Huyen al norte guerrerenses y michoacanos desplazados por la violencia

Un fenómeno que contempla otro perfil de migrantes, que huyen de los estados más violentos y se someten a una larga espera en Tijuana por un asilo en Estados Unidos, incertidumbre que les lleva a quedarse en la frontera norte
7 Septiembre, 2016 Actualizado el 8 de Septiembre, a las 14:03
Foto: Karen Romero. Familias enteras desplazadas por la violencia, que se ve obligadas a dormir en la calle.
Foto: Karen Romero. Familias enteras desplazadas por la violencia, que se ve obligadas a dormir en la calle.
Arena Pública

El gobierno aún no reconoce que tiene un serio problema de desplazamiento forzado.

“Pues quedarse en otro lugar, menos allá en Michoacán. Uno ya no puede regresar para allá. Si no me dieran la oportunidad de pasar para allá [Estados Unidos], pues buscar la forma, ya sea aquí, ya sea en otro Estado…Yo allá en Michoacán vendí mis cositas, pocas que tenía. Sería empezar de nuevo y peor la cosa porque me amenazaron a mis niños; le dijeron a mi esposo que, si no trabajaba con ellos, iban a matar a mis hijos…”

Este es el testimonio de Yesenia, una de las 1,106 personas desplazadas, quienes por razones de violencia, inseguridad o extorsión dejaron su vida atrás para buscar un nuevo comienzo en la frontera norte. 

El dato corresponde únicamente a los mexicanos registrados en el Instituto Madre Asunta, uno de las muchas casas de apoyo a migrantes instaladas en la frontera norte. El 73% de esas personas son originarias de Guerrero y Michoacán y los casos fueron registrados entre enero de 2013 y mayo de 2016.

Las ciudades de la frontera norte se han convertido en un reservorio de mexicanos desplazados, concluye un estudio de la American Friend Service Committee y la Coalición Pro Defensa del Migrante, el cual realizaron con el apoyo de organizaciones civiles que albergan y brindan asistencia humanitaria en las ciudades fronterizas.

El viacrucis de los desplazados continua cuando llegan a ciudades como Tijuana con la ilusión de calificar a un asilo en Estados Unidos. Menos del 1% lo logra según el informe, debido a la falta de documentación requerida y a que carecen de evidencias para comprobar que se desplazaron por violencia.

El 98% de las solicitudes de asilo de mexicanos son rechazadas por distintas causas, asegura la agencia de la ONU para los refugiados. Las razones del rechazo van desde no reunir los requisitos que solicita el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, hasta las estafas cometidas por abogados inescrupulosos y notarios no autorizados para representar a una persona ante este organismo. 

¿Y si no les dan asilo?

De este fenómeno que contempla otro perfil de migrantes se lleva un registro no gubernamental en los últimos tres años y medio. Las asociaciones civiles que albergan y apoyan a migrantes, mencionan que los desplazados forzados duran ahí hasta tres meses a la espera de una respuesta de su solicitud de asilo en Estados Unidos.

A falta de recursos o por temor a regresar a sus ciudades de origen los desplazados se quedan en Tijuana, porque la perciben como una de las ciudades fronterizas más seguras, de acuerdo con las respuestas que ofrecieron los desplazados en el informe.

Los que se quedan en los albergues tijuanenses se enfrentan a una serie de problemas, la falta de recursos es uno de los más recurrentes. En los testimonios descritos a lo largo del informe es recurrente leer frases como: “Ya me acabé lo que traía”; “Tengo tres días o una semana aquí en la ciudad pagando los gastos y yo me quedé sin dinero y lo peor es que no pude cruzar” ó “Me separaron a mí, a mi esposo lo mandaron por otra frontera”.

El 18% de los desplazados internos -incluidos en el informe- tenían tres meses de haber salido de su localidad y 45% de los acogidos en dicho Instituto 15 días.

Un problema que el gobierno se niega a aceptar

“Nosotros hemos platicado con autoridades del consulado mexicano en San Diego y nos dicen que ellos no pueden intervenir en los procesos de asilo para los mexicanos en Estados Unidos, y tienen razón porque realmente ellos están renunciando a su país y están pidiendo protección a otro país. Entonces ellos no pueden intervenir. Pero tampoco México se ha pronunciado. Tampoco ha aceptado que tiene violencia generalizada en todo el país,” señala la trabajadora social del Instituto Madre Asunta, Mary Galván.

Hasta el momento, no se conocen acciones serias de los gobiernos, de ningún nivel, para apoyar a esta población desplazada, por ello se debe insistir en la urgencia de que se atienda a estos ciudadanos. Y en esto coinciden los actores sociales que han expresado su preocupación por la indolencia del gobierno ante esta situación, concluye el informe.

 

A FONDO: American Friends Service Committee, Vidas en la incertidumbre, La migración forzada mexicana hacia la frontera norte de México, Tijuana, Baja California, Julio 2016

MÁS INFORMACIÓN: Desplazados en México, una danza de cifras que revela la indiferencia, arenapublica.com 12 agosto de 2016 

 

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