivía en esa condición, mientras que el 12.6% en la indigencia. En 2014, esos indicadores aumentaron a 41.2% y 16.3% respectivamente.
Fuente: Coneval 2017.
El sexenio de Enrique Peña no ha dejado de aportar al incremento de pobres.
En 2012 el porcentaje de la población en pobreza era 45.5%, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En 2014, la última medición, la cifra era de 46.2%.
Esto significa que en 2012, 53.3 millones de personas vivían en pobreza, y en 2014, 55.3 millones, una diferencia de dos millones.
Sin embargo, la disminución de personas que viven en pobreza extrema fue de apenas 100,000, una reducción de 0.3% bajo la misma comparación.
En 2012 51.6% de la población vivía en condiciones inferiores a la línea de bienestar –el mínimo de alimentos y servicios a los que debe poder acceder una persona para vivir una vida digna-, en 2014 el porcentaje aumentó dos puntos.
Sin embargo, en enero de 2016 el costo de la canasta alimentaria mensual por persona era de 956.16 pesos lo que representa un crecimiento de 10% con respecto a enero de 2014, cuando costaba 868.31 pesos; a su vez, ese precio es 13% mayor al que existía en 2012, cuando era de 768.40 pesos, según cifras del Coneval.
La canasta alimentaria son los productos y servicios mínimos necesarios a los que debe poder acceder una persona para tener condiciones adecuadas de bienestar.
El valor de la cansta básica ha ido en aumento desde 2014.
Fuente: Coneval 2017.
“Lo antes mencionado es una muestra de que la política implementada por el Gobierno de la República para coordinar los esfuerzos en la disminución de la pobreza con un enfoque federalista ha funcionado adecuadamente,” dice además el informe, en referencia a la reducción de la pobreza.
No obstante las afirmaciones de la presidencia, la política fiscal mexicana favorece a los que más tienen. El efecto redistributivo de la política fiscal es casi nula debido a que se grava el consumo por encima del ingreso, explica el investigador y economista Gerardo Esquivel en su reporte Concentración del Poder Económico y Político.
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Es decir, las familias pobres gastan un porcentaje más alto de su ingreso para conseguir los productos básicos. Así, ellos pagan una proporción mayor de impuestos, porque los gravámenes como el Impuesto al Valor Agregado se tasan sobre cada producto.
Esa desigualdad y la falta de atención por parte de las políticas públicas tienen consecuencias económicas que excluyen a una parte importante de los mexicanos además de que, ante esta escasez de recursos, se recortan empleos y cierran pequeños negocios, advierte Esquivel.
MÁS INFORMACIÓN: Cuarto Informe de Gobierno, Oficina de Presidencia, 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Panorama Social 2016, Cepal.
